Circular Cortijuelos, bosque encantado, playas del quiebrajano, colas y cañada del sabinar

Esta ruta, en su planteamiento, comenzó siendo un "paseo" desde Cortijuelos por caminos y. un trocito de sedero -bosque encantado- hasta el embalse y vuelta por el mismo sitio. Por si el tema sabía a poco, y sabiendo como las gastan los del club a 5 leguas, llevaba preparado un par de track de la zona, uno de los cuales, aprovechando la escasez de lluvias que sufrimos desde hace unos años, permitía adentrarse por las playas del pantano llegando hasta el barranco de los lobos. Efectivamente, mis temores se cumplieron y a pesar de que el paseo resultó muy satisfactorio, lo de volver por el mismo sitio no resultaba atrayente y por unanimidad, allí que nos fuimos a pasear por las playas del pantano a comprobar hasta donde éramos capaces de llegar. Excepto 3 puntos, donde grandes bloques de piedras o inclinación de la ladera, nos obligaron a extremar las precauciones y efectuar alguna pequeña trepada, el resto del camino ha resultado muy asequible, siempre y cuando se ande con cuidado pues la inclinación, aunque no excesiva, si puede darnos un susto en un despiste. Y así avanzando pegado al pantano nos hemos encontrado entrando en sus colas, algo inimaginable esta mañana.
El disfrute del paseo por este cañón que actualmente se ha convertido en un valle atravesado por el rio Valdearazo ha sido inmenso y la reposición de energías en un prado junto al puente de madera, merecido.
La duración de la ruta incluye unos 50 minutos de desayuno y almuerzo una subida por la cañada del sabinar con mucha calma.
Destacar,- sin desmrerecer los prado, bosques y caminos de esta zona, que sin duda tienen su encanto- las diferentes perspectivas que el pantano nos ofrece, su cañón "florecido" y los 2 caminos "medievales", el del bosque encantado y el de la cañada del Sabinar, especialmente este último, magnífico trabajo de ingeniería caminera que permite de forma relativamente cómoda y segura salvar este impresionante desnivel hasta el valle del rio.
En definitiva, magnífico día de senderismo con unos compañeros de ruta soberbios.