Circular desde Zubiaur (Orozko) a Santa Marina de Arrola, bajando por Katadio

Hoy, día de Todos los Santos, se me ha ocurrido subir a Santa Marina de Arrola por Meatza y bajar por la ermita de Katadio. Hace años que no venía por aquí y veo de entrada que la ruta por donde empezábamos a subir hace unos años está cerrada y cercada : "Terreno particular. Prohibido el paso". Lo siento, pero sigo sin entender estos cierres herméticos y radicales de caminos por los que la gente ha pasado siempre. Así que me tengo que dar la vuelta, volver hasta el centro de Orozko que es donde he empezado a grabar la ruta, y empezar de nuevo. Sin embargo, debo decir que no me han amargado la ruta, solamente me han retrasado un poco, porque ha merecido la pena. Es una ruta preciosa, y con el día tan luminoso que ha hecho, con las nieblas bajas en los valles y el sol en las cumbres, las panorámicas eran espectaculares.

La ruta es relativamente corta, de algo más de 10 km y 500 m de desnivel acumulado, que la he completado en dos horas y media. La verdad es que he hecho bastante ligero el descenso desde Santa Marina hasta Zubiaur.

Empiezo a grabar la ruta por segunda vez (la primera la he borrado, lógicamente) en la calle Larrazabal, que es donde he aparcado el coche. Desde alli, giro a la izquierda y a no mas de 200 m paso por un túnel bajo la autopista, siguiendo de frente y rodeando una serrería. Ya se ven las primeras marcas amarillas y blancas del PR–BI 35 que va de Zubiaur a Santa Marina y vuelta por Katadio. Es el que vamos a seguir en toda la ruta, y verdaderamente el recorrido esta muy bien señalizado.

Nada mas pasar el túnel encuentro las primeras señales amarillas verticales. Sin embargo, un poco mas adelante, las marcas me invitan a subir un par de tramos de escaleras bajo unos robles para ahorrarme una curva y llegar a la iglesia de San Juan, pasando a su lado. Estoy en el barrio Donibane y sigo hacia delante por la carretera, que por cierto, es la carretera BI 4512 (según los mapas). A los pocos metros hay una bifurcación, pero hay que optar por el camino de la izquierda, momento en que la carretera asfaltada sigue hacia arriba introduciéndose en un pinar, donde vemos en algunos pinos señales blancas y amarillas.

Al poco paso ante una casona a la izquierda, que interpreto como una casa rural (aunque no veo cartel alguno), y un poco mas arriba llego al pequeño barrio de Meatza. Un cartel roñoso indica: "Mina Hierro s. XV". Como en el lindero veo un par de viejas vagonetas de transporte de mineral dadas la vuelta con las ruedas hacia arriba, pienso que será verdad el cartel.

Y sigo subiendo. La carretera hace rato que ya es solo de cemento, pero en bastante buen estado y con algunos tramos bastante empinados. Al cabo de un rato de sudar la camiseta llego a una desviación a la derecha que se dirige al cercano barrio de Sagarminaga, que no son mas de seis caseríos. Sin desviarme sigo hacia arriba. Hay varios repechos curiosos, pero sin desmayo hay que seguir subiendo, y enseguida llego a otra desviación a la derecha que se dirige a tres caseríos, que dejo de lado.

Voy cogiendo altura y entre los resquicios del arbolado empiezo a ver el mar de nubes a mi derecha que aun no se ha despejado. Hay varios ejemplares de viejos robles y aprovecho a sacar una foto a contraluz. Tras otro rato de subida bajo el arbolado llego a otro desvío a la izquierda. Hay una señal que pone Izarza, pero no indica nada más. Sigo de frente.

Tengo que decir a estas alturas del relato, que en estos recónditos andurriales, en esta carretera que no es ni eso, me han pasado y cruzado varios coches. Y yo me preguntaba: ¿dónde irán o de dónde vendrán?. Poco después veo varios aparcados en el ribazo del camino y me caigo del guindo: ¡Son seteros!

Al poco, dejo el pinar y me meto de lleno en un precioso hayedo con un abrevadero a la derecha y, a pocos metros, en una cerrada curva a la izquierda aparece ante mí una preciosa fuente que debido a la pertinaz sequía apenas cae un pírrico chorrito de agua.

En el cruce de la fuente giro a la izquierda y salgo del bosque de hayas andando ya por espacio abierto. Ahora la pista es de grava, pero en buen estado. Al poco llego a otro cruce señalizado. A la derecha por un camino herboso se va hacia el Jesuri o Larragorri, pero yo sigo de frente para ya entrar enseguida en el entorno de la ermita de Santa Marina de Arrola. Junto a la ermita existe un refugio libre construido el año 1980 con una especie de muro protector y en su esquina esta situado el pequeño buzón (668 m). En su trasera tiene una instalación de al menos un par de visibles antenas. El panorama es excepcional y veo que el mar de nubes del valle sigue ocultando Orozko. El Untzeta y toda la sierra de Mendigixa se ve emerger de las nubes bajas pegándole de lleno el sol.

Tras echar un trago de agua y comer algo de fruta y unas galletas sigo hacia abajo en fuerte descenso junto al muro para entrar por un portillo giratorio a un recinto donde han plantado frondosas. La senda, que se sigue perfectamente, desciende entre ellas y serpentea después un poco. Paso otra puerta o portillo con la alambrada en el suelo y con las señales juntas de PR y GR, es decir, amarillo, rojo y blanco, y que veremos alguna más. Son pinturas de la GR 123 de la Vuelta a Bizkaia y esta PR BI–35. Sigo descendiendo por el sendero dentro del hayedo y llego a una pista al lado de un cruce. Hay señales y yo sigo de frente, por donde indica Zubiaur 2,7 km. Veo a la izquierda una especie de monolito circular de piedras.

El camino ahora es recto, muy fácil de andar y en ligero descenso entre el hayedo. Sigo un buen rato por él, hasta llegar a un drástico cruce a la derecha, también señalizado. Sigo por el amplio camino hace ya siempre dentro del pinar hasta llegar a otro giro brusco a la izquierda. Al poco encuentro una alambrada en forma de puerta que supero y enseguida una bifurcación. Las señales amarillas y blancas se ven en un pino cercano indican que hay que tomar el camino de la derecha. Enseguida llego a otra alambrada que tapaba el camino pero se encuentra en el suelo, y al poco accedo a una pista con señales en el cruce. Voy hacia la izquierda, siempre hacia Zubiaur. La pista cementada accede a otra que viene por mi izquierda, pero hay que girar a la derecha, llegando en pocas decenas de metros a Katadio, con su ermita a mi derecha. La rodeo por curiosidad y sigo camino hacia Zubiaur. Estoy en el denominado camino Katadio, que sube de Zubiaur.

Sin desviarme en ningún momento por la carreterita en constante descenso dentro del pinar llego a un cruce, pero yo sigo hacia abajo, hacia la derecha. Por el ruido de la circulación la autopista noto que se encuentra muy cercana, hasta que al poco paso por un túnel bajo ella, para llegar casi de inmediato a la carretera de Altube. Giro a la izquierda hasta llegar en unos centenares de metros al cruce de entrada en el pueblo, siguiendo por la calle principal, hasta llegar a la calle Larrazabal, desde donde he partido, tras callejear un poco.

Fin de un recorrido precioso, arbolado casi en su totalidad y muy bien señalizado, que recomiendo a cualquiera que desee pasar unas horas de cualquier mañana disfrutando de la montaña y admirando unas vistas extraordinarias. Mi enhorabuena a la gente que ha señalizado la PR.