Circular:Puerto Lézar-Camping Cortijillo-Empanadas-Lézar

Castril, Sierra de agua y piedra.
Salimos desde la aldea de La Matea, cerca de Santiago de la Espada hacía los campos de Hernán Pelea. A las 8 llegamos al puerto de Lézar, aquí dejamos el coche y comenzamos nuestra ruta.
Vamos descendiendo con cuidado de no meternos en alguna cerrada del barranco,pues el terreno es muy agreste y vamos siguiendo el camino a ojo. Finalmente llegamos al fondo de este barranco (barranco del puerto) , como he dicho antes con mucho cuidado de no meternos en alguna cerrada , hasta su unión con el barranco de la Osa. A partir de aquí tomamos un sendero bien señalizado que nos lleva hasta el tejo milenario. Una visita a este espectacular árbol y volvemos sobre nuestros pasos.
Seguimos por sendero dirección al nacimiento del río Castril. Puede que este nacimiento sea el más caudaloso de todo el macizo montañoso, englobando a las sierras de Cazorla, Segura y las Villas. Además es un manantial muy bonito, el agua rezuma por un montón de grietas en la pared rocosa.
Seguimos descendiendo por un sendero que va a la vera del río hasta llegar al camping el Cortijillo. Tomamos un par de cervezas para tomar fuerzas y a partir de ahora comienza lo bueno, todo cuesta arriba hasta las Empanadas.
Desandamos el tramo de carril que hay desde el camping hasta los tubos de la central hidroeléctrica . Un poco mas de camino y cruzamos un puente sobre el río Castril, y ahora comienza la cuesta a tope.
Vamos por un sendero bien marcado, hacia el Empanadas, pero la cumbre no se muestra ante nosotros hasta que no llevamos un par de horas de subida. Mientras tanto vamos recorriendo el barranco de Túnez, entre roquedos , quebradas, cerradas…de una gran belleza.
Cuando llegamos a las ruinas del cortijo del Maestrillo, podemos ver nuestro objetivo, (La cumbre del Empanadas) , ya llevamos un buen tute en nuestras piernas.
El sendero tiene una fuerte pendiente hasta el collado Salitre, desde aquí ya tenemos vistas de los Campos de Hernán Pelea, y del puerto de Lézar, pero en vez de encaminarnos hacia el coche, giramos a la izquierda hasta el Empanadas.
Cuando hacemos cumbre, volvemos hasta el collado Salitre y de ahí al coche, ya todo cuesta abajo, menos mal, porque las fuerzas empiezan a escasear, y el sol comienza a ponerse a nuestras espaldas.
En esta ruta disfrutaremos de impresionantes barrancos y cerradas, por eso es conveniente no aventurarse demasiado fuera de sendero, pues podemos tener problemas en un terreno tan quebrado. Veremos formaciones rocosas caprichosas, además de una rica variedad de fauna, sobre todo rapaces. Y pese a que parece una sierra pelada de vegetación se pueden ver zonas de indudable valor botánico. Como los tejos antes mencionados, alguno de gran porte, un bosque de almeces al pié de la cerrada del barranco de Túnez, áceres…y en la zona alta bosques maduros de pino laricio, además de la vegetación de ribera en las márgenes del río Castril, también famoso por su población de trucha común.
Decir que los manantiales y arroyos con agua, son bastante frecuentes por lo que en principio el abastecimiento no debe ser un problema a lo largo de la ruta, aunque siempre es bueno llevar en la mochila las botellas y llenarlas siempre que se pueda por si acaso.