Circular Microreserva Garganta de las Lanchas y subida al Atalayon.Las Hunfrias. Toledo (1293)2018-12-01 09:41.

Datos Técnicos

Hora Inicio: 12/01/2018 09:41

Hora Fin: 12/01/2018 14:51

Distancia recorrida: 15,2 km (05:10)

Tiempo en movimiento: 03:33

Velocidad media: 2,94 km/h

Vel. en Mov.: 4,26 km/h

Velocidad Máxima: 28,24km/h

Altura Mínima: 738 m

Altura Máxima: 1283 m

Velocidad Ascenso: 589,2 m/h

Velocidad Descenso: -565,4 m/h

Ganancia Altitud: 1426 m

Pérdida Altitud: -1438 m

Tiempo Ascenso: 02:25

Tiempo Descenso: 02:32

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Como Llegar
El acceso mas fácil es por la carretera CM-4155 entre las localidades de Los Navalucillos y Robledo del Buey, aquí tomamos la carretera TO-7531-V que nos lleva a la pedanía de las Hunfrias y en las proximidad del cementerio nos encontramos el desvio que marca el acceso al paraje Natural de las Las Lanchas donde dejaremos el coche para iniciar la ruta.

Descripción del Entorno
La Garganta de las Lanchas es un espacio natural desde el año 2003, y se encuentra ubicada en los Montes de Toledo, que es una cordillera formada por varias sierras, que separan la cuenca del Tajo de la del Guadiana. Se extiende desde el este con los montes de los Yebenes en Toledo, hasta el oeste con la Sierra de Guadalupe, donde el pico de Villarejos(Caceres) con una altitud de 1603 m es la cota mas alta del sistema.
En este entorno, la ruta conocida por la Garganta de las Lanchas, constituye una microreserva de gran valor ecológico, ya que en este lugar se dan unas condiciones especiales de clima; con precipitaciones anuales entre 800 a 1000 litros metro cuadrado, así como unas temperaturas mas suaves respecto a su alrededor, lo que ha permitido que se conserven especies y formas vegetales propias de climas oceánicos e, incluso subtropicales, quedando autenticas reliquias de los bosques de Laurisilvas de hace 300 millones de años.

Breve reseña Morfológica
Geomorfológicamente hablando este entorno tiene la misma formación que el paraje de la ruta de las Chorreras y el Rocigalgo que publicamos el pasado día 18, por lo que nos remitimos a la reseña que allí expusimos.
Básicamente es una estructura rejuvenecida con un relieve apalachense de crestones cuarciticos de una altura uniforme entorno a 1400m, que no se vio afectada por la erosión glaciar como el Sistema Central. Su característica principal son los numerosos pedrizales llamados casqueros, con grandes cúmulos de cantos angulosos de cuarcitas hechos por congelación y deshielo.

Flora y Fauna
Las condiciones climáticas especiales de este entorno ha permitido que se conserven especies de gran valor como las Loreras( Prunus Lusitanica) escasa de localizar en la provincia de Toledo, catalogándose 130 ejemplares aquí, mientras que el total en España es de 11.000 ejemplares.
El resto de la flora y en el fondo de la garganta, la forman bosque mixtos de fresnos, abedules, acebos, madroños, arándanos, robles, mostajos, quejigos, sauces y majuelos. En el entorno próximo a la microreserva nos encontramos pinares de una repoblación para mi modo de entender nefasta, que da mas valor a esta microreserva, que hay que cuidar.
Respecto a la fauna, dentro de la típica de los Montes de Toledo hay que destacar el lagarto verdinegro, que solo se da esta cordillera y en la sierra De Ayllón. Entre las grandes rapaces tenemos el águila real, el águila culebrera, el buitre o el azor.

Medio Rural
A diferencia de la ruta del Rocigalgo, aquí y ahora no encontramos restos de viviendas estables del pasado, excepto en la quinta cascada. Sin embargo, en esta zona si quedan restos de plataformas donde se formaban las Carboneras para elaborar el carbón vegetal con los arboles del lugar, que tanta importancia económica tuvieron en el pasado no muy lejano en este lugar, y cuyas referencias nos pueden dar los lugareños de las Hunfrias.

Itinerario ruta
La ruta que presentamos abarca un recorrido que trascurre por la Garganta de las Lanchas y la subida al vértice geodésico del Atalayón (1293m), para regresar a nuestro inicio atreves de un pequeño recorrido por la sierra de Sevilleja.
Este trayecto nos permite conocer en su plenitud la belleza de la microreserva en Otoño , así como poder disfrutar de unas vistas estupendas desde norte a sur y desde este a oeste, pudiendo contemplar al fondo la sierra de Gredos o la de Guadalupe. Por ello, hemos dividido la misma en dos partes para diferenciarlas y poder elegir que ruta para hacer.
1ª Parte: Garganta de Las Lanchas ( cinco cascadas)
Es la mas popular y la que mejor esta definida por lo que se puede seguir sin dificultad. Trascurre a lo largo del margen del arroyo de las Lancha y los responsables del paraje la tienen señalizada para ver tres cascadas de gran belleza, si bien nosotros hemos catalogado hasta cinco en este tramo, todas con su encanto y que merece ser vistas en esta época del año.
La ruta se inicia cerca del cementerio de la localidad de las Hunfrias donde hemos dejado el coche, tomamos la pista perfectamente señalizada que tras una breve subida y suave bajada con unas curvas abiertas entre pinares de repoblación, nos lleva a una caseta para mi de mal gusto y que desentona con el entorno, donde nos encontramos los carteles indicativos que nos muestran las características de la microreserva. Una pequeña subida por un sendero señalizado nos lleva a la primera de las cascadas, donde podemos deleitarnos con la vegetación autóctona de la Garganta sin los pinos, simplemente un entorno bonito, que merece dedicarle un tiempo para deleitarse viendo la flora especial del lugar y la caída del agua. Retomaos la ruta volviendo sobre nuestros pasos para seguir el cartel indicativo que nos lleva a la segunda de las cascadas. Tras una pequeña subida pasamos por la cabeza de la primera por un estrecho sendero cubierto de espesa vegetación con predominio de jara, y suelo de cuarcitas bastante resbaladizo por la humedad y ser zona de umbría. En poco mas de 10 minutos nos encontramos con nuestro segundo objetivo, ahora la vista de esta cascada es mas amplia y se puede apreciar mejor la caída del agua.
Para acceder a la 3ª cascada, seguimos el sendero señalizado que ahora ya no trascurre tan pegado al cauce del arroyo, sino un poco mas arriba a media ladera entre un bosque de robles de gran belleza por la caída otoñal de las hojas. En este lugar aún quedan restos de plataformas que en un tiempo no muy lejano se utilizaban como carboneras donde se elaboraba el carbón. El acceso final para ver esta cascada no es fácil, ya que hay que abandonar el sendero y bajar unos metros para posicionarnos en la parte de arriba de la misma, y para poder apreciar la caída del agua hay que descender entre rocas que en esta época estaban muy resbaladizas y por tanto peligrosas. Aquí y, hasta no hace algunos años se podría ver un libro de firmas, que la madre de un joven de la localidad de Roblezo del Mazo deposito en recuerdo de su hijo fallecido en este lugar.
En este punto termina el recorrido mas o menos popular que los responsable del paraje natural tienen bien señalizado. Para acceder a la cuarta cascada hay que retomar la senda que habíamos abandonado, y seguir a media ladera entre la chopera y brezos que ya son mas abundantes en esta cota, en suave ascenso unos 15 minutos. El acceso es fácil pero la visión es latera desde arriba, para ver la caída del agua hay que descender por rocas con el peligro que conllevan en esta época. Si me preguntas ahora cual es la mas bonita no sabría decirte, ves a verlas, y llevamos cuatro.
A la quinta y última se accede por la senda que hemos dejado pero ojo fijándonos en los hitos que hay, aunque es fácil de seguir aguas arriba. Ahora el acceso a la base de cascada es fácil rodeándola, y nos encontraremos en la oquedad de las rocas un pequeño refugio cuyas paredes están negras por el humo, que muestran cierta actividad en el pasados. Aquí puede verse fijándose en el suelo restos petrificados de animales acuáticos de mas de 300 millones de años como los que encontramos en la ruta del Rocigalgo.
2ª parte
Hasta aquí el camino que hemos realizado es poco exigente físicamente, con un desnivel suave que nos a llevado desde una cota de 850m hasta 1050m, y que nos ha permitido apreciar en esta época la belleza del agua con la caída de sus cinco cascadas, así como la flora única de esta microreserva. Si queremos apreciar en su plenitud este lugar os invito hacer esta segunda parte, pero ahora solo hago una simple advertencia es mas exigente, y, conlleva en un pequeño tramo cierto riesgo si no se está en buenas condiciones físicas. Desde la última cascada tomamos el camino del cortafuego que aquí nos encontramos, y tras una pendiente de 150 metros llegamos a un cruce de caminos ya en la parte alta de la sierra, tomamos el de nuestra izquierda que en suave ascenso otra vez entre pinares nos lleva al vértice geodésico del Atalayón de 1293 metros.
Desde aquí las vistas son simplemente espectaculares en cualquier dirección: sierra de Gredos, de San Pablo, de Guadalupe, y de Sevilleja cuya suave cresta vamos a seguir. Retomamos nuestro camino deshaciendo lo andado hasta el cruce de caminos. Aquí ahora seguimos la pista de nuestra derecha, que tras algo menos de una hora entre las suaves cresta de esta sierra nos lleva a un nuevo cruce de dos caminos, tomando el derecha y en menos de 20 metros debemos abandonar para hacer una fuerte bajada entre los cantos con musgo de un casquero típico de la zona. Esta es la parte peligrosa de la ruta, ya que no está señalizada y es difícil de andar por lo que se requiere buenas condiciones físicas, no recomendable para personas sin experiencia. Para seguir, y, no perderse si miramos hacia abajo vemos en la distancia un camino, justo el que debemos seguir en nuestra parte final, así no te pierdes. Lo interesante de este tramo es ver dos plataformas bien definidas de carboneras que muestran la actividad económica de esta zona. Una vez alcanzado el camino del fin de la bajada tomamos el sentido de la derecha, que tras unos minutos nos lleva al cruce del sendero de la segunda cascada, y de aquí al principio por donde empezamos nuestra ruta.
cminos