Circular Lentiscal, San Bartolomé y Paloma Baja (Parque del Estrecho)

Circular por la costera y coqueta Sierra de San Bartolomé, desde las arenas de la playa de Bolonia, pasando a la ida por la cantera romana de Paloma Baja y tocando los miradores de camino al vértice de San Bartolo. Para el descenso dejamos el búnker y vértice de posicionamiento del Betijuelo, la senda del Barranco del Puerco hasta Punta Paloma y la vuelta por la línea de playa y las piscinas naturales.
Nos movemos en los dominios del Parque Natural del Estrecho, consultar antes de la visita las restricciones de acceso a la sierra en verano (julio-agosto)

Tenemos el punto de partida en el aparcamiento de levante del poblado del Lentiscal, en el extremo E de la Ensenada de Bolonia y donde parte la Colada de la Reginosa, por la que caminaremos los primeros metros de ruta.
Por senda de arena iremos adentrándonos en el denso pinar que flanquea la sierra por la costa, pasando por el primero de los tres búnkers que visitaremos en la jornada. Éste aún con las vistas menguadas sobre la costa.





Seguimos por la colada y cuando sobrepasamos un pequeño barranco, a nuestra izquierda parte en ascenso una nueva senda que se dirige a la zona alta de la sierra.
Este camino nos llevará primero por las inmediaciones de la Dehesa del Chaparral, y tras caminar unos metros por una senda algo más difusa, nos desviaremos de la huella para, campo a través, llegar a la zona de la cantera romana de Paloma Baja.
Paseo entre pinos que nos dejará primero el el búnker junto a las canteras.





Desde el búnker ganaremos las vistas de la costa en la parte alta de la cantera, ya tendremos la línea de costa de la Ensenada de Bolonia sobre el verde tapiz de las copas de los pinos.
Con precaución, nos moveremos por el cortado superior de la cantera y buscaremos el camino de vuelta a la vereda que cruza el pinar del Chaparral en dirección a Paloma Baja.





A poco de tomar la vereda nos topamos con el cortafuegos de la línea de alta tensión, que tendremos que remontar escasos metros para volver a desviarnos por senda a nuestra derecha. Ahora ya nos dirigimos a la zona alta, aunque para el ascenso enlazaremos con la senda que remonta por los tajos de la cara oeste. frondoso pasillo que nos permite alcanzar los miradores de la dorsal sin mucho esfuerzo.





Ya en la parte alta, y con la panorámica completa de la Ensenada de Bolonia, el Faro Camarinal y la Sierra de la Plata, avanzaremos por los miradores sobre los tajos hasta el extremo de la dorsal, volviendo sobre nuestros pasos hasta el collado por el que haremos los últimos metros para tocar el vértice de San Bartolo.
Empezamos a movernos por sendas recortadas por jara y algún que otro escollo rocoso que sobresale en la dorsal de la sierra.





Pronto nos situamos junto al vértice de Sierra de San Bartolomé, separados por una valla cinegética pero que podemos bordear junto al vértice por la roca donde finaliza el vallado.
Aquí las vistas no mejoran las disfrutadas hasta ahora, así que rápidamente retomamos la marcha por la senda de bajada hacia el Betijuelo.
Durante el camino, nos desviaremos en busca del búnker, avanzando entre jaras que superan nuestra altura, pero bien merece el esfuerzo por las vistas desde el búnker situado en la parte alta de la sierra.





Desde el búnker, continuamos el descenso sobre la laja que parte en dirección a la costa, buscando los pasos prácticos para volver a enlazar con la senda unos metros más abajo.
De vuelta a la senda, seguimos en bajada y llegamos a otro saliente rocoso a modo de mirador natural en la dorsal. Unos metros más abajo nos encontramos en la encrucijada del sendero Los Algarbes-El Betijuelo. Nosotros remontamos unos metros por la vereda de la derecha y alcanzamos el vértice trigonométrico del Betijuelo.
 A partir de aquí continuamos en dirección a la línea de costa por sendero balizado, aproximándonos primero al Barranco del Puerco.





Una vez dejamos el barranco atrás, la senda va a parar a uno de los caminos que recorren Paloma Baja y tras cruzar la carretera que viene de Valdevaqueros, una nueva senda nos deja en las primeras calas de Punta Paloma.





Continuamos la marcha por la arena de la playa, en la que los últimos temporales han dejado al descubierto gran número de rocas y un tupido manto de algas se aferra a la orilla.
Proseguimos por la misma orilla, alternando el paseo por la arena de la playa, la senda que discurre pegado a la orilla y roqueando en algunos punto para no apartarnos del agua.
Así alcanzamos las Piscinas Naturales de Bolonia, este inicio estival, completamente colmatadas por un manto de algas.





Tras disfrutar del paseo por la arena, pronto volvemos al extremo este de la Ensenada de Bolonia.





Sólo nos queda volver al aparcamiento y disfrutar lo que queda de la jornada sobre las blancas arenas de la playa, mirando de reojo la sierra a nuestras espaldas.

Nos vemos en las montañas.