Circular por los Montes Obarenes desde Barcina de los Montes

AVISO: Este track es meramente orientativo. No seguir a rajatabla, porque en muchos tramos no hay camino marcado y la desviación típica del gps (eso que es un Garmin Montana 700, no un móvil, pero 2 ó 3 metros en el borde de la Mesa de Oña pueden hacerte caer por el precipicio) os puede llevar por zonas no deseadas. En algunos tramos hay que atravesar tramos de bojs muy tupidos; nosotros lo hicimos por donde pudimos, pero si encuentras otra forma más fácil, ve mejor por ahí. Por eso he puesto que la ruta es solo para expertos, no la aconsejo a quien no tenga una buena orientación y amplia experiencia.

Salimos de la fuente de una plazuela que hay pegada a la carretera de Oña ( por donde no ha pasado la Ley de Memoria Histórica), y vamos por el antiguo lavadero y el cementerio/botellómetro por camino, hasta un árbol cubierto de ganchillo donde cruzamos la carretera de Oña y tomamos un camino ancho de tierra (camino de la Barranca). Enseguida nos encontramos con una fuente a la izquierda enfrente de un abrevadero con tan buen agua que renovamos las cantimploras y más adelante con otro abrevadero con fuente incluida. Recomendamos si se quiere agua coger la de esta primera fuente, ya que la otra no sabemos bien de dónde vendrá.

Más o menos al kilómetro dejamos el camino y giramos a la izquierda por un camino muy poco marcado que es por nos lleva el track qué cierto individuo había puesto en Wikiloc. Aquí el camino que tomamos aparece y desaparece, pasa entre unas pedreras donde de vez en cuando se encuentra un mojón, pero vemos que transita por lugares un tanto inhóspitos, aunque bien bonitos, como un pequeño hayedo que atravesamos. Como el track nos lleva a trepar por rocas un tanto complicadas, pasamos de él y tomamos el mejor camino que vemos pegados a las rocas, y llegamos a una pedrera por donde subimos hasta la primera pequeña meseta, un poco antes del portillo de Penches, donde ya vemos el pico cuchillos y el camino que nos llevará a él en ascenso por blando césped. Vamos recorriendo dicha meseta viendo vacas a la izquierda en un amplio cercado con una pequeña lagunilla seca a pesar de las últimas lluvias.

En el portillo de Penches vemos una señal que indica un camino que es el que deberíamos haber tomado si hubiéramos seguido por el camino de la barranca en vez de ir por la pedrera, lo cual nos indica que el track que tenemos no es muy de fiar. Bajo nuestros pies, otro hayedo (o más bien la continuación del que atravesamos al principio), nos deja ver sus desnudas ramas, que en breve se cubrirán de verdes hojas.

Por ahí en muy suave subida llegamos hasta la base del pico Cuchillos, en el portillo del Mercado, que ascendemos por un amplio camino de hierba hasta un laberinto de bojs, donde tenemos que ir sorteando los arbustos manteniendo la referencia que nos marca el GPS en el pico Cuchillos. Una vez en la cima disfrutamos de las vistas de las Merindades y descendemos de nuevo a un ancho camino que nos lleva hasta el comienzo de la ascensión a la Mesa de Oña, y ahí ya compartimos la senda bien marcada con la que sale del pueblo que le da nombre a la mesa. Una exigente, pero corta subida nos lleva arriba del todo, y allí por la meseta llegamos hasta la olla que nos indica que estamos en el punto deseado, con unas preciosas vistas a toda la Bureba.

Como hay mucha gente en la olla, vamos hacia el sureste, pegados al borde de la mesa disfrutando de los buitres y algún alimoche, y paramos en un mirador natural desde donde también se ve la Bureba y aprovechamos para detenernos un rato y disfrutar del paisaje. Para ir al Pan Perdido no hay camino, así que tenemos que descender entre los bojs, a veces por fuerte pendiente, que provoca alguna caída sin consecuencias. Abajo se ve una estrecha senda herbosa, que es hacia donde nos dirigimos, y cuando llegamos a ella la tomamos, aunque poco después desaparece y vuelven ls bojs, que volvemos a sortear por donde podemos, encontrándonos algún hito de vez en cuando que nos indica que no vamos tan mal. LLegamos a Peña Roja y poco después a poprtillo de Navasa, donde tomaos el camino que va desde Navas de Bureba al Pan Perdido y ya es todo más fácil.Al lado está el alto de Navas, y ya hay un marcado camino que nos lleva al pico Ventanas.

Hace 3 años ahí había un cartel que indicaba del peligro de ese tramo al ser una cresta estrecha sin camino señalizado. Ahora el cartel ya no existe y vemos que el camino está bastante marcado con hitos y se ve la senda con facilidad; curiosamente después de las peleas con los bojs y las pedreras, es de las partes más sencillas de toda esta ruta. Pasamos de la vertiente sur a la norte poco después de pasar el Pico Ventanas (no se puede seguir camino en caso de no hacerlo), y cruzamos otro hayedo, es impresionante la cantidad de pequeños, pero preciosos, hayedos que hay por estas tierras. Siguiendo este camino entre las hayas llegamos a una curiosa formación entre las rocas, que hace de ventana hacia la Bureba. Seguimos descendiendo, ya con la vista del Pan Perdido y el Custodio detrás, y llegamos al portillo del Pan Perdido, donde comienza la última subida del día que nos deja en la impresionante cima del Pan Perdido, que con sus 1.234 metros es el techo de los Montes Obarenes.

Descansamos un poco y volvemos sobre nuestros pasos, para girar a la derecha en un cordal y descender abruptamente entre caminos que han hecho las vacas, los jabalíes o los corzos, con el pueblo como referencia, y llegamos a una balsa cerca de Barcina donde por fin ya tomamos un camino marcado que nos deja de nuevo en el pueblo dónde disfrutamos en el bar de las merecidas cervezas.