Circular Piedra de los Moros: Ayera-Piedra de Los Moros-Castilsabas-San Fertus. La Hoya de Huesca
near Ayera, Aragón (España)
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Itinerary description
Recorrido circular desde Ayera por caminos rurales hasta la piedra de los Moros pasando por la Ermita de San Esteban de Ayera. Desde la piedra fecundante hasta Castilsabas y vuelta a Ayera por la ermita del siglo XII dedicada a San Fertus.
A la altura de Castilsabas se ha pasado el GPS 5 minutos y ha hecho un pequeño recto en el track.
Peña de los Moros (Santa Eulalia La Mayor)
Descripción:
Conjunto rocoso formado por un bloque monolítico de arenisca trabajado prácticamente por todas sus caras, una roca aislada, retocada por la mano del hombre y que se asimila a un gran falo y otro bloque pétreo que compone lo que parece un espacio ritual donde destacan una cavidad a ras de suelo, un pequeño altar con una hornacina bajo la que se abre lo que parece ser un aljibe.
En el bloque de arenisca se tallaron multitud de cías, muchas de ellas unidas entre sí.
También encontramos lo que parecen ser aljibes y algunas tallas que la única misión, parece ser sustentar las leyendas que orbitan en torno a la roca.
El acceso a la parte superior se hace mediante escaleras talladas.
Conjunto estudiado en profundidad por Manuel Benito y, posteriormente, por Eugenio Monesma.
Descripción del conjunto de Manuel Benito:
"Como ejemplo de cuanto venimos diciendo tenemos esta Piedra de los Moros de Ayera, verdadera catedral de esta ruta fertilizadora. Se trata de un complejo fecundante todavía sin estudiar."
Morfológicamente es una mole pétrea que surge en la llanura oscense, entre los antiguos
términos de Castilsabás y Ayera (GPS 42 11 332 / 0 17 646). Está rodeada de un encinar cada
día más mermado, emergiendo en medio del bosque. Se accede a ella por un mal camino rural
que une la carretera de Vadiello con el antiguo castillo de Ayera y esta población.
La roca, como todas las demás, está manipulada de una forma inusual. Comenzando por el
lado de levante, encontramos un gran falo perfectamente esculpido (9) de unos cuatro metros de altura (GPS 42 11 328 / 0 17 622). En la actualidad presenta en la base una fuerte erosión que dificulta su verticalidad. Sigue a poniente un espolón pétreo vaciado a pico en su interior, con una gran cavidad rematada en la cabecera por otra más pequeña. En su cara norte, cerca del falo, hay una pequeña oquedad que permite la estancia de una persona en cuclillas.
Restan a los lados dos salientes que quizá sirvieron para cubrir el hueco.
La Piedra de los Moros, en esta parte, forma en su vaciado interior un par de paredes al
exterior, que se interrumpen con el acceso que lleva a la última prolongación. Esta mole occidental muestra en su ingreso una serie de escalones, cilleros a los lados, arriba la superficie exterioriza varias bocas de silo que por dentro se comunican mediante agujeros practicados en las finas paredes, rebajadas a pico. En la zona de levante, junto a una especie de fosa, están las huellas que dejara la reina mora en su salto: un pie normal de mujer y otra huella informe al lado. Los pies están cambiados.
Al parecer la persona que manipuló la roca utilizó su propio pie para plantilla una vez hecha la informe extremidad derecha, sin darse cuenta de que volvía a poner otro pie derecho. Al lado hay un gran podomorfo de más de metro y medio de longitud, hecho a pico sobre la roca. Vestigio de aquéllos gigantes que según la Biblia poblaron la Tierra coetáneamente a los hombres. (…)
El abandono y la erosión en la cara sur ha provocado la fractura del cantil con la pérdida de
bastante superficie horadada para cías.
La Piedra de Los Moros es un prodigio etnográfico, no sólo por lo gigantesca, también por
la amplia gama de símbolos fertilizadores que presenta: falo descomunal, posible útero monumental en la segunda roca y las únicas huellas que encontramos de reina mora. Su uso la hace singular, sirvió como las demás para fertilizar mujeres y el grano. El cillero no formó parte de ningún castro ni hábitat que estarían documentados.
La prospección del terreno no da más que fragmentos de cerámica. Todo eso nos hace suponer que hasta allí se llevaban anualmente las semillas, destinadas para la sembradura con el fin de que tomaran de la piedra el poder fecundante,así el cereal sería más prolífico.
Ruta circular desde Ayera pasando por:
- Ermita San Esteban (0.5 km)
- Piedra de Los Moros (2.3 km)
- Ermita de San Fertús (7.2 km)
A la altura de Castilsabas se ha pasado el GPS 5 minutos y ha hecho un pequeño recto en el track.
Peña de los Moros (Santa Eulalia La Mayor)
Descripción:
Conjunto rocoso formado por un bloque monolítico de arenisca trabajado prácticamente por todas sus caras, una roca aislada, retocada por la mano del hombre y que se asimila a un gran falo y otro bloque pétreo que compone lo que parece un espacio ritual donde destacan una cavidad a ras de suelo, un pequeño altar con una hornacina bajo la que se abre lo que parece ser un aljibe.
En el bloque de arenisca se tallaron multitud de cías, muchas de ellas unidas entre sí.
También encontramos lo que parecen ser aljibes y algunas tallas que la única misión, parece ser sustentar las leyendas que orbitan en torno a la roca.
El acceso a la parte superior se hace mediante escaleras talladas.
Conjunto estudiado en profundidad por Manuel Benito y, posteriormente, por Eugenio Monesma.
Descripción del conjunto de Manuel Benito:
"Como ejemplo de cuanto venimos diciendo tenemos esta Piedra de los Moros de Ayera, verdadera catedral de esta ruta fertilizadora. Se trata de un complejo fecundante todavía sin estudiar."
Morfológicamente es una mole pétrea que surge en la llanura oscense, entre los antiguos
términos de Castilsabás y Ayera (GPS 42 11 332 / 0 17 646). Está rodeada de un encinar cada
día más mermado, emergiendo en medio del bosque. Se accede a ella por un mal camino rural
que une la carretera de Vadiello con el antiguo castillo de Ayera y esta población.
La roca, como todas las demás, está manipulada de una forma inusual. Comenzando por el
lado de levante, encontramos un gran falo perfectamente esculpido (9) de unos cuatro metros de altura (GPS 42 11 328 / 0 17 622). En la actualidad presenta en la base una fuerte erosión que dificulta su verticalidad. Sigue a poniente un espolón pétreo vaciado a pico en su interior, con una gran cavidad rematada en la cabecera por otra más pequeña. En su cara norte, cerca del falo, hay una pequeña oquedad que permite la estancia de una persona en cuclillas.
Restan a los lados dos salientes que quizá sirvieron para cubrir el hueco.
La Piedra de los Moros, en esta parte, forma en su vaciado interior un par de paredes al
exterior, que se interrumpen con el acceso que lleva a la última prolongación. Esta mole occidental muestra en su ingreso una serie de escalones, cilleros a los lados, arriba la superficie exterioriza varias bocas de silo que por dentro se comunican mediante agujeros practicados en las finas paredes, rebajadas a pico. En la zona de levante, junto a una especie de fosa, están las huellas que dejara la reina mora en su salto: un pie normal de mujer y otra huella informe al lado. Los pies están cambiados.
Al parecer la persona que manipuló la roca utilizó su propio pie para plantilla una vez hecha la informe extremidad derecha, sin darse cuenta de que volvía a poner otro pie derecho. Al lado hay un gran podomorfo de más de metro y medio de longitud, hecho a pico sobre la roca. Vestigio de aquéllos gigantes que según la Biblia poblaron la Tierra coetáneamente a los hombres. (…)
El abandono y la erosión en la cara sur ha provocado la fractura del cantil con la pérdida de
bastante superficie horadada para cías.
La Piedra de Los Moros es un prodigio etnográfico, no sólo por lo gigantesca, también por
la amplia gama de símbolos fertilizadores que presenta: falo descomunal, posible útero monumental en la segunda roca y las únicas huellas que encontramos de reina mora. Su uso la hace singular, sirvió como las demás para fertilizar mujeres y el grano. El cillero no formó parte de ningún castro ni hábitat que estarían documentados.
La prospección del terreno no da más que fragmentos de cerámica. Todo eso nos hace suponer que hasta allí se llevaban anualmente las semillas, destinadas para la sembradura con el fin de que tomaran de la piedra el poder fecundante,así el cereal sería más prolífico.
Ruta circular desde Ayera pasando por:
- Ermita San Esteban (0.5 km)
- Piedra de Los Moros (2.3 km)
- Ermita de San Fertús (7.2 km)
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