Circular Salto del Caballo, Piedra Sillada y La Cadena (Sierra Almijara)

 Travesía circular por la vertiente norte de la Sierra de Almijara, aprovechando la temporada invernal y las recientes nevadas, donde recorreremos tres de sus cumbres interiores, el Salto del Caballo, Piedra Sillada y La Cadena, todo ello desde Puente Cambril.

 Como otras tantas veces en las incursiones al norte de la Almijara, partimos desde la pista forestal de La Resinera de Fornes, a la altura de la barrera de Puente Cambril. Lugar donde la juntas del arroyo Cambril y de la Venta da origen al río Cacín, poco antes de verter si escueto, pero incesante caudal al Pantano de los Bermejales.

(Vereda del Barranco de Cambril)

 Con la idea de trazar un recorrido circular, optamos por remontar el Barranco de Cambril y faldear la Loma de la Madera. Así, nada cruzar la barrera, nos desviaremos a la izquierda por la vereda que se adentra paralelo al arroyo Cambril, aunque más adelante lo tendremos que vadear en alguna ocasión sin problemas.
 Alcanzamos los restos de una pequeña caseta de resineros, a la altura de la junta de los arroyo Cambril y Madera, y continuamos ahora remontando la Loma de la Madera.
Aunque nos movemos a media ladera, vamos ganando las vistas de la recién nevada Loma de Ubares, sobre la que asoma la mole del Lucero. Al fondo, sobre la cabecera del barranco, el cerro del Salto del Caballo, donde comenzamos a divisar la caseta de vigilancia.
 Nos vamos acercando a la cabecera del barranco, a la vez que enlaza por la izquierda la vereda que sube desde el Cortijo de Machiche.
Viramos sobre el típico terreno dolomítico de la sierra y afrontamos de momento el cortafuegos que sube hacia la Loma de Ubares.

(Loma de Ubares y Lucero)

 El ascenso del cortafuegos nos deja sobre la pista forestal de la Monticana, a las faldas del Salto del Caballo. Avanzamos un corto trecho por el carril, con el perfil del Lucero a la vista. Pronto nos situamos sobre el Collado de la Carne, momento en que abandonamos la pista y nos desviamos a la vereda del Salto del Caballo.

(Pierda Sillada y La Cadena, desde el Salto del Caballo)

 Unos primero metros de carril pasan a convertirse en senda, que en un continuo ascenso nos lleva hacia la caseta de vigilancia que corona el Salto del Caballo.
Conforme nos acercamos al puesto, las panorámicas de esta atalaya almijarense se apoderan de nosotros. Con todas las nortes cubiertas de nieve, disfrutaremos de las vistas que sólo tenemos pocos días al año, aunque un fuerte viento de costado nos hará dudar de la incursión el cresteo de La Cadena.

(Arista de la La Cadena, desde el collado de Piedra Sillada)

 Abandonamos el resguardo que nos ofrece el puesto y descendemos en dirección a Piedra Sillada, tocando fondo el Collado de Piedra Sillada y remontando el perfecto peñón que domina la cabecera del barranco del río Chíllar.

(La Cadena, Los Machos y el Lucero, desde Piedra Sillada)

 Si el corto ascenso final al peñón de Piedra Sillada es tarea ardua en seco, con la resbaladiza nieve tendremos que caminar con tiento, sobre todo a la bajada.
De nuevo nos apoderamos de las vistas de buena parte de la sierra, sumando al este la cuerda desde el Almendrón al Navachica, Cabañeros y el frondoso barranco del Chíllar.
Con la costa malagueña al frente, la afilada arista de La Cadena, con la gala de blanco en su umbría, retando nuestra incursión.

(Cresteo de La Cadena)

 Desandamos con precaución la subida a Piedra Sillada y caminamos en busca de la entrada a la cuerda de La Cadena, esquivando al inicio el espolón que marca el comienzo del cresteo.
En condiciones normales tenemos suficiente margen para caminar sobre la linea cimera, pero el fortísimo viento de costado de la jornada no da respiro y nos obliga a caminar pegados a la roca, o descolgados un metro de la arista buscando algo de sosiego de las fuertes rachas de viento.
 Aunque bien nos podríamos haber planteado abandonar la arista y descolgarnos ladera abajo para recorrer la cuerda, con mucho esfuerzo y precaución completamos el primer tramo de la cuerda, alcanzando la diagonal a medio camino, que nos llevará al segundo tramo, más expuesto y con menos opciones.

(Piedra Sillada, desde la arista de La Cadena)

 Recorremos los primeros metros, no sin dificultad, y nos acercamos al corto tramo, el más crítico del recorrido.
En este momento nos separan unas pocas decenas de metros del vértice geodésico, pero para alcanzarlo tendremos los puntos más complejos del cresteo. Primero un pequeño diente de sierra que se desmorona a nuestro paso, un paso que tendremos que pasar a horcajadas y la trepada que nos elevará sobre la arista a la altura de cumbre.
 Pero hoy, el fuerte viento y la nieve que nos impide localizar puntos de apoyo suficientemente seguros, nos hacen desestimar el intento de completar el recorrido sobre la la arista.
Así que deshacemos unos metros la arista hasta el punto que vemos factible descolgarnos unos metros sobre la nevada ladera en la umbría. El avance se complica bastante con la nieve, por lo que no recomiendo la incursión a estas altura de la cuerda sin un mínimo de experiencia en montaña.

(Cresteo de La Cadena)

 Superado el escollo, y situados prácticamente bajo el monolito serrano, remontamos de nuevo hasta la arista, recorriendo los últimos metros hasta coronar el vértice geodésico de La Cadena.

(Salto del Caballo, Piedra Sillada y Sierra Nevada, desde La Cadena)

 Desde el vértice, la cuerda que nos separa de la pista forestal se suaviza, completando un rápido descenso sobre la Loma de las Tejadillas.
Sobre el carril, viramos en dirección al Puerto de Frigiliana, dejando de lado al paso el cerro bicéfalo de Los Machos.
Una vereda atajo nos servirá para robarle unos metros a la pista forestal, pasando junto al panorámico Puerto de Frigiliana y enfilando la salida de la sierra por la pista junto al arroyo de la Venta.

(Lucero, desde la vereda del Puerto de Frigiliana)

 Descenso clásico que nos permite cerrar diferentes trazado por esta parte de la Almijara, bastante cómodo y que tras dejar atrás la caseta de la Cuesta Parda y la pantaneta de la Haza del Moral, nos aboca de nuevo al punto de partida.

(Arroyo de la Venta. Pantaneta de Haza del Moral)

Nos vemos en las montañas.