Circular Sierra de Burete

Pepe Marcos dice: Tercer domingo de Octubre. El calor, todavía, acompañándonos. La ultratravesía de “La Desértica” en Almería, acercándose. Mientras que Ana y José María (debido a compromisos sociales) decidieron realizar una ruta cercana por el Valle, cuatro de los Siete decidimos acercarnos a terrenos inexplorados; decidimos acercarnos a comarcas poco visitadas, y, por ello, dirigimos nuestros pasos a la ceheginera Sierra de Burete. Para ello, bien tempranico, desde Guadalupe llegamos a la carretera de Cehegín a la Paca, para, poco después de las 8.15 h, comenzar una razonablemente larga y compleja travesía. Muchas son las alternativas que ofrece esta no extensa Sierra, aunque con un solo PR catalogado y dos descatalogados, parte del cual sendereamos. Tomamos como referencia un reciente track de 3-17 (https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=16975809) que, en principio, nos resultó razonable en cuanto a tiempo y esfuerzo, pero que, como ahora comentaremos, presentaba “conflictos” en su realización. Comenzamos el sendereo por caminos, en principio, abiertos a la circulación peatonal, entrando a Burete por su zona oeste y norte. El primer problema surgió, cuando pasados no más de dos kilómetros, nos encontramos con cadena que cerraba el paso y que, explícitamente, prohibía el paso a peatones. Decidimos, dada la tranquilidad que ofrecía lo que veíamos, seguir, atravesando, así, la Finca de la Fuente (en ese momento desocupada y sin ningún tipo de actividad). De forma progresiva, fuimos adentrándonos en la sierra para, tras momentos de indecisión e indefinición del recorrido, acceder a pista (rota, antigua y abandonada) que nos llevó (teniendo que evadir árboles caídos en medio de la misma) a la base de una de las Canteras de esta Sierra. Bloques inmensos de calizas metamórficas (mármol vamos) encontramos a nuestro paso de la (parece ser que afamada) variedad “Rojo Cehegín” y “Gris Cehegín”. En los terrenos, aparcado, maquinaría pesada, por lo que (aun no sabiendo el grado) presuponemos que existe actividad en la misma. Además, por segunda vez en el recorrido, “salto” de cadena con un contundente “prohibido el paso” (y van dos). Tras salir de la mentada cantera, cogimos pista ancha y ascendente en dirección sur y este, observando otras diversas zonas de explotación en partes más alta de la montaña. El caminar desde aquí fue en continuo ascenso, llegando el punto en el que (monte a través), remontamos para llegar al único Vértice Geodésico de la Sierra, el de Burete; escondido y poca atractiva la visión desde él, sinceramente, se podría haber obviado. Tras la cuidadosa ,y un pelín peligrosilla pá los torpes como yo, bajada (culada de rigor al canto), volvimos a la pista que seguimos remontando hasta llegar al kilómetro doce donde obtuvimos la máxima altitud (unos 1180 metros) en una zona recreativa. A partir de aquí, bajada por pista cambiando a dirección norte y posteriormente este. La salida, ya en continuo descenso, se podría haber realizado de forma uniforme, pero, como anteriormente, el track indujo a error al salirse de la mentada pista y meterse por un estrecho barranco sin “continuo”, teniendo que recular, pasar como pudimos por la espesura de matorrales, acebos y monte bajo complejo (ya sabéis, eso que pincha por todos los laos), volviendo a nuestro punto anterior. Desde aquí, ya sí, salimos, acortando por sendas definidas y no complejas, a la local MU-504 y, tras tres kilómetros por ella en dirección este, llegar a la zona donde dejamos el vehículo. En total, unos 21 Kms en unas 5 horas y media, con un desnivel acumulado positivo de 765 metros. Teniendo en cuenta la poca “uniformidad” del sendereo por las dificultades varias que enlentecieron y liaron nuestra marcha, hasta, al que suscribe, le parece razonable. Pare terminar, como adenda y tirando de sinceridad (aun teniendo en cuenta la equivocación en la elección del recorrido realizado), no me ha ofrecido mucho esta Sierra. Sé que existen alternativas que evitan la carretera, sé que existen alternativas con trazados más claros pero, repito con mi pensamiento actual, no creo que, al menos a corto-medio plazo, volvamos a visitarla. El fin de semana que viene, con seguridad, algo tendremos que hacer de nuevo con nuestras piernas, nuestros cuerpos, nuestros bastones (menos Miguel Ángel que no lleva) y nuestras mentes.