Circular Desierto Tabernas: Barranco Las Salinas e Infierno, Árbol Infortunio, 'Cerro Leone', Oasis Lawrence Arabia (Almería)

Ruta realizada en solitario el 4/01/2021

Nunca supuse que la rotura de una tubería y la consiguiente queja del vecino, pudiera ser una buena noticia, pero en este caso así ha sido. Gracias a la urgencia de la reparación he podido desplazarme a El Toyo (Almería), donde pude observar se trataba de un problema menor, lo que me dejó en libertad para realizar una ruta que tenía en cartera desde hace meses.

El Desierto de Tabernas es el único reconocido en Europa, el resto son zonas semidesérticas. Se sitúa entre las Sierras de Alhamilla y los Filabres, que lo aíslan de las corrientes húmedas del Mediterráneo: Cárcavas, taludes, torrenteras y ramblas en todas direcciones. Desierto, silencio y desolación, donde una sensación de incertidumbre y al mismo tiempo asombro, se apodera del visitante.

Hace 10 millones de años el Mar Mediterráneo se extendía por esta depresión, en cuyos taludes se depositaron gran cantidad de materiales blandos denominados “turbiditas” (margas y arenas), que al retirarse el mar, quedaron expuestos a los procesos erosivos, conformando este increíble paisaje declarado Paraje Natural en 1989.

Aunque de un desierto se esperan dunas, arena y poca vida, no encontraremos eso en Tabernas, sino un ecosistema especial y frágil, por lo que debemos cuidar al máximo nuestra presencia. Entre la flora destacan salsolas, retamas, tarays, boalagas, albardín y esparto, además la endémica euzomodendron (arbustillo leñoso reliquia del jurásico, en peligro de extinción). Como aves mas frecuentes citamos al camachuelo trompetero, vencejo real, grajilla y alcaraván.

La ruta se compone de dos partes bien diferenciadas. La parte oeste a la Autovía A-92 se inspira en la propuesta 81 de Raptor962, y la éste, en un circuito de jvramos, a los que doy las gracias por hacerme disfrutar de este paraje increíble. En vez de llegar al Poblado western Leone, preferí subir a un Cerro sin nombre de 429 metros de altura, próximo a Loma Ventisca y tener una perspectiva aérea del entorno.

Descripción del recorrido:

Desde el aparcamiento próximo a la gasolinera, accedemos a la Rambla de Otero (uno de los ramales de Rambla de Tabernas) y nos dirigimos a la entrada del Coto Las Lomillas, donde hay un cartel de “propiedad privada”. He visto bastantes rutas y en ninguna hace mención a esta circunstancia. En el recorrido no he observado actividad o inconveniente, por lo que puede ser un letrero antiguo. En todo caso, dicho queda.

Encontramos una bifurcación en Rambla Otero. Por la derecha entramos al Barranco Las Salinas, vemos la Cascada de Sal y más adelante las paredes de Travertinos (utilizo la terminología de Raptor962, que es perfecta). Luego transitamos por un atractivo Wadi (terminología árabe para definir un río ancho y seco, pero ocasionalmente torrencial) y llegamos al paso elevado de acceso a Rambla de Lanujar, por donde transitamos hasta desviarnos a las espectaculares Colas de Dragón y a continuación el mítico Árbol del Infortunio, que en ocasiones se ha citado equivocadamente como el “Árbol de Conan” (que se grabó en las dunas de Cabo de Gata). Esta sugerente escultura corresponde al rodaje de “El Árbol del Penitente” obra de José María Borrel (1999), con el Monte Alfaro (Sierra de Alhamilla) al sureste. En vez de volver sobre nuestros pasos, avanzamos hasta un bonito barranco sin nombre, que pasa bajo el remate de las Colas del Dragón y conecta con el Barranco del Infierno. Fantástico tramo!!!!

Continuamos el recorrido hasta atravesar la A-92 por otro de los ramales que alimentan la Rambla de Tabernas. Tramo muy entretenido que acaba con maleza y carrizales junto a la boca del túnel bajo la A-92. Giramos a la izquierda y por la Rambla de Tabernas (Tramo GR-140) y luego por el Arroyo de Verdelecho, buscamos la conexión con el PR-A 269, bonito sendero que nos saca de la rambla y nos eleva a un pequeño mirador del poblado Western Leone. Al caminar reparo en una loma provocativa y al llegar a su cuerda no me resisto y comienzo a subir hasta llegar a la cima (429) que me lleva unos 30 minutos. OJO!!!! No es difícil, pero llegando a la parte superior de la cuerda hay un paso vertical y expuesto, en el que hay que ayudarse de las manos porque el terreno está suelto. Sólo requiere experiencia, quién no esté acostumbrado mejor que siga el sendero PR-A 269. Desde arriba tenemos una gran visual sobre Western Leone y la Sierra de la Alhamilla.

El sendero PR-A 269 pasa por las ruinas de una casa con arcos antes de entrar en la Rambla de Tabernas, por la que avanzamos hacia una antigua mina y luego nos elevamos pasando por una cueva que parece estuvo habitada no hace mucho. Llegamos a la zona de El Chortal, donde se encuentra el Parque Temático Mini Hollywood. Desde el Mirador vemos las escaleras de madera que nos introducen en la Rambla de Genaro, donde discurre un curso de agua y hay bastante vegetación de carrizales, pero sin que se impida el paso. Bonito tramo.

Nos desviamos por la Rambla del Grillo, subida que empieza a hacerse durilla, pero que compensa porque nos permitirá disfrutar de grandes imágenes de cárcavas y la Sierra de Alhamilla, donde destaca la silueta del Cerro de Alfaro (744) . En la bajada de retorno, pasamos por una estación meteorológica antes de llegar al paraje El Cautivo, donde se sitúa el Oasis realizado para el rodaje de Lawrence de Arabia y donde está el puente de madera que se construyó para facilitar el rodaje de “Las aventuras del Joven Indiana Jones”. Sin duda un lugar singular con mucho encanto.

Atravesamos el Oasis y entramos en la Rambla de Tabernas por la que nos dirigimos hasta el Puente de los Callejones, por cuyo lado izquierdo salimos a la superficie antes de atravesarlo.

RESUMEN: Ruta espectacular, que requiere buen calzado porque el suelo es muy abrasivo, agua en cantidad (mínimo 1 litro) y realizarla en época NO estival. Repito que quién no esté habituado a la montaña, DEBE EVITAR LA SUBIDA al "Cerro Leone" (429) y seguir el sendero PR-A 269. Ruta para hacer con tranquilidad, reparando en los pequeños detalles e intensa vida del ecosistema, que en caso contrario pasa desapercibida.