Circular Centenares, Canalejas desde el control del Aguamula (Sierra de Segura)

Ruta ideada por nuestro compañero y amigo Miguel Armenteros, gran amante de éste rincón serrano. La ruta es impresionante, ha dejado un grato sabor de boca en los participantes de la misma; de gran longitud , pues se acerca a los 29 km y dura por el desnivel acumulado a superar, casi 1.300 m, pero bastante cómoda en casi todo su recorrido pues gran parte del mismo discurre por viejos y bellos senderos de herradura, a veces casi perdidos y que nos muestran el legado de gentes que hicieron de éstos su forma de vida y de moverse por la Sierra.
En ésta ruta se complementan de forma magistral Naturaleza y Etnografía, pues recorremos rincones recónditos ,raramente visitados hoy día salvo por algún que otro montañero, pero que en un tiempo no muy lejano fue un hervidero de gentes, que vivían de lo que de éstas pobres tierras obtenían y que una cruel Administración, insensible y que no entiende de arraigo, de amor a la tierra que los vio nacer , desalojó, expropió, a veces de forma brutal , para crear un gigante coto de caza para señoritos.
A la vez que éste recorrido ha dejado una indeleble y gratificante huella en mi, también hubo sitio para la tristeza, al pensar que senderos tan bellos y magistralmente ejecutados ,aldeas y cortijadas en parajes idílicos están destinados a perderse en el olvido.
Comenzamos a caminar en el control del Aguamulas, (cerca del Camping de los llanos de Arance, a algo más de 2 km de éste por la pista que acompaña a el Embalse del Tranco),hacia el SE por la pista que acompaña al Río Aguamulas y que termina el el Cortijo de la Fresnedilla. Tras 3,5 km, habiendo dejado atrás la Casa de los Bonales y su fuente, dejamos ésta pista tomando un carril a nuestra izquierda y que acompaña al Arroyo del Hombre. Éste camino termina en menos de 2km en el Cortijo del Tío Ratón o del Hombre, espectacular vivienda excavada en la roca y que merece la pena ser visitada. Tomamos un sendero hacia el NE y que en fuerte pendiente en un kilómetro aproximadamente nos deja en una superficie llana y deforestada junto a los restos de un cortijo, el de las Grajas. Ahora buscamos un sendero al Este que se introduce en el bosque de pinos y que en pocos metros nos lleva junto al lecho del Arroyo de la Grajas en una espectacular cerrada donde se sitúan dos cuevas enormes, las de las Grajas y que se utilizaron para guardar ganado.
Ahora tomamos un sendero hacia el Sur que en fuerte pendiente nos saca del lecho del arroyo y que a veces es poco visible por los desprendimientos de rocas, pero se intuyen sus zigzagueos, hasta que llegamos a un pinar en donde se introduce el mismo y que hacia el Este va de nuevo buscando al Arroyo.
En una bifurcación de barrancos tomamos el de la izquierda, abandonado el Arroyo de las Grajas y un poco más arriba en una nueva bifurcación de nuevo tomamos a la izquierda, siempre siguiendo un sendero que a veces no es visible.
Salimos a la pista que desde el Tranco va a los Centenares por la Sierra de Mirabueno y la tomamos a la izquierda, al Oeste , para en breve a la derecha tomar el carril que sube a las antenas y caseta de vigilantes de Majal Alto (1.530 m). Las vistas desde éste lugar son realmente sobrecogedoras, abrumadoras, una atalaya espectacular. Tras disfrutar de éstas panorámicas desandamos el camino y seguimos por la pista hacia el Este para en algo más de 1´5 km desde la caseta , salirnos de la pista por la derecha en busca de un sendero que zigzagueando asciende y bordea el Chuscarrón , para después descender en busca del arroyo de la Grajas y el camino de las Espumaderas. Tras caminar brevemente por dicho camino tomamos un sendero a la derecha , hacia el NE, que desciende hasta la bellísima aldea de los Centenares , con el increíble fondo de la Umbría de la Parra , los Miradores y el Barranco del Arroyo de los Centenares a sus pies.
Éste fue el lugar elegido para descansar un rato ,comer y recorrer sus calles mientras nuestras mentes volaban , imaginado como sería la vida aquí, claro está ,desde nuestro prisma de urbanitas y con un aire de romanticismo posiblemente muy lejano de la cruel realidad, pero es que éste es uno de los lugares más bellos que jamás visitara.
Para regresar nos dirigimos a la aldea de las Canalejas, hacia el NO, atajando por un sendero medio perdido por una torrentera. Salimos a dicha aldea a la altura de su cementerio, donde aún hay tumbas cuidadas y con flores. Una especie de nostalgia se apodero de mi al recorrer ésta aldea o lo que queda de ella, el cementerio, los restos de una iglesia y una fuente con lavaderos, pues lo demás son solo cascotes, al parecer restos de casas dinamitadas por la Administración para evitar que sus moradores regresaran a ellas. Y es que ésta aldea tuvo que tener su importancia en éste apartado rincón serrano, pues contaba con tienda de ultramarinos e iglesia.
Al llegar a la altura del Arroyo de las Canalejas, nos salimos de la pista a la derecha, hacia el Oeste en busca de un sendero que desciende junto al arroyo unas veces por su margen derecha y otras por la izquierda, pasando por el llamado ( por Alpina) Estrecho de los Centenares (bella cerrada recorrida por el más bello sendero de mampostería del día). El sendero hacia el NO se va separando del arroyo y termina en la pista que desde la Fuente del Roble va al Puente de Hierro.
Seguimos dicha pista hacia el Oeste durante 1´5 km ,hasta que a nuestra derecha aparece un cortafuegos, el cual tomamos hasta que éste termina en menos de 1km y salimos a la pista de Mirabueno, ahorrándonos más de 3 km de tediosa pista.
Nos queda la parte menos bonita de ésta ruta, 6 km de pista, primero por la de Mirabueno y después por la que acompaña al Embalse del Tranco, siempre en una dirección más o menos SO.