Circular La Vid (Monasterio Sta Mª de la Vid)-Ermita de la Virgen del Monte
near La Vid, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
Esta ruta sale del pueblo de Linares de la Vid (o simplemente La Vid) que está en la provincia de Burgos y muy cerca de Aranda de Duero, en la nacional N- 122. Este pueblo se construyó en los años cincuenta del siglo pasado para albergar a los habitantes de otro que había sido anegado por el pantano de Linares, y no hay que ser adivino para saber qué se cultiva mayoritariamente en un pueblo que se llama La Vid y que está a la orilla del Duero…
La ruta se puede hacer en sentido contrario al descrito sin ningún problema, y hasta puede que en épocas de calor sea lo recomendable para recorrer los últimos kilómetros a la sombra del bosque de ribera del Duero, pero nosotros la hicimos tal y como la describo para llegar a la Ermita de La virgen del Monte a una hora conveniente para comer y ya a solo cinco kilómetros del final.
Dejamos el coche en el amplio aparcamiento que hay entre un hotel y el impresionante Monasterio de Santa María de la Vid, y empezamos a andar por un camino que deja a nuestra izquierda la tapia del monasterio. Hay una serie de senderos PR y GR así como el camino de la Senda del Duero que se superponen y puede que nos confundan, pero siguiendo el track no nos equivocaremos. El camino es totalmente llano y al llegar al wpt001 veremos que el camino se bifurca, escogiendo nosotros la senda que va hacia la izquierda ya que de frente será por la que volvamos. Enseguida nos adentraremos en el bosque de ribera del Duero y empezaremos a caminar por su margen izquierda, que no por la orilla ya que la vegetación lo impide, disfrutando de su compañía durante cuatro kilómetros a la sombra de árboles en muchos casos muy jóvenes y pasando frente al pueblo de Zuzones.
Al llegar al wpt002 ya habremos abandonado el río un kilómetro antes y veremos un cartel indicador del desvío a la derecha para llegar a la ermita, empezando a andar por un cañón de algo menos de dos kilómetros y siendo este el único tramo cuesta arriba del día. Aquí el paisaje es de monte bajo y escasa arboleda y cuando haga calor será duro, porque será un horno. Al terminar el ascenso llegaremos a un altiplano y veremos otro cartel indicando un nuevo desvío a la derecha para ir a la ermita. Será entonces cuando empezaremos a ver los viñedos, cada vez más numerosos, hasta convertirse en un paisaje en el que a derecha, izquierda, al frente y en las laderas de las lomas veremos las vides perfectamente alineadas para favorecer el sistema moderno de recolección de la uva, y con las calles perfectamente rastrilladas y limpias. Ahora las vides empezaban a echar las hojas, pero en verano y otoño debe de ser todo un espectáculo.
Así seguimos caminando hasta el wpt003, en donde veremos otro indicador del camino de la ermita que nos dirige a la derecha, y tras unos setecientos metros llegaremos a unas escaleras de cemento bordeadas por un pasamanos de madera que nos dejan a los pies de aquella.
La ermita no lo parece desde fuera porque se ha construido cerrando la entrada a una gran cavidad que forman las rocas. El acceso al interior estaba cerrado con unas rejas que sólo permitían ver una gran sala con un banco corrido labrado en la roca de arenisca, aunque parece ser que dentro hay un altar con una virgen pintada en la pared. Nos ponemos a comer sentados en las escaleras que es una zona de umbría y que en verano será de lo poco fresco de la zona, así que aprovecharlo bien.
Tras comer seguimos bajando y recorriendo el camino que sin pérdida nos llevará en cinco kilómetros de regreso al monasterio.
Una ruta muy fácil, sin desnivel excepto en el cañón y que puede dar problemas con el calor.
Gracias y a disfrutarla
La ruta se puede hacer en sentido contrario al descrito sin ningún problema, y hasta puede que en épocas de calor sea lo recomendable para recorrer los últimos kilómetros a la sombra del bosque de ribera del Duero, pero nosotros la hicimos tal y como la describo para llegar a la Ermita de La virgen del Monte a una hora conveniente para comer y ya a solo cinco kilómetros del final.
Dejamos el coche en el amplio aparcamiento que hay entre un hotel y el impresionante Monasterio de Santa María de la Vid, y empezamos a andar por un camino que deja a nuestra izquierda la tapia del monasterio. Hay una serie de senderos PR y GR así como el camino de la Senda del Duero que se superponen y puede que nos confundan, pero siguiendo el track no nos equivocaremos. El camino es totalmente llano y al llegar al wpt001 veremos que el camino se bifurca, escogiendo nosotros la senda que va hacia la izquierda ya que de frente será por la que volvamos. Enseguida nos adentraremos en el bosque de ribera del Duero y empezaremos a caminar por su margen izquierda, que no por la orilla ya que la vegetación lo impide, disfrutando de su compañía durante cuatro kilómetros a la sombra de árboles en muchos casos muy jóvenes y pasando frente al pueblo de Zuzones.
Al llegar al wpt002 ya habremos abandonado el río un kilómetro antes y veremos un cartel indicador del desvío a la derecha para llegar a la ermita, empezando a andar por un cañón de algo menos de dos kilómetros y siendo este el único tramo cuesta arriba del día. Aquí el paisaje es de monte bajo y escasa arboleda y cuando haga calor será duro, porque será un horno. Al terminar el ascenso llegaremos a un altiplano y veremos otro cartel indicando un nuevo desvío a la derecha para ir a la ermita. Será entonces cuando empezaremos a ver los viñedos, cada vez más numerosos, hasta convertirse en un paisaje en el que a derecha, izquierda, al frente y en las laderas de las lomas veremos las vides perfectamente alineadas para favorecer el sistema moderno de recolección de la uva, y con las calles perfectamente rastrilladas y limpias. Ahora las vides empezaban a echar las hojas, pero en verano y otoño debe de ser todo un espectáculo.
Así seguimos caminando hasta el wpt003, en donde veremos otro indicador del camino de la ermita que nos dirige a la derecha, y tras unos setecientos metros llegaremos a unas escaleras de cemento bordeadas por un pasamanos de madera que nos dejan a los pies de aquella.
La ermita no lo parece desde fuera porque se ha construido cerrando la entrada a una gran cavidad que forman las rocas. El acceso al interior estaba cerrado con unas rejas que sólo permitían ver una gran sala con un banco corrido labrado en la roca de arenisca, aunque parece ser que dentro hay un altar con una virgen pintada en la pared. Nos ponemos a comer sentados en las escaleras que es una zona de umbría y que en verano será de lo poco fresco de la zona, así que aprovecharlo bien.
Tras comer seguimos bajando y recorriendo el camino que sin pérdida nos llevará en cinco kilómetros de regreso al monasterio.
Una ruta muy fácil, sin desnivel excepto en el cañón y que puede dar problemas con el calor.
Gracias y a disfrutarla
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