CIRCULAR DESDE SALERES POR ALBUÑUELAS GR7 Y RÍO SANTO

El sábado 11 de septiembre de dos mil veintiuno, nos fuimos los andarines Enrique Alcaide, Enrique Pozo, Andrés, Mari Carmen, José Antonio, Kike Alcaide con sus dos amigos Víctor y Nazaret, y yo mismo, hacia el Valle de Lecrín a hacer una ruta de “bienvedelgado” que nos pareció chula y refrescante para las temperaturas actuales. Concretamente la ruta es circular con salida en la localidad de Saleres hacia Albuñuelas y regreso a Saleres. Cuando llegamos a Albuñuelas nosotros, en vez de irnos derechos a la travesía del río Saleres, para no coincidir con las horas de calor en la zona más árida, nos fuimos por el GR7 volviendo a Albuñuelas y ahora sí, hacer el descenso del rio Santo o Río Saleres.
El descenso por el río es muy entretenido y se disfruta, eso sí; todo el rato metidos los pies en el agua. El río es de cauce y caudal pequeño pero con un agua cristalina total. Es un descenso entretenido y muy disfrutable con amigos o con familia.
Los dos puntos más llamativos son una poza que no se puede evitar y en la que te tienes que meter de agua hasta la cintura (según la altura de cada uno claro, yo mido 167 cms) y andar en ella unos quince o veinte metros.
El segundo de los puntos es después de la Poza, una bajada algo complicadilla, pero que le han puesto una serie de peldaños para facilitar su acceso y por la que accedes a unas chorreras muy fresquitas y preciosas.
Yo personalmente me alegro de que la hiciésemos como la hicimos, primero la vuelta por el GR7 y el río en descenso.
Para aquellos que quieran hacerla con niños y que no tengan mucha costumbre de andar, es aconsejable dejar el coche en el aparcamiento de Albuñuelas y desde allí dirigirse al rio en ascenso, por si al llegar a la cascada no se atreven a subir por los peldaños, se pueden dar la vuelta y han disfrutado de un rato fresquito por el río.
Nosotros después de la ruta dimos cuenta de unas cervecillas y unos platicos de choto en Lecrin, y a las cuatro en casa. Un sábado redondo
No dejéis de disfrutar de nuestros parajes mientras podáis. Andar no puede ser malo y disfrutar menos.