Circular Martín Gil, Peñón de Líbar y senda del Espino(Sierra de Grazalema)

Trazado circular que parte desde Cortes de la Frontera. Entrando desde Benaoján, justo en la rotonda a la entrada del pueblo, dejamos el coche y comenzamos la ruta por el carril que sube junto al Colegio justo en la rotonda.
Unos pocos metros de subida por el carril y nos encontramos una cancela, a la derecha de ésta parte el sendero donde comenzaremos la subida en dirección al Puerto de Líbar. Primeros metros de subida por este sendero y enlazamos de nuevo con el carril que sube, avanzamos otro tramo en subida. En una curva cerrada a la derecha dejamos la pista y cogemos el sendero que a base de zigzag recorta el recorrido de la pista para ir ganando altura. Otro pequeño enlace con el carril y de nuevo volvemos a recortar por el sendero.
En la siguiente incorporación al carril ya estamos en la parte alta y con el Peñón de Líbar a la vista. Giramos por la pista a la derecha en dirección a los Llanos de Líbar y de momento volvemos a desviarnos a la derecha, también por un carril que sube hacia las primeras estribaciones de Sierra Blanquilla. De nuevo nos encontramos otra cancela, que no pasamos y nos desviamos justo antes a la derecha.

Ya estamos inmersos en la subida al Cerro de Martín Gil, algunos tramos son sendero definido, en otros seguimos pequeños senderos pisados y en otros avanzamos sobre roca. Así nos situamos en la cordal de la sierra y la recorremos en su totalidad, atravesando collados, elevaciones rocosas y alcanzamos la base del último ascenso hacia el Martín Gil. En todo momento el avance es bastante cómodo, aunque en el día de hoy tenemos un fuerte y frío viento que nos da de costado. Un último tramo de subida hasta llegar a la cima, que aunque no tiene vértice, si hay un pequeño hito de piedras.

Una vez hecho cima nos decidimos a recorrer el tramo de cordal que nos queda más allá de la cima, con un pequeño cresteo, pero que no entraña dificultad. Emprendemos la bajada, y esta si que resulta incómoda los primeros metros sobre roca húmeda y resbaladiza. Más abajo nos adentraremos en el pasillo, ya sobre tierra y los primeros árboles en dirección al collado que separa esta sierra de la Sierra del Palo.
*Hay un momento que seguimos la traza más definida del sendero y nos pasamos el desvío que buscamos, así que tenemos que desandar unos metros para corregir la trazada*.

Alcanzado el collado, pasamos la valla (decir que todos los pasos de valla son prácticos, o no hay cancela, o está rota o hundida) y seguimos cualquiera de la infinidad de trazas de sendero que rodean la sierra y discurren a media ladera paralelas a la cordal. Se van entrelazando y confluyen en dirección hacia el Peñón de Líbar. Ya cerca del peñón enlamos con el sendero bastante definido que viene de los Llanos de Líbar y va en busca de Cortes de la frontera.

A cada paso va ganando altura este imponente peñón y vamos viendo clara la brecha que nos servirá de subida. En un punto nos desviamos hacia el peñón y nos acercamos hacia la base de esta brecha. Aunque a primera vista parecía bastante vertical, se sube sin problema y ganamos altura de momento.

En cuanto tenemos a mano los primeros grandes bloques que nos apean a la parte más alta empezamos las trepadas por este pequeño mar de rocas, algunas con cantos afilados como cuchillos y brechas profundas, por lo que tendremos que extremar la precaución. Decir que a partir de aquí, y hasta que dejamos el peñón por la otra cara, el camino es arbitrario y vamos continuamente buscando los pasos más prácticos, lo que no queta que tengamos que hacer y deshacer alguna trapada.

Tomado el punto elevado del peñón nos disponemos a abandonarlo por la vertiente opuesta a la de subida, tomando como referencia el macizo de la Salamadre y buscando otro pasillo que vamos intuyendo conforme avanzamos. Con algo de trabajo volvemos a tocar tierra en un pequeño valle, momento en el que giramos a la izquierda y avanzamos por una serie de pequeños llanos paralelos a la dorsal de la Salamadre que siempre nos acompaña a nuestra derecha.

El recorrido más cómodo y tranquilo de todo el track, justo hasta un cruce de senderos donde comenzaría la dorsal de la Salamadre, momento para reponer fuerzas.
Retomamos la marcha ladera arriba por un pequeño busque que sube hacia la zona del espino. Aquí de nuevo tenemos distintas opciones de senderos que se van entrelazando, pero sin perder el sentido de la marcha alcanzamos un punto alto con unas vistas espectacular de todo el pasillo de los Llanos de Líbar en su totalidad.

Toca la hora de bajar y tras dar con una pisada bastante definida resulta bastante cómodo el avance. Pronto llegamos a un carril y giramos a la izquierda, a la derecha nos llevaría en busca de la Sierra de los Pinos. En muy pocos metros tenemos un portón a la derecha y el sendero balizado como gran recorrido, totalmente definido, que atraviesa la zona del Espino y tras una acusada y zigzageante bajada en sus últimos metros nos devuelve al carril de subida de esta mañana. El último km es el primer tramo de sendero que recorrimos a primera hora.

Una buena ruta para recorrer esta parte de la sierra y dos de sus punto más interesantes, el Cerro de Martín Gil, 1.395m y el Peñón de Líbar, 1.226m.


Nos vemos en las montañas.