CIRCULAR BERNERA - PICO OLIBÓN - RUABE DEL BOZO

Ruta realizada el 9/04/2017

Tras la buena experiencia de ayer, nos decidimos a aprovechar el buen tiempo del fin de semana y hacer una ruta corta antes de ir para casa, así que, tras desayunar a las 7 de la mañana, salimos del refugio de Lizara y nos dirigimos por el GR11.1 hacia el este, hacia el macizo de Bernera sin tener una idea clara de lo que vamos a hacer, dejándolo a la improvisación. Cruzamos el Plano de Lizara y comenzamos el ascenso hacia la derecha de la pared que no encontramos delante, alcanzando pronto la Caseta de Napazal. Subimos junto al Barranco de Articuso un buen trecho y lo abandonaremos a la derecha, siguiendo recto hacia el Collado del Bozo que vemos frente a nosotros, con la nieve ya dominando el terreno bajo nuestros pies.

Llegados ya a Collado el sol se filtra por el este sobre la sierra de Aísa, iluminando el paisaje con una luz brillante y limpia. Desde el Collado nos dirijimos hacia la izquierda bajo las paredes de Bernera hacia el Barranco de Igüer entre las dos moles de los macizos de Aísa y Bernera. Encontramos una pequeña canal que asciende entre dos peñascos hacia la izquierda y que nos llevará hasta la falda y el inicio de empinadísimo ascenso al Pico de Olibón. Comenzamos a subir poco a poco hacia el collado entre el Olibón y el Ruabe de Bernera. Antes de llegar al collado enfilamos hacia la derecha en dirección al pico, con cuidado de no resbalar, pues aquí la nieve tiene poco espesor y se encuentra bastante blanda. Ya en la cresta solo nos quedan unos pocos metros para alcanzar la cima que se encuentra completamente nevada. Las soberbias vistas y el cielo resplandeciente nos permiten ver un panorama pirenaico inconmensurable, con todos los grandes picos hacia el este y el Midi d’Osseau sobresaliendo en el horizonte hacia el noeste. Bajo nosotros vemos el valle de los Sarrios y el barranco de Bernera, así como la foya de Aragües en la otra vertiente.

Descendemos por el mismo camino con más cuidado aún que al subir, y al llegar a la parte inferior del canal decidimos desviarnos hacia el norte recorriendo el barranco hacia la Foya de Aragües. Aquí giramos a la izquierda hacia el Puerto de Aísa con la nieve ya algo blanda, y antes de alcanzar el puerto nos desviaremos hacia la izquierda hacia el Ruabe del Bozo. Alcanzamos con esfuerzo el collado a la izquierda del Ruabe, y desde allí ascendemos hasta la cima sin problemas. Tras nuestra segunda cima del día nos planteamos si volver por el mismo lado o intentar bajar por los Sarrios para completar la circular, alargando considerablemente la ruta sin tener una idea clara de por dónde bajar. Nos aventuramos a esta última opción y tras descender de nuevo al collado nos lanzamos literalmente hacia la empinadísima ladera norte entre el Ruabe y el Puntal de Labata con una nieve muy blanda y un abismo bajo nosotros. El descenso se hace durísimo por la inclinación de la ladera y el estado de la nieve, pero conseguiremos llegar a las Laderas de Cantal sanos y salvos, y rodearemos la sierra hacia el oeste bajo los puntales de Labata y el Bozo hasta llegar a la Trinchera, canal de entrada al valle de los Sarrios. Nos adentramos es este precioso valle sin habernos encontrado aún con un solo montañero, y lo recorreremos con la tranquilidad de la soledad y la belleza de este pequeño valle.
Al final del valle alcanzaremos el Puerto de Bernera y descenderemos por el barranco del mismo nombre hacia el Paúl de Bernera donde confluyen cuatro barrancos. Desde aquí descenderemos hacia el sur sumergiéndonos entre las paredes de los macizos de Fetás y Bernera, pasando por la Caseta de Bernera y el Achar de Catiellas, donde el barranco se abre sobre la planicie de Ordelca. Salimos del barranco y tras pasar junto al refugio de Ordelca y alcanzaremos el cruce del GR11.1 que nos llevará de vuelta en pocos minutos al refugio de Lizara, donde daremos por finalizada esta impresionante y durísima ruta.

He catalogado esta ruta como difícil por el peligro que tienen algunos descensos con la nieve y la dureza del recorrido en estas condiciones. Supongo que en verano el riesgo disminuye y el camino es más transitable. Con todo, una ruta muy recomendable para todo montañero con experiencia y buena forma física.