CIRCULAR SENDERO RÍO CAÑAMARES-Collado de las Monjas-Cortijos de los Huertos y del Peliblanco. PN Sª CAZORLA, SEGURA Y lasVILLAS

BREVE RESEÑA
Ruta de extrema belleza con dos partes bien diferenciadas: la primera junto al Río Cañamares con continuas subidas y bajadas saliendo del cañón por unas bonitas escalinatas; la segunda, cruzando el Río Cañamares por la Pasá de Ortiz y ascendiendo hasta el Collado de la Monjas por una pista forestal entre un bosque de pinos, para posteriormente cruzar tres cortijos antes de llegar a nuestro punto de partida: Cortijos de las Monjas, de los Huertos y del Peliblanco.

OBSERVACIONES Y DIFICULTAD
Nos encontramos en el jiennense Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, comenzando en el municipio de Las Villas de Chilluévar aunque también compartimos término municipal de La Iruela (Sierra de Cazorla).

El parking se encuentra en un anchurón a la derecha del Camino del Rosal (alquitranado) bajo un chaparro, según venimos de Chilluévar. Es apto para cualquier vehículo y amplio para unos 5 coches. En caso de sólo hacer el Sendero del Cañamares podemos acercarnos unos 2kms más.

El bonito sendero del Río Cañamares, aunque apto para todos (incluso niños/as no demasiado pequeños), requiere de mucha precaución al estar bastante roto a veces y de esfuerzo con continuos sube-y-bajas. Encontraremos escaleras, pasamanos, barreras protectoras, puentes y escalinatas para poder progresar con mayor seguridad. Se recomienda hacer sólo este sendero si no queremos andar demasiado o si hace mucha calor. Los bastones también son recomendables.

El Río Cañamares nace en el paraje de Hoyo Redondo, en la sierra de Cazorla, y a mitad de su curso, junto a la ermita de Nubla, confluye con el río Cerezuelo tras 11'6 kms de longitud. A partir de aquí también se le llama río de la Vega de Cazorla. Por la izquierda recibe al arroyo de la Vacarizuela y al arroyo de San Martín.

Para los amantes de la vegetación y flora encontramos gran variedad durante todo el sendero como chopos, fresnos, almeces y sauces, además de otras formaciones vegetales autóctonas como madroños, agracejos, durillos, olivillas, pinos y romeros, té de piedra o cáñamo. Esta última planta es la que da nombre al río. Es un paraje sembrado de cáñamo, de la familia del Cannabaceae.

Agua no hay en toda la ruta; nos encontraremos a los pocos kilómetros la Fuentecilla de Agustín y Pepa pero no se si será potable. En la web "conocetusfuentes" no aparece catalogada.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
Comenzamos descendiendo con bastante inclinación hacia el Río Cañamares por el Camino del Rosal durante 2 kms, con buenas vistas a este vasto parque natural, divisando importantes cimas como el Gilillo o el Cabañas y pueblos serranos como La Iruela o Cazorla.

Ya muy cerca del inicio oficial del mencionado río, visitamos el antiguo Molino de Gris, hoy casa rural, en un bello entorno junto al Río Cañamares. Cruzamos el río por un puente de alquitrán y giramos a la izquierda por un senderillo tras ver el punto de información del sendero, que conviene leerlo pues nos resumirá perfectamente lo que nos vamos a encontrar durante los casi 4kms que tiene de longitud.

Resumidamente, el Sendero del Río Cañamares es un trazado por un impresionante cañón de exuberante vegetación formada por un bosque de ribera, a veces vamos junto al río disfrutando de sus saltos de agua y de su banda sonora; otras veces nos alejamos pero no demasiado. Como ya dije, no es un sendero cómodo, nada de paseo, pero con cuidado iremos salvando los más de 150 m. de desnivel positivo que tiene, ayudándonos a veces de pasamanos, escaleras, puentes y escalinatas o pasarelas. Estas últimas se encuentran en la cerrada del Río Cañamares, una auténtica delicia observar aquí su curso y ver cómo el agua ha modelado este rincón destacando la formación geológica de marmitas de gigante, donde además hay una gran poza, varios saltos de agua y cascadas pequeñas.

Comenzamos a salir del cañón por dichas escalinatas, que recuerdan las famosas pasarelas de Montfalcó en la catalana Ruta por el Congost del Montrebei, y la panorámica al cauce y a la cerrada son espectaculares, las mejores vistas de la ruta.

Terminamos el sendero oficial del Río Cañamares y como mi tito y yo tenemos ganas de andar, continuamos para hacer esta ruta circular. He de decir que cambia totalmente el panorama y, a no ser que te guste andar y ganar desnivel, recomendaría darnos media vuelta por donde hemos venido.

Cruzamos el Río Cañamares por la Pasá de Ortiz que dependiendo de la estación puede llevar más o menos agua y habría que mojarse los pies, y cogemos una cómoda pista forestal (Camino de La Iruela) que en continuo e incesante ascenso durante 3'5kms nos llevará a través de un bosque de pinos al Collado de las Monjas. Aquí seguiremos brevemente el Camino de la Sierra y a la altura del Cortijo de las Monjas (en ruinas), abandonamos la carretera y cogemos el camino de las Monjas que nos llevará por unas bonitas dehesas cargadas de encinas salpicadas por olivos.

Estamos llegando al final de este interesante trazado. Tendremos que llegar al Cortijo de los Huertos, para posteriormente cruzar el Arroyo de la Serranía (seco). Es la parte más difícil de seguir del track ya que por este cortijo iremos sin sendero aunque no habrá mayores problemas siguiendo este u otro track (yo seguí el de mi amigo torreño, El Pájaro Kuy Kuy). Nos toca el último y exigente ascenso hasta llegar al Cortijo del Peliblanco y tras pasar una angarilla (cerrar posteriormente) llegamos al Camino del Rosal, que en breve descenso nos lleva al coche y damos por terminada mi Tito Miguel y yo esta bonita y variada ruta ... SALUD& ⛰️!!
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La ruta aquí descrita, así como los tracks para GPS son orientativos. Queda bajo la responsabilidad de quien la realice, tomar las medidas de seguridad apropiadas para el itinerario, que dependerán de las condiciones climatológicas, así como la preparación tanto técnica como física de la persona que la lleve a cabo. Quede bien claro que todo lo indicado (track y comentarios) es meramente a nivel informativo y sin ningún otro tipo de ánimo, eximiéndose el autor de responsabilidad alguna, ante cualquier percance que pudiera sufrir quien por voluntad propia o inducida realice la ruta.