Circular por los Montes de Iturrieta: Cruz de Legarda - Marabileta - Sta.Elena - Soil y Atxuri/Larredez desde Musitu

Última salida montañera que realizo este año con el club de montaña Artarrai. En esta ocasión nos dirigimos hasta el pequeño pueblo alavés de Musitu para pasear por varias de las cimas de la parte norte de los Montes de Iturrieta.
Una vez cogemos el material comenzamos la ruta, descendiendo unos pocos metros por la carretera para girar a la derecha y comenzar el ascenso por un ancho y cómodo sendero de piedras.

Mas adelante nos desviamos a la izquierda, y accedemos por un bosque cuyo firme esta repleto de hojarasca, lo que le da cierta belleza al lugar.
Continuamos ascendiendo hasta llegar a otro cruce. Muy cerca de aquí, a escasos 100m, se encuentra la cruz y cima del monte Legarda (885m). Decidimos hacer cumbre y en menos de 5 minutos llegamos al a cima. Las vistas son espectaculares, mas si cabe con el sol recién salido. Podemos contemplar multitud de montañas en el horizonte, desconozco cuales son ya que no conozco la zona, pero la vista es muy chula.

Tras las fotos de rigor, volvemos hasta el cruce y continuamos la marcha por la derecha. De nuevo caminamos por otro ancho y cómodo sendero de piedras. El tramo inicial de la ruta es muy llevadera.

500m mas adelante llegamos a una zona protegida por una valla. Allí vimos un espectáculo que por lo general uno no espera ver en vivo y en directo, con sus propios ojos. Un gran grupo de buitres se estaba montando un festín con al menos media docena de vacas muertas (puede que incluso mas); el olor que desprendían era repugnante. Era bastante llamativo ver tantas vacas ahí tiradas juntas, separadas las unas a las otras en apenas 5m de distancia. Provablemente aquella zona vallada sea un lugar para que alguien deje animales muertos que se encuentren en diferentes lugares y se los dejen allí a los buitres, que muy listos éstos, sabrán que les llevan un auténtico festín. Aun asi, ver aquello era impactante, desagradable. Pero es la naturaleza en estado puro, la cadena alimenticia cumpliendo con su función.
Aquello tenía que fotografiarlo, ya que no todos los días tiene uno la oportunidad de ver semejante acontecimiento.

Proseguimos la ruta y giramos a la izquierda para luego girar a la derecha. Enseguida llegamos a un punto en la que disfrutamos de otra magnifica vista. En esta ocasión si que conozco lo que veo; la ciudad de Vitoria, los montes Gorbea y Anboto y la inmensa llanura alavesa, con la presencia de multitud de pequeños pueblos. En frente, unos pocos metros de altitud mas arriba, tenemos a la vista un enorme repetidor de TV situado en la cumbre del monte Marabileta (1088m).

Una vez allí pasamos la antena, donde no hay vistas por la presencia de árboles, pero un poco mas adelante sí que tenemos una amplia y espectacular panorámica. De nuevo tenemos a la vista la llanada alavesa, que estará siempre presente, de aquí hasta que hagamos la última cima de la ruta, aunque la diferencia está en verla desde otra perspectiva, ademas de ir añadiendo poco a poco mas montes y pueblos de la llanada. En esta ocasión vemos también la sierra de Aizkorri y la sierra de Aralar, cubiertas por una fina capa de bruma.

Descendemos unos pocos metros de altitud y nos adentramos por otro bosque, de nuevo precioso por la hojarasca. He de decir que anoche heló en esta sierra, y no lo sé por el parte meteorológico, sino porque el suelo estaba completamente mojado. Esto ha sido un inconveniente (que no un problema) para el avance, sobre todo cuando teníamos que pisar sobre alguna roca o, como fue en este bosque en concreto ( y en otras ocasiones mas adelante) al tener que cruzar una valla hacia el otro lado. Para ello nos subimos por unos estrechos tablones de madera, los cuales también resbalaban, así que había que ir con cuidado, procurando agarrarse en los postes de madera.

Luego, tras volver a pasar por otra valla por el lado izquierdo, ya en campo abierto descendimos hasta llegar a un pequeño mirador natural. Mismas vistas, diferente perspectiva. Aunque resulte un tanto repetitivo, nunca cansa ver las descomunales vistas que hay desde este lugar.
Antes he mencionado que cruzamos una valla por la izquierda. Se puede ir por el lado derecho y continuar, atravesando un amplio y liso campo de color verde. Creo que no habría problema en cruzarlo, ademas cortaríais varios cientos de metros de recorrido, pero nuestro guía nos quiso ir por la izquierda y pasar por el mirador.

A continuación, volvemos a ascender, esta vez un fuerte y exigente repecho, aunque es corto y enseguida volvemos a llanear. Muy cerca de aquí se encuentra la cumbre del monte mas alto de esta ruta, el Sta. Elena (1110m), aunque antes de llegar allí, nos llamó la atención la presencia de una gigantesca haya. Algunos compañeros y yo decidimos fotografiarlo y luego ya si, hacer cumbre al Sta. Elena.
Al iguar que en el anterior monte, aquí tampoco hay vistas por la numerosa presencia de árboles pero, una vez mas, unas decenas de metros mas adelante, volvía a haber una zona despejada y por lo tanto, nuevas y maravillosas vistas de la llanura alavesa, llegando a ver también el pueblo de Agurain/Salvatierra.

Luego, volvemos a pasar por otra zona arbolada hasta llegar a una zona despejada, el cortado de esta zona norte de los Montes de Iturrieta, el borde entre la parte mas elevada del macizo y la amplia caída que hay por la izquierda. Ésta perspectiva la veremos una y otra y otra vez, hasta que atravesemos casi de lado a lado la sierra.
Pero antes tenemos que hacer un par de cumbres. Primero el monte Soil (1108m) donde no hay buzón pero si varias piedras amontonadas ( y muy cerca, un amplio rebaño de ovejas), y después el monte Atxuri/Larredez (1104m).

Entre medias, pasamos primero por un bosque con varios puestos de cazadores, y luego por una zona con placas de roca. Aquí hay que tener bastante cuidado ya que en dichas placas hay varios agujeros que, sumado a lo mucho que patinaba al pisar, hacía que fuese un poco peligroso.
Después pasamos por una loma llamada San Juan Lepoa, donde hay una cruz con una inscripción.

Continuamos en constante subida y bajada por camino de hierba y pequeñas rocas (muy resbaladizas), hasta llegar al fin a la última cumbre del día, el monte Atxuri, también llamada Larredez.
Tras las fotos de rigor, giramos a la derecha e iniciamos el descenso oficial primero por hierba y luego por un ancho sendero de tierra y piedras.

Mas adelante nos topamos con una carretera, la cual cruzamos y nos desviamos a la izquierda para dirigirnos a ver una serie de cascadas. Al principio el sendero, el camino a seguir, no se distingue con mucha facilidad, pero se intuye perfectamente. Ademas, siguiendo el track se puede avanzar correctamente sin problemas.

Finalmente damos con un estrecho pero visible sendero que desciende entre la hojarasca hasta llegar a una cueva, bueno, mas bien una abertura con forma de medio arco, en el que en el medio, por arriba, cae una cascada. El escenario es perfecto, una cueva, una cascada, os aseguro que podréis sacar un fotón en este lugar.

Continuamos cuesta abajo por el sendero y enseguida damos con una segunda y tercera cascada (una casi a nuestros pies, y otra que se distingue a lo lejos).
Esta zona es una autentica preciosidad; la vista del cañón que rodea la zona, las cascadas, la arboleda, la hojarasca...

Mas adelante llegamos a un cruce. Lo normal sería continuar de frente para volver al punto de partida, el pueblo de Musitu y finalizar la ruta, pero nuestro guía tenía otra intención; alargar la ruta y llevarnos hasta un punto donde podemos ver de cerca, con gran detalle, la que creemos que es la segunda de las cascadas.

El acceso a dicha cascada es sencillo aunque algo incómodo en ciertos momentos. En nuestro caso hemos ido por 2 vías distintas; la de la derecha, en la que es toda una aventura por tener que sortear un arroyo y pasos algo complicados, y la de la izquierda, que es donde realmente hay que ir, un sendero como dios manda (al inicio no nos dimos cuenta de la presencia del camino bueno y comenzamos por el de la derecha).
En ésta vía correcta, hay que cruzar un arroyo en un par de ocasiones pero sin mayores problemas, ya que hay suficientes apoyos para meter el pie. Eso si, es recomendable llevar bastones para poder mantenerse en equilibrio, ya que es relativamente fácil poder patinar y caer al arroyo.

Al llegar a la cascada, nos hacemos una foto grupal, ya que después del esfuerzo y la aventura inicial para llegar hasta aquí, y por la belleza del lugar, merece la pena poder dejar un recuerdo en forma de foto.
La vuelta al cruce lo hacemos por la vía correcta y continuamos el anterior sendero que, sin perdida alguna, nos lleva hasta el pueblo de Musitu y concluimos así esta preciosa y sin duda alguna, completa ruta.