CIRCULAR CERRO HUENES, TAMBORIL, CERRO DE LAS MINAS, CERRO GORDO, PICO DE LA CARNE Y CERRO DEL SOL DESDE EL COLLADO SEVILLA

Magnética ruta por esta auténtico desfile de picos y oteros naturales que brinda el macizo montañoso del Huenes, coronando sus prominencias más importantes como son el Cerro Huenes, el Tamboril, el Cerro de las Minas, Cerro Gordo, el Pico de la Carne y el Cerro del Sol, majestuosos miradores todos ellos a Sierra Nevada con su inmaculada cuerda desde el Veleta al Caballo, el Trevenque, los Alayos y a la ciudad y la Vega de Granada, siguiendo como hilo conductor de este pateo el sendero PR-A 20 partiendo desde el Collado Sevilla al que le hemos añadido el ascenso a las mencionada cotas. Además de las apabullantes panorámicas que obtenemos en esta ruta, ésta esconde infinidad de atractivos que hacen de ella uno de los rincones imprescindibles del Parque Nacional de Sierra Nevada, disfrutando del sensacional sendero que recorre Tajo Colorao y toda la cara oeste del Cerro Tamboril, los idílicos bosques y entorno de Fuente Fría y la Llanada del Chopo, los arenales dolomíticos que afloran en diferentes tramos del recorrido, y sobre todo la grandiosidad de sentir la magia nevadense que impregna este espectáculo visual encaramados en unos de los mejores palcos para disfrutar de esta apoteosis natural que es Sierra Nevada.
COLLADO SEVILLA – PISTA DE LA CORTIJULEA – PUENTE DEL ARROYO HUENES – MAJADA DEL NEO – TAJO COLORADO – CUESTA QUEBRANTAJARRES – BARRANCO DEL LOBO – LOMA DE LA PESTE – REFUGIO DE FUENTE FRIA – CAÑADA DE FUENTE FRIA – FUENTE FRIA – LLANO DE FUENTE FRIA – APRISCO Y FUENTE DE LOS REDILES DEL CERRO HUENES – CAÑADA DEL CHOPO – FUENTE DEL CHOPO – COLLADO HUENES – CERRO HUENES (VERTICE GEODÉSICO) – LLANOS DEL CHOPO – CERRO DE LAS MINAS – CERRO GORDO – PICO DE LA CARNE – CERRO DEL SOL – CRUZ DE LOS ADICTOS – PUENTE DE LOS SIETE OJOS – COLLADO SEVILLA.
Iniciamos esta ruta en el aparcamiento habilitado en el Collado Sevilla o Collado del Canal de la Espartera, antiguamente conocido en los siglos XVIII, XIX y comienzos del XX como Era de los Pensamientos cuando por aquí merodeaban los viajeros románticos de aquella época a los que tantas fascinación causaba Sierra Nevada. Está ubicado más arriba de la Fuente del Hervidero en dirección a La Cortijuela, al que accedemos desde la Urbanización Cumbres Verdes de La Zubia.
Comenzamos a caminar tomando el sendero balizado PR-A 20 que sigue en su inicio la pista que se dirige en suave descenso hacia el este en dirección a La Cortijuela y que transcurre paralela al Barranco del Arroyo Huenes. Cuando llevamos 1 km de trayecto tomaremos un camino que aparece a nuestra izquierda y que nos desciende al mismo cauce del Arroyo Huenes, el cual salva con un bonito puente de piedra. Este camino es que originalmente se comenzó a construir para llegar al vivero forestal de Fuente Fría pero que finalmente quedó como proyecto inconcluso finalizando la obra por los escarpes de Tajo Calorao.
El camino discurre tras el puente por el margen derecho del Barranco del Huenes atravesando llaneando el pinar donde encontramos la Majada del Neo, con las ruinas del viejo cortijillo bajo el camino. Tras la majada el camino salva con otro sólido puente de piedra el Barranco de las Majadillas y éste comienza a estrecharse mientras nos introducimos en los farallones verticales de Tajo Colorado (o Tajo Colorao, si nos aferramos a la fonética local), cuyo vertiginoso y agreste relieve salva el camino de forma magistral con unos potentes muros de contención que nos hace sumamente grata la caminata por este tramo donde resulta casi increíble poder disfrutar tan cómodamente de un terreno tan escarpado y aparentemente insalvable con el apacible Valle del Huenes abriéndose bajo nosotros con la inconfundible silueta de la Boca de la Pescá y la Silleta de Padul frente a nosotros.
Los restos del camino van dando paso definitivamente a la vieja senda que ancestralmente ha atravesado esta ladera del Tamboril, virando en dirección norte tras atravesar unos escarpes afianzados por unas vallas de madera. El sendero comienza a tener un trazado algo aéreo sin llegar a dar sensación de peligro en ningún momento dado el buen porte del mismo. Pasamos junto a una pequeña cueva que queda por encima del sendero en pleno Barranco del Horcajo tras la que llegamos a una preciosa zona de arenales dolomíticos, donde el sendero rasga esta superficie blanquecina salpicada de pinos y plantas entre las cárcavas que consiguen subsistir en tan árido medio.
El sendero prosigue recorriendo la ladera occidental del Tamboril hacia el norte hasta confluir con otra vereda que viene desde el mismo cauce del Arroyo Huenes en pleno valle ascendiendo por la llamada Cuesta de Quebrantajarres, cuyo últimos desniveles completamos en nuestro recorrido hasta llegar a una pequeña y despejada explanada, antiguo descansadero del ganado y desde donde podemos disfrutar de unas esplendidas vistas hacia la Vega Granadina y toda la Sierra de la Almijara, Tejeda y Loja, donde el Lucero y La Maroma destacan con sus inconfundibles perfiles sobre el horizonte.
Una vez recuperado el resuello seguimos el sendero que ahora se introduce en la espesura del pinar que tapiza el Barranco del Lobo, atravesando éste y continuando ya por un camino más amplio que, escoltado por una hilera de cipreses, atraviesa en suave ascenso la porción más alta de la Loma de la Peste hasta llegar al Refugio de Fuente Fría, antiguo Barracón Forestal del Cerro Huenes y vivero forestal que se construyó para el uso de los trabajadores que realizaron la repoblación forestal de esta zona de la sierra entre los años 40 y 70. Fue abandonado tras el cese de la actividad selvícola arreglándolo posteriormente la Federación Andaluza de Montaña aunque en la actualidad se encuentra en franco abandono y en penosas condiciones, siendo utilizado realmente como corral de ganado donde el estiércol y la desidia cubren las rememoranzas de este histórico rincón de Sierra Nevada abocado al más triste olvido.
Frente al refugio podemos apreciar una fuente habitualmente seca cuya agua viene conducida desde la verdadera Fuente Fría un poco más arriba por donde pasaremos más adelante. También junto al refugio podemos contemplar las ruinas del viejo cortijo de Fuente Fría, la construcción primigenia y centenaria de este paraje tan embaucador.
Dejamos atrás el refugio y continuamos ascendiendo entre el pinar por el sendero que discurre de forma paralela al carril por encima de éste y que nos introduce de lleno en la Cañada de Fuente Fría, que aumenta la pendiente en el ascenso mientras nos conduce al paraje donde se ubica la verdadera Fuente Fría, la que da nombre a toda esta zona, situada por encima de la curva que hace el carril junto a una pequeña alberca y los restos metálicos del antiguo destilador que aprovechaba la abundancia de agua para realizar la destilación de las plantas aromáticas de la zona para obtener aceites y esencias que colmaba de vida y actividad de esta parte de la sierra en el siglo pasado y cuya gestión realizaba las Destilaciones García de la Fuente, empresa de Armilla fundada en 1924 y que llegó en esa época a ser la empresa líder del sector de toda España.
Seguimos ahora el carril que nos introduce tras un suave ascenso en el Llano de Fuente Fría, enclavado entre el Tajo de la Sabina y el Cerro Huenes y que nos conduce un poco más adelante a los Rediles del Cerro Huenes, un aprisco ganadero junto a un edifico de reciente construcción donde encontraremos una preciosa fuente-abrevadero que toma el agua de la cercana Fuente del Chopo.
Seguimos la pista y tras pasar una construcción que sirve de depósito de agua, el sendero se aparta del camino y se introduce a la derecha en la Cañada del Chopo, pasando junto a un abrevadero metálico y junto al Fuente del Chopo, que pasa un poco desapercibida ya que su nacimiento se esconde bajo una arqueta y una poza de agua con poco caudal debido a que el agua es captada y conducida a los Rediles del Cerro Huenes.
El sendero, perfectamente balizado, asciende ya con una pendiente más pronunciada hacia el suroeste hasta conducirnos tras salir de la frondosidad del bosque que cubre la Cañada del Chopo al sorprendente Collado Huenes, donde se presenta de forma súbita una espectacular panorámica con toda la cuerda de las altas cumbres de Sierra Nevada desde el Veleta al Caballo con la masa arbórea de la Llanada del Chopo en primer plano, a la que sirve de antesala este collado.
Nos salimos en este punto del sendero PR-A 20 girando a la derecha para subir ya sin sendero definido a la cumbre del Cerro Huenes, coronando tanto su vértice geodésico (1798 m) que se encuentra en el extremo occidental de la cumbre como su auténtico punto más elevado (1806 m), siendo las vistas desde estos puntos verdaderamente estratosféricas, tanto a la ciudad de Granada como a Sierra Nevada, desfilando ante nosotros cumbres como el Veleta, los Tajos de la Virgen, Elorrieta, el Tozal del Cartujo, Tajos altos y el Caballo en lo que a tresmiles se refiere, apareciendo también en primer plano el Trevenque, Cerro Gordo, el Pico del Tesoro, los Alayos o Castillejos, etc. Completamos la panorámica de 360º con otras sierras andaluzas como la Sierra Almijara con el Navachica y el Lucero, Sierra Tejeda con La Maroma, la Sierra de Loja, la Sierra de la Parapanda, Sierra Elvira, las Sierras Subbéticas, la Sierra Sur de Jaen, la Sierra de Huétor y Sierra Arana, la Sierra de Cazorla, del Pozo, Castril e incluso La Sagra entre otros accidentes geográficos que llegan a saturar visualmente en tan inmejorable mirador natural.
Descendemos hacia el Collado Huenes donde retomamos momentáneamente el PR-A 20 de nuevo continuándolo hacia el sur introduciéndonos en el Llano del Chopo para tras descender suavemente salirnos de nuevo de su cómodo trazado y tomar campo a través dirección suroeste para ascender a la mole pétrea que surge ante nosotros que no es otro que el Cerro Tamboril (1775 m), a cuya cumbre ascendemos con una sencilla trepada y que nos muestra de nuevo unas vistas supremas a la sierra y a la Vega de Granada.
Descendemos con cuidado del Tamboril para atravesar de nuevo la Llanada del Chopo por el PR-A 20 ahora en dirección norte e inmediatamente salirnos otra vez de éste para ascender en dirección este sin senda al collado situado entre el Cerro de las Minas y Cerro Gordo. Una vez en él ascendemos a nuestra izquierda al Cerro de las Minas (1849 m), de cima amesetada y cuyo nombre hace referencia a la actividad minera que tuvo esta zona del macizo del Huenes donde es fácil encontrar por doquier catas de minas donde se buscaba hierro y plata.
Desde el Cerro de las Minas nos llama especialmente la atención nuestro siguiente objetivo, Cerro Gordo, de afilada y arenosa silueta piramidal a cuyo abordaje nos dirigimos descendiendo al collado al que llegamos anteriormente y desde donde en una explosiva subida accedemos a su despejada cumbre (1885 m), máxima elevación del macizo del Huenes y desde donde las vistas son realmente impresionantes, tomando el Trevenque, el Pico de la Carne y la cuerda de tresmiles de Sierra Nevada todo el protagonismo de la panorámica. En este lugar el montañero Fernando Vélez hace décadas erigió una pequeña capilla con una imagen de Cristo de la que actualmente no queda ningún tipo de resto.
Descendemos ahora por la cara sur de Cerro Gordo extremando las precauciones puesto que el duro terreno de arenal presenta gran cantidad de piedra suelta que con suma facilidad puede dar con las posaderas en el suelo. Nos mantenemos en el sendero que recorre la misma cuerda dolomítica con la clara y espigada referencia del Pico de la Carne como próximo destino de nuestra andanza mientras descendemos por la divisoria de aguas del Barranco de las Majadillas y del Arroyo del Huenes, profundo surco que nos separa del omnipresente Trevenque que nos muestra su imponente silueta con su alargada y afilada cuerda occidental.
Llegamos a la base del Pico de la Carne donde comienza un nuevo ascenso bastante vertical siguiendo el sendero que nos lleva a los escarpes rocosos de la cima de esta estilizada montaña, auténtica atalaya desde cuya cumbre (1806 m) se obtienen otras vistas brutales a Sierra Nevada, el Trevenque, Cerro Gordo y el Barranco del Huenes.
Descendemos de nuevo extremando precauciones por el terreno suelto y duro siguiendo la cuerda que nos conduce de forma inmediata al Cerro del Sol (1728 m), prominencia menos acusada y de fácil acceso que nos permite aumentar las perspectivas añadiendo el Pico de la Carne a la panorámica ya mencionada que se obtiene desde estas cumbres.
Continuamos el descenso siguiendo el sendero que recorre la Loma del Cerro del Sol por la divisoria en dirección oeste, pasando junto a la Cruz de los Adictos, curiosa cruz de forja con flores artificiales que nos lleva a cuestionar la conveniencia de esta proliferación de símbolos religiosos en una naturaleza que se supone que debemos preservar intacta y a salvo de ningún tipo de elemento ajeno al propio medio y a la subsistencia en el mismo.
El sendero confluye un poco más abajo en el PR-A 20, sendero que retomamos de nuevo ahora en un descenso algo más cómodo a la vez que vira en dirección sureste para descendernos al mismo cauce del Arroyo Huenes, finalizando la senda junto al soberbio Puente de los Siete Ojos, donde seguimos la amplia pista que desciende junto al barranco del Huenes y que tras 2 kms nos conduce en un suave ascenso al aparcamiento del Collado Sevilla, poniendo así punto y final a esta sensacional ruta.