Pastorekorta desde Arrigorriaga

Se trata de una ruta relativamente corta, aunque muy interesante, que se desarrolla casi siempre por pistas o caminos amplios y un trecho por una carretera sin tráfico. Tiene una parte de considerable desnivel que obliga a un cierto esfuerzo, como es la ascensión al Pastorekorta por su cresta.

Una buena parte de esta ruta, desde su inicio en Arrigorriaga hasta la desviación hacia Markio esta reflejada también en la "Ruta 24 Bilbao"; y la última parte, desde la cantera de Artxondo hasta su final la comparte con la "Ruta 45 Bilbao" (ver ambas en Wikiloc).

La ruta comienza en Arrigorriaga, en el Paseo de Urigoiti, junto al antiguo caserón de Torrontegi, hoy centro de la mujer de Arrigorriaga llamado Lamiaena. Aparco el coche y empiezo el registro de la ruta en Wikiloc. Cruzo las vías del tren por una pasarela elevada que me deja en el parque Barua y acto seguido cruzo las dos hileras de chalets adosados, por cierto, muy bonitos y muy bien construidos, para subir después un tirando poco a la derecha por una especie de larga rampa en ascenso hacia el Instituto de Secundaria. Llego a una una rotonda que cruzo y poco después paso por un puente sobre la autopista Vasco–Aragonesa, dejando a mi izquierda los campos del Padura C.F.. Ya estoy en la rotonda que da acceso, bajando hacia la izquierda, al parque de Mendikosolo. Hay varios carteles que lo indican.

Bajo un centenar de metros y, tras una valla de madera que evita el paso de vehículos rodados, empieza el parque en sí mismo. Giro a la izquierda y al poco llego a las instalaciones del restaurante–asador–cervecera Mendikosolo, que son todas ellas de madera, con un parque infantil al lado. Poco mas adelante, a mi derecha, veo el embalse alimentado por el arroyo Goikiri de La Dinamita (llamado así porque toda esta zona estaba ocupada por las extensiones del dominio de la citada empresa de explosivos, que paso a ser Explosivos Rio Tinto). Actualmente simplemente es el embalse de Arrigorriaga. Las aguas verdosas a estas horas de la mañana están pobladas de varias colonias de patos, a los que incluso les han puesto una casita en medio de las aguas.

Giro a la izquierda al llegar al embalse para pasar al otro lado de su muro de contención, girando de inmediato a la derecha por una amplio paseo bajo el arbolado autóctono hasta llegar a la cola del embalse, donde hay un cartel de madera ya algo estropeado por la humedad en el que pone: "Kubo Erreka", aunque en los mapas el arroyo se denomina "arroyo Goikiri". La senda, bien marcada, sigue adelante, para en unos metros cruzar el citado arroyo por un puente. En esta parte de la ruta hay señales de la PR BI–16, que lleva desde Arrigorriaga hasta Ugao–Miravalles.

La senda, de tierra muy visible pero muy salvaje, empieza a subir entre el arbolado. Traza un par de curvas a la izquierda y al salir del bosque llego a una pequeña casa de piedra con un espino de buen porte a su lado, que la supero para llegar a un amplio camino de piedrilla, que al seguirlo, un poco más adelante, me deja en una carreterita muy cerca de una casa o caserío. Sigo por la carreterita y a los pocos metros, ¡ojo aquí!, justo cuando la carretera traza una cueva a la izquierda hay que tomar un camino de frente, bajo el arbolado. Hay un pequeño mojón en el suelo con las franjas amarillas y blancas, pero a mí casi se me despista.

Voy por el camino y al poco llego a una campa con árboles, un caserío y una caseta a su lado, y que al pasar el vallado de acceso (estaba abierto), veo un cartel que pone en euskera y castellano: "Caserío particular. Solo derecho de paso. Perros atados". Pues me parece muy bien. Como esta zona tendrá "servidumbre de paso" lo ha anunciado adecuadamente. No como otros, que también tienen, seguramente, servidumbre de paso y cierran a cal y canto sus dominios colocando un cartel tan manido como: "Terreno particular. Prohibido el paso". Y a aguantarse y dar un rodeo.

La finca o recinto, tiene otra puerta con paso lateral que da acceso a una carreterita que a los pocos metros me deja ante la ermita prerománica de San Pedro de Abrisketa, del s. XI ó XII. Es una ermita txikitita y muy coqueta, con mucha personalidad, ya que entre otros tesoros, conserva en un muro exterior un bajorrelieve de una pareja en actitud más que amorosa. Por cierto, quizá sea la construcción religiosa más antigua de Euskadi. Curioso.

Vista y fotografiada la ermita sigo adelante y a los pocos metros me encuentro otra sorpresa, en este caso se trata de un árbol tipificado como árbol del año 2022, según lo indica una placa. Es un roble, un "Quercus Robur" o roble pedunculado, en euskera "Haritz Konduduna".

Allí mismo llego a una amplia pista que era la empleada para los enormes camiones de las canteras cercanas de Artxondoko, una de las cuales me dispongo a rodear a partir de ahora. Giro a la derecha por la pista para desviarme casi de inmediato a la izquierda, pero no por una desviación con una puerta metálica, sino unos metros mas adelante por una desviación señalizada, indicando la dirección hacia la aldea de Markio, a la que no tengo intención de llegar, aunque me desvío por ella.

El amplio camino ahora va a dar una amplio rodeo a una de las canteras. Todo el rato voy andando bajo la sombra del arbolado y de los pinos. Este tramo es relativamente largo, pero muy cómodo de andar.

Al poco de la desviación anteriormente comentada y señalizada hay una bifurcación. Veo que el camino que sale a la izquierda tiene una puerta metálica a unas decenas de metros que impide el paso. Seguramente será un antiguo acceso a la cantera, y la desecho para seguir por el camino principal, que es el más evidente.

El camino sigue y la verdad es que es muy placentero andar por él, casi siempre a la sombra del arbolado y con poco desnivel. Cuando este tramo del camino llega a su final entro en un pinar para desembocar ya en espacio abierto en la cresta. Hay señales verticales y una de ellas indica hacia la aldea de Markio, pero yo voy a la derecha, hacia el Pastorekorta.

Pues señores, se ha terminado lo bueno y cómodo de esta ruta, porque desde aquí hasta la cumbre del Pastorekorta vamos a subir unos repechos de pegolete. En efecto, acabamos de entrar en la "cresta del gas", como la llamamos los que andamos habitualmente por el Pastorekorta, Pagasarri, Ganeta o Errestaleku. Se trata de la conducción subterránea de Enagás, reconocible por los postes amarillos todos ellos numerados.

La pista, apta para vehículos, es de cemento en varios tramos. Hay una senda lateral paralela que suelen utilizar los ciclistas de montaña. Sin pensarlo un momento arranco hacia el Pastorekorta subiendo los primeros repechos. Al cabo de un rato me encuentro con un par de coches en un apartado del camino que seguramente serán de cazadores, a juzgar por la cantidad de tiros que se oyen. En un rato de ascensión llego a un pequeño collado que es único respiro de la pista. Me encuentro al poco una bifurcación, pero yo sigo de frente, siempre hacia arriba. El camino ha dejado de ser de cemento para convertirse en un bonito camino herboso, sobre todo al final, cuando la cuesta se va allanando hasta llegar a la cumbre del Pastorekorta, con su buzoncito en el suelo al lado de un poste geodésico que lo han pintado de azul. Aprovecho para recuperar aire y comer y beber algo.

Después de unos 10 minutos de descanso para el somero refrigerio y admirar el paisaje, empiezo a bajar por el pendiente cortafuegos herboso que llega hasta lo que nosotros hemos llamado siempre la campa de Txus, o Área Recreativa del Pastorekorta, que atravieso yendo de frente y un poco a la derecha para llegar al portón que da acceso a la pista de Artabe. Tras el portón, la pista baja un tramo para después llanear un poco y llegar a la cercana desviación hacia la derecha hacia Venta Alta y cantera de Artxondo, bajo las falsas acacias y los pinos. Es la primera desviación que encontramos desde la pista de Artabe según bajamos, y esta señalizada por señales del Anillo Verde de Bilbao o GR 228.

Cojo por allí y enseguida desciendo hasta otro portón de madera a la que le faltan dos travesaños, pasando por el hueco que dejan. El camino baja un poco más para empezar a llanear. Tras una curva hacia la izquierda encuentro una valla metálica pintada de amarillo y verde que supero para enseguida toparme con una bifurcación. Hay que desechar el camino de la derecha, que a unas decenas de metros tiene otra valla, y hay que seguir por el camino de la izquierda, que baja, es decir, hay que seguir dirección Buia, según el cartel de la GR 228. Tras bajar otro poco más por el camino que ahora esta bastante roto por el agua de antiguas llovidas, llego a otro cruce, ya en la parte alta de la antigua cantera de Artxondo. De nuevo hay un cartel de la GR 228 que indica hacia Buia y sigo por donde me dice. Si seguiría hacia la derecha por una amplia pista por donde iban los camionazos de la cantera llegaría enseguida al lado de la ermita de San Pedro de Abrisketa por la que he pasado hace un rato.

El camino ahora traza una curva a la derecha con buenas vistas hacia Venta Alta y el Malmasín. En un rato llego a otra desviación también señalizada, pero esta vez sigo de frente, dejando a mi izquierda el camino hacia Venta Alta y Buia. El camino se ancha un poco y ahora tiene gravilla, convirtiéndose enseguida en carretera al llegar al bonito barrio de Goriko. A partir de ahora y hasta el final de la ruta bajaré por una carretera con apenas circulación.

Sigo por la carretera hacia abajo y empiezo a bordear las amplias instalaciones del Consorcio de Aguas de Bilbao, situadas siempre a mi izquierda y protegidas por un muro con una alambrada en su parte superior. Esta carretera se llama, lógicamente, Camino Goriko. Al cabo de un rato, ya casi llegando de nuevo a la entrada del parque de Mendikosolo, dejo a mi derecha una especie de parque con un edificio y una verja a su entrada señalizado como "Parque cementerio Landaederraga", que parece ser un cementerio aconfesional que no permite signos ni símbolos religiosos.

Al poco, llego a la rotonda donde esta situada la entrada a Mendikosolo. Ya solo tengo que bajar hasta el coche por el mismo camino por el que he subido hace casi tres horas, pasando la autopista, los campos del Padura, un parque y los chalets, antes de cruzar las vías del tren por la pasarela elevada y bajar al antiguo caserón de Torrontegi.

Preciosa ruta con un recorrido razonable de algo más de 12 km, apta para todo el mundo, con un desnivel acumulado de 563 m, en los que he tardado 2 horas y 48 minutos. Es una buena ruta mañanera.