Circular Atalaya -Cabras, techo Albacete

Tras consultar la meteo para el día 30 de abril en la zona de Nerpio, Albacete, y aprovechando la vista de José Manuel, decidimos completar la ascensión al techo de la provincia de Albacete: el Atalaya, con 2083 m y el pico Cabras, con 2081 m y su vértice geodésico.
Volvemos, tras despuntar el alba, a Fuente de la Carrasca, en Nerpio, para intentar completar la ruta circular a la Sierra de las Cabras, donde encontraremos 5 cotas por encima de los 2000 metros de altura, entre las que se encuentra La Atalaya, que con sus 2083 metros, se convirtió (tras ajustar su medición) en el techo de la provincia de Albacete, al superar a su vecina Cabras (con su vértice geodésico situado a 2081 m). Llevábamos un par de tracks para la ocasión, entre ellos uno de ARÍSTIDES MÍNGUEZ ( https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/subida-a-la-sierra-de-las-cabras-atalaya-techo-de-albacete-85422512 ).

Conocíamos el punto de inicio y la subida a la cota Calderón de nuestro primer y frustrado intento (demasiado hielo, viento y frío). Intentamos repetir trazado. Pasamos junto al cortijo Fuente la Carrasca y comenzamos a subir por una rambla muy pedregosa, paralela a la rambla Majada Percha.

La ascensión es exigente. No hay senda ni camino. Tenemos la referencia de los tracks y de los continuos mojones hábilmente colocados en varios tramos de la sierra. Tras tres kilómetros de ascensión, se corona la cota “Calderón” (2071m), primera de las cinco cotas superiores a los 2000 metros previstas para hoy.

Desde ella ya se divisa la especie de circo que forman los “dosmiles” de la sierra. Ya no es necesario track alguno, no mojones, puesto que la cota La Atalaya se divisa fácilmente, a unos 700 metros de distancia.

El camino sigue siendo pedregoso, pero se hace llevadero. Al llegar a La Atalaya, colocamos una piedrecita nueva sobre el hito y continuamos camino. A 700 metros aproximadamente, vemos el Vértice Geodésico Las Cabras, el tercer “dos mil” de la sierra. Tampoco hace falta track ni mojón alguno para llegar hasta él. En las inmediaciones de Las Cabras, encontraremos las cotas 2071 y 2069, no definidas sobre el terreno y sin nombre en el mapa topográfico, por lo que no se incluyen dentro de los “dosmiles” de la sierra

Desde el vértice geodésico debemos dirigirnos hacia los dos “dosmiles” que nos quedan: Cota 2018, y Cagasero, 2043. Aunque están visibles desde el vértice geodésico, en este tramo sí había que seguir algún track. Indicaciones sobre el terreno no llegamos a ver. Algún track nos llevaba prácticamente en línea recta hacia la cota 2018, casi pegados a una desvencijada valla que parece delimitar un coto privado de caza en el “Majal Alonso”. Este track contenía una bajada por una zona con algo de exposición, lo cual rechazamos de inmediato, además de tener indicada otra “bajada técnica”. Por tal motivo, decidimos hacer un pequeño rodeo hasta llegar al nacimiento del Barranco Prado Guerrero y continuar por las Piedras de la Lobera hasta llegar a los pies de la cota 2018 para atacarla por el oeste.

Desde esa cota y hasta el Cagasero, sí fuimos pegados a la valla del coto ( o los restos de ella), unos 400 metros.

Desde el Cagasero, se nos presentan varias opciones: una volver al Barranco Prado Guerrero y continuar su línea; otra intentar crestear por el oeste, entre el Barranco Prado Guerreo y otro barranco sin nombre, que fue la elegida, y otra intentar el descenso por el Barranco de la Tejera.
Cresteando por el oeste nos encontramos con algunos mojones que eran de agradecer (y así quedaron reflejados en nuestro track), pero teníamos siempre la sensación de ir “atrochando”, en zigzag con la esperanza de que ese fuese el camino, o un camino, adecuado. Aparecemos, al acabar el descenso, en el Cortijo del Puerto, desde donde nace una pista que nos lleva a la carretera “Camino Rural Fuente de la Carrasca”, a poco más de un kilómetro de nuestro aparcamiento.
Aunque fuimos pegados de hora (empleamos 4 horas en total, 2h40’ en movimiento), todavía nos sobró tiempo para hacer una parada rápida en la Cabaña Revolcadores, en Cañada de la Cruz, y descubrir este peculiar bar, que nos dejó muy buenas sensaciones y cuya oferta no pasó desapercibida. ¡Volveremos!