Circular-Pueblos rojos y negros de Segovia ( Villacorta-Becerril-Serracín-El Muyo-Madriguera)

En esta ruta se trata de ir pasando por pueblos cuyas casas tienen predominantemente el color rojizo del adobe con el que están (o estaban ) hechas, y otros en los que predomina la pizarra (pueblos negros). Esta denominación no quiere decir que no haya mezcla, pero sí que es el color dominante. Hay varios circuitos perfectamente señalizados que indican el recorrido, pero nosotros mezclaremos varios.

Nos plantamos en Villacorta, pueblo situado en la carretera SG-V-1111 que parte de Riaza, y dejamos el coche junto a un pequeño parque a las afueras. Enseguida vemos que este es un pueblo de los “rojos”, así como que ya se pintan de ese color postes de la luz y otras cosas que no son de adobe, pero cuyo resultado es muy llamativo. Nos echamos a andar por una pista que está perfectamente señalizada y al poco nos topamos con un molino reconstruido como un centro rural bastante grande, y seguimos caminando hasta que nos encontramos con un cartel que indica que hacia la izquierda se va a Becerril, primer pueblo de nuestro recorrido. Como no veremos camino alguno entre la espesura, seguimos unos metros más hasta el punto wpt001 que es por donde tenéis que meteros. Veréis un camino algo difuminado al principio pero que enseguida os conduce a un sólido puente sobre el Río Vadillo; lo cruzáis y seguís una senda algunas veces irreconocible pero que sin problemas y atravesando un robledal os deja al cabo de unos ochocientos metros en una pista ancha que tiene un poste con un indicador a varios pueblos. Nosotros cogemos la dirección de la derecha y al cabo de otros ochocientos metros (wpt002) podemos optar por coger un camino por la izquierda que atravesando un cerrete nos lleva al pueblo, o seguir el sendero oficial que es algo más largo y que es el que cogimos nosotros; cuestión de gustos.

Llegamos a Becerril, pueblo “negro”, y lo atravesamos en dirección a Serracín. Este tramo es el único algo fatigoso pero nada del otro mundo. Llegamos al pueblo y tras comprobar que de abandonado no tiene nada y de paramos a reponer fuerzas, seguimos los carteles indicadores hasta El Muyo. Si alguno quiere acortar la ruta, puede optar por coger la carretera y plantarse en Madriguera en poco más de dos kilómetros.

Entramos en El Muyo (pueblo negro que es frecuentado por cazadores) y tras repostar en un bar que nos sorprendió con tapas y raciones, cogimos el camino de la izquierda que está también indicado en un poste y, atravesando prados primero y robledal después, llegamos hasta Madriguera. En este tramo nos llovió, tronó y granizó, e hicimos lo único que se puede hacer en este caso: ponerse el chubasquero, el protector impermeable de la mochila y tirar para adelante, ya que si te paras te mojas más y además no avanzas. Todo la buena señalización de los caminos que habíamos visto falló aquí, porque íbamos confiados por la ancha pista que sale de El Muyo sin darnos cuenta de que a unos tres kilómetros y medio había que dejarla y tomar un desvío a la izquierda. Menos mal que me dio por mirar el GPS y retrocedimos hasta el wpt003 (veréis la rectificación en el track). Por aquí emprendimos una bajada hasta la carretera que viene de Serracín y que por la derecha nos dejó enseguida en Madriguera. Antes de entrar paramos a comer en un lavadero reconstruido y a resguardo de la lluvia. Como todo estaba muy embarrado, al re emprender el camino hasta Villacorta lo hicimos por carretera en vez de por el inicialmente previsto (Camino de Carramolino), que se toma internándose en el pueblo y que va más o menos paralelo a la carretera pero por un altozano. No creo que varíe gran cosa el paisaje así que no pasa nada. Llegamos a Villacorta sin novedad.

Una marcha que nos sorprendió, pues aunque esperábamos ver el campo bonito, se superó. El contraste del rojo con el verde intenso de los campos sembrados de alfalfa y los trigales aún verdes ondeando con el viento, fue brutal. Añadido a esto que la primavera está siendo lluviosa, la cosa es de cuento. En otra época del año no la recomiendo. No desde luego en verano ya que te puedes asar (muy poco tramo a cubierto) y te puedes helar en invierno. La dificultad la dejo en "fácil" pues a pesar de la longitud se hace muy bien.

Gracias y a disfrutarla