Circular lancha del Tosero por la garita de los arcos y arroyo María

Impresionante ruta por la sierra de las Villas en la que, como siempre, tienes que "pelear" para disfrutar de sus tesoros escondidos. En esta ocasión, el objetivo era conocer la garita de los arcos, enclavada junto a la lancha del Tosero y el arroyo María. El comienzo de la ruta es muy sencillo, por la pista que te lleva a la Albarda y a la piedra del enjambre. Después de una curva, te sales de la pista por un jorro con un fuerte desnivel pero sin ninguna complicación. Debes seguir el jorro hasta la cumbre donde se difumina un poco aunque se ve claramente un sendero que será por donde volveremos más tarde. Me voy un poco a la izquierda para disfrutar de unas vistas impresionantes de toda la cuerda de el Almagreros. Hasta aquí se camina bastante cómodo, no hay muchos matojos. En este punto decido hacer una pequeña circular para ver una especie de "iglesia" similar a la iglesia del agua de los perros pero el acceso es por la parte superior y no consigo ver absolutamente nada. Habría que desplazarse bastante para poder bajar y acceder a la "iglesia" y desisto finalmente porque el terreno es bastante más complicado y tardaría bastante tiempo. Así que continuo para la garita de los arcos. Retomo el track que va paralelo al arroyo faldeando por la ladera. Poco a poco el terreno se va complicando, es una mezcla de lapiaz, con piedras grandes y muchos matojos. No hay sendero, así que lo mejor es ir por donde te sea más cómodo. Aunque la entrada de la garita está más abajo, en mi opinión, es más cómodo no bajar mucho y cuando estés cerca de la entrada bajar directamente. Vas a llegar a un sitio con una enorme piedra a la izquierda (cuando yo llegué estaba llena de buitres) y al fondo ves un enorme paredón con la parte de abajo en curva. Hay que bajar por ahí. La primera impresión es darte la vuelta y que le vayan dando a la garita y al arco...pero la realidad es que luego no es tan complicada. Arrastrando un poco tu dignidad y bastante el culo, llegas a los paredones. Es absolutamente impresionante el sitio. Hay que cruzar por la parte curva del paredón (es una sensación muy especial). Al fondo y en alto se ve una cueva. En la parte curva al final, sale una veredilla difuminada que hay que seguir y que te acojona otro poco más porque se dirige al barranco. Hay que pasar por unas piedras lisas con mucho cuidado siguiendo la veredilla que se mete entre dos piedras y...otra bajada peligrosa (aunque menos que la primera). Ya no te queda dignidad que arrastar pero sí el culo, así que... y sin apenas darte cuenta aparece el ¡¡¡arco!!!. Si la primera parte era impresionante, lo del arco es para morirte. Qué pasada. Es una auténtica maravilla. El terreno te lo pone complicado para hacerle fotos en las que salga entero, te tienes que alejar un poco y el único sitio disponible está en la parte del barranco. Así que hago lo que puedo y continúo la veredilla. Ahora hay que bajar hasta el arroyo María. Se ven unos pinos junto al arroyo y la fuente está un poco más arriba. Tampoco hay sendero, así que hay que seguir trazas de animales por donde Dios te dé a entender procurando evitar las numerosas lanchas que hay en esa zona y que con la pendiente que hay pueden ser peligrosas. Después de un poco de sufrimiento consigo llegar al arroyo. No sé si hay una fuente como tal, pero se oye perfectamente caer agua de un pequeño salto entre los numerosos juncos. Me pongo a buscar el agua y me encuentro una especie de covacha muy pequeña con musgo donde cae un agua que no podía estar más fría. No tenía ni idea de lo que me esperaba, según mis cuentas ya solo quedaba cruzar el arroyo y seguirlo más o menos en paralelo hasta la pista principal y, efectivamente, era lo que quedaba pero lo que no tenía ni la más remota idea era de la peazo cuesta a la que me tenía que enfrentar. Por supuesto, para no variar, sin sendero y siguiendo trazas de animales. Después de haber echado los higadillos un buen rato, me doy cuenta de donde está la pista y me dan ganas de ponerme a llorar...La virgen lo que me queda!!!. Por supuesto, las vistas en todo el trayecto son un auténtico espectáculo. Una vez en la pista, me dirijo a la lancha del tosero pasando por varios miradores y empalmando con el jorro inicial que me lleva en un ratito al coche. La ruta es impresionante pero, en mi opinión, muy difícil. El terreno es muy complicado, a veces, algo peligroso y la parte más difícil es campo a través. En cambio, la segunda parte de la ruta es muy sencilla y no tiene la menor complicación. Para hacer la ruta me he basado en un track de María José CM a la que aprovecho para darle las gracias por compartirlo.