Circular el Santo Pizarra Ermita la Fuensanta 2-01-22

Comenzamos en el Área Recreativa de Raja Ancha, ascendiendo entre eucaliptos y pinos, y cuando parece que el sendero termina, atravesamos la pared de roca por una apertura conocida como Raja Ancha que nos da paso a la subida hacia El Santo.
El sendero continúa por un bosque de pinos, pasando junto a Cueva Oscura. Si nos encontramos en periodo de caza (festivos de octubre y noviembre) debemos salir aquí a la pista de tierra que sube al Santo, puesto que el sendero atraviesa un Coto de Caza. El Santo se encuentra en una de las zonas más altas de la Sierra de Gibralmora, esto nos permite ver todo el Valle del Guadalhorce.

Sorprenden también las formaciones de las paredes de la sierra, antaño azotadas por las aguas del mar. Cuando comenzamos el descenso bajamos por un camino con piedras sueltas, dificultando el paso por lo que debemos bajar con precaución, que nos lleva al Mirador del Algarrobo. Desde aquí podemos acercarnos hasta la Ermita de la Fuensanta y refrescarnos con el agua de su fuente y luego volver para llegar al pueblo.

En esta ruta hacemos una variante, una vez que llegamos al Santo y tras pasar por el vértice geodésico del cerro Cruz (449 m) nos podemos acercar por una pista dirección norte para acercarnos al Yacimiento Arqueológico de Castillejos de Quintana donde se están estudiando actualmente decenas de enterramientos funerarios.
Terminamos bajando por el carril dirección Pizarra para llegarnos a ver la Ermita de la Fuensanta.
La actual Ermita de Ntra. Sra. de la Fuensanta fue levantada sobre los cimientos de una iglesia mozárabe semirrupestre del siglo X, parcialmente excavada en la roca, de una sola nave y aparentemente cenobítica; esto es, vivía en ella una comunidad de religiosos. Esta primera construcción estaba claramente relacionada con el poblado mozárabe de Castillejos de Quintana, dada su proximidad geográfica y cronológica.



El presente templo fue construido en el siglo XVI sobre la primitiva iglesia mozárabe. El edificio consta de un atrio construido, de una sola nave excavada en la roca y dividida en tres tramos mediante arcos fajones apoyados en placas, cubriéndose el más próximo a los pies con bóveda vaída y los otros dos con bóvedas de arista con rosetones en la clave, cuyas yeserías nos sitúan en la primera mitad del s. XVIII. Fue restaurada a comienzos del siglo XX, sustituyendo entonces el retablo de madera por el actual de mármol y dotándola de una portada neogótica.

En su interior alberga la imagen de la Virgen de la Fuensanta, patrona de Pizarra.