CALDERA BANDAMA (Gran Canaria)

Bonita caminata a la cima y por el borde de la Caldera de BANDAMA. El nombre de Bandama proviene de un comerciante flamenco del siglo XVI, llamado Daniel Van Damme, quien residió en Gran Canaria y compró los terrenos que ocupan hoy la caldera para destinarlos al cultivo de la vid y la elaboración de vino.
Nada más llegar la imponente Caldera de 200 metros de profundidad y 1100 metros de diámetro , persuade al visitante a adentrarse en su interior. Bajamos por un cuidado sendero que nos lleva al antiguo lagar que sirvió para prensar las primeras uvas que plantaron los colonos llegados , tras la conquista de la Isla. La tradición centenaria por el cultivo del vino en estas laderas, enorgullece a los numerosos bodegueros que siguen elaborando aquí excelentes caldos.

Hay constancia de que en la zona existía el frondoso Bosque del Lentical. Talado por completo tras la conquista, para aprovechar su madera.

También hay documentada la existencia en la vertiente Norte de un asentamiento aborigen con silos para guardar el grano, que prueba el cultivo en la zona ya antes de la llegada de los Castellanos.

Después de visitar el lagar y otras antiguas construcciones en piedra podemos pasear por el sendero circular que recorre su interior y descubrir la exuberante vegetación que tapiza todo el fondo.
Nos llama la atención las antiguas acequias construidas en piedra para canalizar el agua, así como las cuevas excavadas en la ladera sur. Indicios de una frenética actividad agrícola en el pasado .
Allá abajo a 200 metros de profundidad la tierra nos trasmite una gran sensación de calma y bienestar, el silencio del lugar te anima a sentarte en el suelo para mirar las imponentes laderas de este volcán , que se hundió hace más de 5.000 ańos , el cono de ceniza se desplomó por su propio peso , debido al vacío que dejó en el subsuelo la salida de la lava.
Los pasos de otro visitante te devuelve a la realidad y recuerdas que tienes que emprender la empinada subida para volver.
Arriba, en la vereda circular que recorre el borde superior de la Caldera, se puede disfrutar de unas vistas excepcionales en los numerosos miradores creados al efecto.
Al finalizar el camino, visitamos el Aula del Vino, una antigua bodega allí presente que nos deleita con un vino cultivado a orillas de La Caldera.