Circular de Alhama de Almería (cerro Milano-Barranco del Pasillo-PR-A 359)
near Alhama de Almería, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
Ruta por las estribaciones de la Sierra de Gádor. Partimos desde la cascada de Alhama, cerca del balneario de San Nicolás, por donde pasaba la carretera antigua. El nombre del pueblo procede del vocablo árabe “ alhamman”, el baño, debido a la existencia de afloramientos de agua termales (aunque también se conoce al pueblo como Alhama la Seca).
Tras unos metros de subida, dejando a nuestra izquierda los Castillejos, restos -muy escasos- de una fortaleza musulmana, iniciamos una acusada subida por pista hormigonada que en zigzag nos lleva primero a la Cruz de Abajo y luego adonde se asentaba un morabito y hoy también cristianizado, la Cruz de Arriba. Morabito se llama a la persona muy pía, incluso con halo de santidad, en el Islam, y por extensión al lugar donde vivía o se enterraba. Aquí acaba esta pista, pudiendo disfrutar de excelentes vistas: el cerro Montenegro (o Galayo), 1775 msnm, que es el pico más oriental de Sierra Nevada; la sierra de los Filabres, con su observatorio astronómico; sierra Alhamilla; e incluso la Bahía de Almería, que cierra la sierra del Cabo de Gata.
Desde aquí tomamos un sendero con un primer tramo -corto- en ascenso, para coronar el cerro Milano (popularmente también llamado de la Cruz), de 772 msnm; luego continúa cresteando, ofreciéndonos también magníficas vistas del cerro de la Cruz de Huécija (con su ermita). Descendemos suavemente entre esparto y pino carrasco, de repoblación, hasta llegar a una construcción, al lado de un olivar, la caseta de la Luz, junto a un aljibe; continuamos por la senda que sale junto a éste, entre pinos, en la misma dirección que llevamos. Más adelante la senda se vuelve menos marcada, al llegar a unas paratas con olivillos, que parecen abandonadas. Las paratas son como se conocen sobre todo en Granada y Almería los bancales, pequeños y estrechos, para aprovechamiento agrícola de terrenos con declive, formando terrazas horizontales con muros de piedra seca (sin usar mortero, utilizando ripios para acuñarla); estos muros, que pueden alcanzar varios metros de altura, aquí los llamamos balates, reminiscencia del pasado musulmán de la zona (también voz árabe: “balat”, camino empedrado, calzada).
Avistaremos una construcción donde termina un carril de tierra, al que bajamos por un espartal; subimos el carril hasta llegar a otro aljibe, junto a la pista forestal. Nosotros seguimos por otra senda muy bonita entre pinos, que nos dará vistas a Gatuna, bajando progresivamente hacia el barranco del Pasillo, dejando la Yesera a nuestra derecha. Tras cruzar el barranco, lo seguimos a la derecha, por senda poco marcada, a veces por el mismo borde del barranco, que recruzamos, o por las paratas, hasta las cercanías del cortijo de D. Alfredo, hoy en estado ruinoso (de niños, lo conocíamos como el chalet de la bola, por su cúpula). Lo dejamos a nuestra derecha y bajamos al barranco para cruzarlo por última vez junto a un carril que en subida nos lleva a otro, donde empalmamos con el sendero de los Barranquillos (PR-A 359). El camino más a la izquierda baja por el Moralillo y el que está más a la derecha continúa el PR hacia el barranco de los Cazadores: tomamos el del centro, que se dirige a Alhama, parte también de este sendero de pequeño recorrido. Va descendiendo entre pinos por el pinar del Chaparral convirtiéndose luego en senda, pasa junto a una pared rocosa que es zona de escalada, cruza el barranco del Romeral y en la Solana de los Barranquillos se bifurca: hacia la derecha se dirige al barranco de los Cazadores; seguimos a la izquierda, hasta llegar al inicio del sendero en el paraje de las Balsillas. Por la pista asfaltada regresamos al pueblo, pasando junto a la estatua dedicada a su más ilustre hijo, Don Nicolás Salmerón y Alonso, presidente que fue de la Primera República de España (también se conoce a la localidad como Alhama de Salmerón), su casa y jardín y por la calle de los Médicos hasta llegar al punto de inicio de la ruta (aquí también hay un interesante cartel sobre el pasado minero de la comarca).
Tras unos metros de subida, dejando a nuestra izquierda los Castillejos, restos -muy escasos- de una fortaleza musulmana, iniciamos una acusada subida por pista hormigonada que en zigzag nos lleva primero a la Cruz de Abajo y luego adonde se asentaba un morabito y hoy también cristianizado, la Cruz de Arriba. Morabito se llama a la persona muy pía, incluso con halo de santidad, en el Islam, y por extensión al lugar donde vivía o se enterraba. Aquí acaba esta pista, pudiendo disfrutar de excelentes vistas: el cerro Montenegro (o Galayo), 1775 msnm, que es el pico más oriental de Sierra Nevada; la sierra de los Filabres, con su observatorio astronómico; sierra Alhamilla; e incluso la Bahía de Almería, que cierra la sierra del Cabo de Gata.
Desde aquí tomamos un sendero con un primer tramo -corto- en ascenso, para coronar el cerro Milano (popularmente también llamado de la Cruz), de 772 msnm; luego continúa cresteando, ofreciéndonos también magníficas vistas del cerro de la Cruz de Huécija (con su ermita). Descendemos suavemente entre esparto y pino carrasco, de repoblación, hasta llegar a una construcción, al lado de un olivar, la caseta de la Luz, junto a un aljibe; continuamos por la senda que sale junto a éste, entre pinos, en la misma dirección que llevamos. Más adelante la senda se vuelve menos marcada, al llegar a unas paratas con olivillos, que parecen abandonadas. Las paratas son como se conocen sobre todo en Granada y Almería los bancales, pequeños y estrechos, para aprovechamiento agrícola de terrenos con declive, formando terrazas horizontales con muros de piedra seca (sin usar mortero, utilizando ripios para acuñarla); estos muros, que pueden alcanzar varios metros de altura, aquí los llamamos balates, reminiscencia del pasado musulmán de la zona (también voz árabe: “balat”, camino empedrado, calzada).
Avistaremos una construcción donde termina un carril de tierra, al que bajamos por un espartal; subimos el carril hasta llegar a otro aljibe, junto a la pista forestal. Nosotros seguimos por otra senda muy bonita entre pinos, que nos dará vistas a Gatuna, bajando progresivamente hacia el barranco del Pasillo, dejando la Yesera a nuestra derecha. Tras cruzar el barranco, lo seguimos a la derecha, por senda poco marcada, a veces por el mismo borde del barranco, que recruzamos, o por las paratas, hasta las cercanías del cortijo de D. Alfredo, hoy en estado ruinoso (de niños, lo conocíamos como el chalet de la bola, por su cúpula). Lo dejamos a nuestra derecha y bajamos al barranco para cruzarlo por última vez junto a un carril que en subida nos lleva a otro, donde empalmamos con el sendero de los Barranquillos (PR-A 359). El camino más a la izquierda baja por el Moralillo y el que está más a la derecha continúa el PR hacia el barranco de los Cazadores: tomamos el del centro, que se dirige a Alhama, parte también de este sendero de pequeño recorrido. Va descendiendo entre pinos por el pinar del Chaparral convirtiéndose luego en senda, pasa junto a una pared rocosa que es zona de escalada, cruza el barranco del Romeral y en la Solana de los Barranquillos se bifurca: hacia la derecha se dirige al barranco de los Cazadores; seguimos a la izquierda, hasta llegar al inicio del sendero en el paraje de las Balsillas. Por la pista asfaltada regresamos al pueblo, pasando junto a la estatua dedicada a su más ilustre hijo, Don Nicolás Salmerón y Alonso, presidente que fue de la Primera República de España (también se conoce a la localidad como Alhama de Salmerón), su casa y jardín y por la calle de los Médicos hasta llegar al punto de inicio de la ruta (aquí también hay un interesante cartel sobre el pasado minero de la comarca).
Waypoints
Panorama
2,448 ft
Desde el cerro Milano (a la izquierda la ermita de la Cruz de Huécija)
Al fondo a la derecha, cerro Montenegro
Ruins
2,375 ft
Cortijo de D. Alfredo
Comments (2)
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Magnífica explicación de la ruta. Me encantan tus comentarios Manolo!
Muchas gracias, espero que te hayan servido para imaginarte la ruta en la distancia