Circular La Cabrera-Pelegrina-Barranco del Río Dulce

Esta es una ruta típica por las Hoces del Río Dulce y que forma parte de uno de los varios recorridos oficiales por el parque. El objetivo es visitar desde arriba la cascada que forma el Arroyo del Gollorio (otra ruta va a su pié) cuando existe, claro. Según nos dijeron luego en un bar de Pelegrina, hace un año que no cae una gota de agua y es casi el mismo tiempo que lleva seca. De todas formas la ruta valió la pena por ver el colorido de los campos, con los trigales ya encañados y las amapolas.

Dejamos el coche en el parking obligatorio para no residentes de La Cabrera y cruzamos el puente sobre el Río Dulce para iniciar la marcha que nosotros realizaremos en el sentido contrario a las aguja del reloj. Enseguida veremos las marcas del GR-10 que va bordeado de campos verdísimos con trigales por la derecha y el río y la arboleda de ribera por la izquierda. Al cabo de un kilómetro pasaremos por un desvío a un puente por el que vendremos luego, y en un kilómetro y seiscientos metros más pasaremos por otro que nos llevaría al camino de vuelta si quisiéramos hacer combinaciones. Nosotros seguimos el camino que traíamos y llegará un momento en el que se verá asomar tras un risco a nuestra derecha la imagen del castillo (ruinas) de La Pelegrina, preciosa vista en un día de primavera como este.

Al llegar al wpt001 el GR-10 hace un giro brusco a la izquierda pero nosotros seguiremos de frente por un caminito que al principio está un poco difuminado pero que luego se hace evidente. Aquí empieza la subida de la jornada, que nos lleva zigzagueando hasta la parte superior de los cortados teniendo a nuestras espaldas estupendas vistas del castillo y del pueblo. Esta es la parte en la que hay que tener más cuidado con el calor, porque te metes en un hoyo y es agobiante. Al final salimos al altiplano y nos refrescamos con el airecillo que corre y que se mantendrá en casi todo el recorrido por arriba. Por esta parte el camino es despejado, sin un solo árbol, pero las vistas del pueblo y de los cortados son preciosas. Al cabo de un rato veremos nuevamente las balizas del GR-10 que coinciden con la Ruta de Don Quijote y lo seguiremos hacia la izquierda, para llegar en pocos minutos al primer mirador sobre la cascada que, como ya he comentado, estaba sequísima.

Cruzamos el cauce seco del Gollorio y bordeamos toda la garganta acercándonos a otro mirador desde el lado contrario, para luego seguir caminando hasta el wpt002, punto en el que seguimos las balizas azules que nos indican un desvío para ir bajando al cauce del río, cosa que hacemos sin ningún problema aunque la pendiente es un poco fuerte al principio. Ya sólo nos resta coger la senda que bordea el río y llegar a La Pelegrina, a donde subimos para refrescarnos en una fuente y en un bar, por este orden. Luego bajamos otra vez a coger la senda anterior y volver a La Cabrera por el otro lado de los prados hasta llegar al primer puente que dije antes. Tras deshacer un poco del camino de la mañana, llegamos al pueblo muertos de calor.

La ruta es una maravilla ahora en primavera y supongo que en otoño será espectacular. Cuidado con el calor, que será menos llevadero que el frío si llega el caso.Ya he dicho que el caudal del río era tan escaso que a veces parece que no lleva agua, pero es que parece ser que parte del él proviene de manantiales subterráneos que son los que permiten mantener los cultivos en un estado óptimo. En el pueblo le llaman El Guadiana Dulce.

La ruta no es larga y sólo hay el desnivel de la subida a los cortados, así que la calificaré de fácil.

A disfrutarla y hasta otra.