Circular por la Sierra de Armantes 16-3-2019

Este sábado me voy a conocer la Sierra de Armantes, tan relativamente cerca y tan desconocida, con espectaculares formaciones rocosas, a mi me recuerdan retablos, originados por el viento, la lluvia y las diversos capas y materiales que forma el terreno.

La pequeña Sierra de Armantes se encuentra en la comarca de Calatayud, vertiendo sus aguas al Ribota por el Norte, Manubles por el Oeste y al Jalon por el Sur. Los barrancos que por ella transcurren, son cortos y áridos en las vertientes del Ribota y Manubles, lo que hace que en las orillas de sus cauces haya formaciones curiosas originadas por el viento y la lluvia, y mas largos con vegetación de pino carrasco por la del Jalon. Esta vegetación fue repoblada entre los años 40/50 para paliar el paro existente en la zona y para evitar la erosión y posibles avenidas en Calatayud.

La ruta la inicio junto al antiguo deposito de agua de Calatayud, antigua carretera de Calatayud a Soria, siendo las 9 de la mañana cuando empiezo a andar unos 200 metros por la carretera dirección a la N-234, para tomar a mano izquierda la marcada senda, que por el Barranco del Salto me llevara hasta el Collado de los Castillos en unas 2 horas de pausado caminar, en una mañana esplendida, disfrutando del paisaje, el trino de los pajarillos, la soledad de camino y una temperatura agradabilisima.

Una vez en el Collado gire a mi derecha para acometer la subida a las 2 muelas de los Castillos, la primera y más al Sur, fácil, pero el paso de la primera a la segunda requiere 2 pequeñas trepadas. Desde aquí contemplaba la concurrida, en ese momento, Cruz de Armantes.

Deshago el camino hasta el Collado de los Castillos y por la modera ascendente senda voy a la Cruz de Armantes, donde llego a las 12.15 horas, en esos momentos solo había un chaval joven del vecino pueblo de Cervera de la Cañada.

Tras una hora de reposo y contemplación en la Cruz de Armantes, emprendí la bajada en una combinación de tramos de pistas y sendas por el Barranco de Valdezanco.

El Sol pegaba con justicia, para ser un 16 de Marzo, tendríamos cerca de los 30 grados, menos mal que entre los pinos, aunque no de mucho porte, era llevadero. En el pinar encontré una zona con musgo apropiada para montar el tenderete: me comí el bocata y con esa temperatura me eche una medio siesta que me supo a glorias.

Fui programando me para llegar al coche sobre las 18.30 horas y aprovechar el día.
En conclusión:

-.Ruta muy cómoda con vistas a las formaciones rocosas espectaculares.
-.Hay muchas opciones para acortar ó alargar la ruta.
-.Un pequeño pero interesante pinar, y sin nidos de procesionaria. No vi ni uno en todo el recorrido.
-.Los 790 m. de desnivel acumulado me parecen excesivos, pero eso es lo que me marco el GPS.
-.Un agravante puede ser, sí el terreno esta mojado, será resbaladizo y se pegara a las botas dificultando el progreso.