Circular integral al Calar del Espino

“Voy al bosque para perder la cabeza y encontrar mi alma.” John Muir
La Comarca de las Sierras de Cazorla y Segura se encuentra situada en el noreste de la provincia de Jaén (España), en una nítida zona de contacto entre el sur de Castilla La Mancha al norte, Región de Murcia al este, provincia de Granada al sur, y comarca de Las Lomas jienense al oeste. Debido a la extensión de la comarca, tiene varios centros administrativos-comerciales: Beas de Segura, La Puerta de Segura y Orcera. La capital histórica es Segura de la Sierra, si bien la Diputación Provincial de Jaén no establece capitalidad alguna para la comarca. Esta comarca es parte de una región aún mayor, con el nombre de la sierra como uno de sus elementos comunes. Su territorio constituye un 67,3% del parque natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas, que con sus 214300 ha, es el espacio protegido más extenso de España y el segundo de Europa. La Sierra de Segura aporta al parque natural 143346 ha.
Las Sierras de Cazorla y Segura se encuentran integradas en el sistema Prebético en claro contacto con Sierra Morena en su parte más oriental. El parque natural cuenta con una altura que varía desde los 500 m. al sur del límite, en el río Guadiana Menor, y los 2107 m. del Cerro las Empanadas. En la estructura de su relieve podemos distinguir algunos calares que limitan profundos cañones que, de forma general, siguen una orientación de Suroeste a Noreste; una alineación montañosa externa que va de Villarrodrigo hasta el Pantano del Tranco, delimitando los valles del Guadalimar y el río Hornos; el Yelmo (1809 m), los calares de la Nava del Espino (1722 m) y muchos otros de los términos de la Comarca de Sierra de Segura; el calar del Cobo (Puntal de la Misa, (1796 m), que vigila el cañón del Segura y el embalse de Anchuricas, al igual que los calares del término municipal de Santiago-Pontones y la Sierra de Almorchón (1914 m).
Más al Sur se disponen externamente la Sierra de Las Villas (Blanquillo o Pedro Miguel, (1831 m.), Los Hermanillos (1787 m.), Caballo Torraso (1726 m), Hoyacillo (1719 m), Peña Corva (1560 m), Cerro Avellano (1550 m s. n. m.); y la Sierra de Cazorla (Gilillo 1848 m), Cerro de La Laguna (1662 m), Los Castellones (1653 m), Peña de Los Halcones (1448 m); en la vertiente occidental del gran valle del Alto Guadalquivir, limitado a oriente por la Sierra del Pozo (Pico Cabañas del término municipal de Quesada (2027 m), Puntal del Buitre (2007 m), Pico del Águila (1985 m), Calar de Juana (1887 m), y la principal alineación de la Sierra de Segura, que culmina con el pico de Las Banderillas (1993 m), la cumbre más alta de la Sierra de Segura. Al Este de esta sierra se eleva un singular altiplano conocido como los Campos de Hernán Pelea, el altiplano más extenso de España con más de 5000 hectáreas y una altitud media de 1700 m, limitado por calares desprovistos de vegetación, como el Calar de las Palomas (1964 m) Calar de las Chaparras (1897 m) y Pinar Negro (1815 m).
Limitando con la provincia de Granada se extienden las sierras de La Cabrilla y Empanadas (2107 m), Cabrilla Alta (2078 m), La Cabrilla Baja (2048 m), Los Tornajos (2033 m) y Las Covachas (2023 m) que proporcionan las mayores altitudes del parque natural y que pertenecen a la alineación de la Sierra de Castril, y finalmente la Cuerda de Los Agrios con el Aguilón del Loco o Cerro Villalta (1956 m), Picón del Guante (1932 m) y Rayal (1831 m). Estas sierras sirven de divisoria de aguas entre el Atlántico y el Mediterráneo, teniendo en ella su nacimiento dos de las corrientes más importantes de España y la Península: El río Guadalquivir, que tras recorrer unos 50 km dentro de estas sierras en dirección Norte gira hacia el Oeste; hacia el Este transcurre el río Segura.
Esta es una de las rutas más atractivas de la Sierra de Segura, por la relevancia ecológica de la zona y los paisajes que se divisan. Al desarrollar un giro completo alrededor del monte El Espino, el sendero es un auténtico balcón desde el que se contempla prácticamente la totalidad de las zonas más agrestes de la comarca. Hacia el nordeste se ve la Sierra del Agua, cuyo nombre se debe a la existencia en tiempos lejanos de ingeniosos mecanismos hidráulicos para aserrar madera, impulsados por el agua del río Tus, que nace en las cercanías.
La ruta discurre en su mayor parte por el Área de Reserva de Las Acebeas-Nava del Espino, que como tal goza del mayor nivel de protección dentro del Parque Natural debido a la presencia de numerosas especies vegetales endémicas y en peligro de extinción. Atravesaremos impresionantes pinares de pino laricio, salpicados de arces, quejigos y majuelos, así como un bien conservado encinar a media ladera. En lo alto del calar, en cuyo extremo norte hay una antigua caseta de vigilancia de incendios, vemos el típico modelado kárstico, así como ricos pastizales, piornales y arenarias. Buena parte de la gran fauna segureña frecuenta estos parajes, como la cabra montés, el ciervo, el águila real y el buitre leonado.
Además de la señalización propia de la derivación en blanco y rojo, encontraremos balizas y marcas blancas, rojas y amarillas, al coincidir parte de recorrido con el antiguo PR-A 178 y además podemos encontrar balizas con flechas blancas también para indicar la correcta dirección. Al poco de iniciar el camino entre un espeso y húmero bosque de pino laricio, contemplaremos algunos ejemplares de acebo, especie norteña, que encuentra en estos parajes el microclima adecuado para tener uno de sus últimos paraísos meridionales.
Ésta ruta la comenzamos desde la pista forestal de la vereda del tejo, junto a una curva a la izquierda, antes de llegar al Ventano, allí dejamos el coche. Andamos unos metros por una pista que no está en muy buen estado y nos encontramos una barrera. En la pista forestal que seguimos llegaremos hasta un cruce de caminos que a la izquierda nos conduce hasta el cerro del espino y a la derecha al nacimiento del Río Madera (un corto río afluente del río Segura que discurre íntegramente por la provincia de Jaén ,nace bajo el Calar del Espino y desemboca en el río segura a la altura de la localidad de Huelga Utrera), seguimos por la izquierda y nos encontramos con otra barrera que nos indica el comienzo de la ruta.
Seguimos la pista durante un buen trecho, pasamos por dos cercanos miradores naturales y llegamos a un cruce con el Pr-A 178 al Cerro del Espino y la Peguera del Madroño. El sendero a la izquierda nos lleva en pronunciada pendiente al Calar, pasamos junto a una estación meteorológica y se vuelven abrir ante nosotros unas espectaculares vistas, el Calar de Cobos y el Calar de la Mora frente a nosotros. A medida que ascendemos la vegetación arbórea se ve más limitada, y comienzan a tener cierto protagonismo los piornales y arenarias, entre pedregales y roquedos. La senda en el Calar es muy fácil de seguir y se encuentra delimitada lateralmente en su mayor parte por filas de piedras. A contra mano, hacia la izquierda, vemos otra senda de las mismas características por la que vamos a llegar al calar, y bajaremos por la que dejamos a nuestra derecha. Pasamos por unas grandes paredes de roca y cuando finalizamos el ascenso nos sorprenderá un amplio calar de casi dos kilómetros de longitud.
Nos encaminamos hasta el Alto de Morillas, donde encontramos varios ejemplares de Tejos entre los peñascos y desde donde podemos disfrutar de unas amplias panorámicas de las cumbres más significativas de la Sierra de Segura, Cazorla y Las Villas. Nos ofrece la mejor panorámica posible sobre el propio calar y parajes como el Collado de Góntar, el castillo de Segura de la Sierra, el Banderillas, la Sagra de (Granada), el Calar del Mundo (Albacete) y la llanura manchega (Ciudad Real), entre otros muchos lugares.
Vamos recorriendo el calar en dirección al extremo norte del Calar, continuando la senda señalizada hacia el norte. Llegamos al punto geodésico del Espino y al mirador Norte del Calar, con vistas profundas sobre la Sierra del Agua, el Valle del Tus, el Calar del Mundo y el Cerrico de las Mentiras, entre otros.
Del mirador seguimos el sendero bien marcado para iniciar el descenso y llegar a la desviación donde iniciamos el ascenso al Calar, pasamos por unos tórnanos, poco antes de llegar, de nuevo, a la estación meteorológica. Seguimos descendiendo de manera cómoda y por zona sombreada por encinas, seguimos adelante por el camino que se muestra delante de nosotros que en un principio se muestra sombreado. Llegamos al desvío al Collado Góntar y la Peguera del Madroño y giramos a la izquierda hasta llegar al panel de Inicio de la Ruta al Calar del Espino. Seguimos la pista en dirección alCortijo de la Viuda, poco antes hay una fuente con agua fresca al lado de la pista. Desde aquí nos dirigimos hasta el cruce con la pista principal e iniciamos una constante subida por la misma hasta el Ventano.
El ventano es una formación rocosa en la piedra, un vano que por efecto de la erosión se abre en la cuerda que continua desde el Cerro de la Tejera. Llegamos al collado donde la pista se precipita hacia la Fuente del Tejo, pero nosotros tomamos dirección este para seguir por una vereda que nos conducirá bajo el arco natural que se forma en estas peñas y que nos ofrece una perspectiva magnifica a través de él. Volvemos sobre nuestros pasos y por la pista principal, ahora en bajada, llegamos a la curva donde dejamos aparcado el coche, dando por terminada esta preciosa ruta.
Y recuerda: “A veces nos perdemos, pero siempre llegamos”