Circular desde Llananzanes: Llananzanes-Braña de Cochoro-Braña de Llananzanes-Campanal- Llananzanes.

Como llegar a Llananzanes: Nos desplazamos desde Oviedo por la A-66, tomamos la salida que va hacia el Puerto de San Isidro por la AS-112. Al llegar a Collanzo nos desviamos a la derecha por la carretera local AE-6 hacia Casomera y La Paraya. Al llegar a esta última localidad tomamos un desvío a la derecha, cruzamos el río Carbayalín o Aller y subimos hasta Llananzanes por una carreterilla muy estrecha. Al lado de la antigua escuela y cercano a la capilla de Santa Ana, hay un pequeño aparcamiento para 3/4 coches.
Como ya comentamos en otras ocasiones que visitamos esta aldea allerana para hacer alguna ruta, lo que en nuestro caso suele ser bastante habitual porqué nos gusta la zona, Llananzanes no cuenta con residentes permanentes, aunque si suele encontrarse algún residente los fines de semana.
Iniciamos la ruta por la pista que sube hacia el Puerto de Piedrafita. Al poco, nos tropezamos con un jabalí, o eso creimos, pero nos sacó de dudas la única persona que nos encontramos en la localidad, al aclararnos que se trataba de un ejemplar de gocho celta.
Nada más abandonar Llananzanes, tomamos el segundo desvío que nos encontramos hacia la izquierda por una pista con buenos ejemplares de castaños en sus inmediaciones, especialmente uno que suponemos de algunos cientos de años. Enseguida llegamos al canal de agua de la Central Hidroeléctrica de La Paraya. A nuestra izquierda, vemos una nave ganadera.
Al llegar a una bifurcación, tomamos la pista de la derecha, hacia el sur, para emprender una larga y dura subida, con pocos descansos, a través del hayedo del Monte Los Cuayos.
En esta dura subida alcanzamos la majada de Otambo, de la que podemos ver una cabaña cercana a la pista por nuestra izquierda.
Encaramados en un pequeño roquedo podemos contemplar el Pico Redondo, La Panda y la fantástica vega del Valle del río Aller, hacia el Puerto de Vegarada.
Seguimos pista arriba por la pindia cuesta de este bonito hayedo, con algunos claros hacia el oeste, que nos permite disfrutar con mayor visibilidad del valle del río Aller y de las cumbres que lo rodean. Magníficas vistas.
Poco a poco la pista va suavizando, va girando hacia la derecha hasta desembocar en las praderías de la Braña de Cochoro. Bordeamos la pradera, cercada y dividida por murias de piedra hasta llegar a las cabañas, techadas con las llábanas típicas de la zona.
Desde aquí, parte una ruta hacia la majada de Carbazosa y hacia los picos Morgao y Laguna, pero nosotros vamos a tomar la senda que arranca por debajo de las cabañas y que se dirige hacia la Braña de Llananzanes.
Esta senda se introduce de nuevo en el bosque con rumbo hacia el suroeste. Señalizada con algunos jitos y bien visible, va atravesando el hayedo, alcanza el arroyo de La Carbazosa, que cruzamos, para iniciar un corto ascenso en zigzagueo hasta El Cantu, mirador desde donde se puede apreciar la magnitud del hayedo que acabamos de cruzar y desde donde ya podemos contemplar la Braña de Llanazanes, nuestro próximo objetivo.
Aquí desaparece el hayedo para dar paso a una zona, en otro tiempo de piorno y brezo, pero que actualmente ha sido arrasado por un incendio. Por una senda, casi imperceptible por el felecho que surgió trás el incendio, vamos descendiendo hasta la riega de Braña, que cruzamos, para incorporarnos a través de las praderas hacia la parte alta de la Braña de Llananzanes.
Continuamos ascendiendo hasta la parte alta de la braña, donde nos topamos con una caballada que pastaba en la zona. A los pocos metros, de la parte más alta de la braña, surge la pista/senda que, siguiendo rumbo occidental, se introduce en el hayedo.
Por esta pista/senda, bien marcada, por ser camino habitual con su quad, de un persona, poseedora de una cabaña en la braña, atravesamos todo el hayedo hasta llegar a la pista, balizada como PR AS-265, que desde Llananzanes sube al Alto de Piedrafita.
Por esta pista iniciamos el descenso haciendo una parada en la fuente y cabaña de Campanal, bonito paraje y con unas vistas espectaculares de las cumbres de la zona Estorbín, Bolero Robenqueras, Tres Concejos...
Proseguimos con calma el largo descenso, atravesamos las múltiples riegas que cruzan la pista, entre las que destaca la del arroyo de Carbazosa, volvemos a encontrarnos con el canal de la Hidroeléctrica de La Paraya, antes de culminar nuestra ruta en Llananzanes. Fin de la ruta.