CL ZA SA Villamor de la Ladre. Por el valle Ancho y Ribera de los Molinos

CL ZA SA 20230805 Villamor de la Ladre. Por el valle Ancho y Ribera de los Molinos

Preciosa ruta de casi 10 km, que desde Villamor de la Ladre se dirige a la Laguna de Llangonica donde conecta con el arroyo del Valle Ancho, lo sigue durante 1,5 km. Cuando el arroyo traza una amplia curva nos separamos de él, pero conectaremos otra vez con el mismo arroyo tras 1,4 km. Tras pasar una alambrada el arroyo cambia de nombre y pasa a denominarse arroyo de los Molinos, por los 4 molinos que existieron junto a sus aguas.

El camino no tiene dificultad y el desnivel es prácticamente nulo, solo desde el puente al final del valle se inicia una pista que va ascendiendo paulatinamente durante 2 km. Gran parte del camino transcurre por las márgenes de los arroyos, campo a través o siguiendo trochas de animales, por este motivo es conveniente consultar en muchos momentos el GPS.

Primavera es la época mejor para realizar el recorrido, pero hay que tener en cuenta que junto a los valles nos podemos encontrar zonas encharcadas.

En el recorrido nos acercaremos a esos 4 molinos, todos prácticamente destruidos. Frecuentemente nos encontrarnos con restos de molinos, que provechan la fuerza de pequeños arroyos que recorren la geografía sayaguesa, pero la gran mayoría se encuentra injustamente abandonados y comidos por la vegetación. Sin duda, alguno de los que hemos visitados deberían ser rehabilitados y dado a conocer.

Villamor de la Ladre es una pequeña pedanía integrada en el municipio de Bermillo de Sayago, de escasos 59 habitantes. Entre su patrimonio destacan la iglesia de origen románico y una pequeña ermita.

Iniciamos la ruta en la plaza, junto a la iglesia de Nuestra Señora de los Angeles del siglo XII y que conserva una espadaña y canecillos románicos. Junto a ella, el Crucero del siglo XVIII elevado sobre una escalinata.

Entre calles nos dirigimos hacia la carretera de Bermillo y en sus cercanías nos desviamos a la izquierda, pasamos junto a las eras del barrio de Arriba y llegamos a la laguna Llagonica.

En la laguna conectamos con el arroyo del Valle Ancho que seguiermos en la mayor parte del recorrido. El camino avanza por el valle cubierto de hierba.

El arroyo se adentra entre huertos y pasa bajo el camino que une Villamor con Monumenta. Tras cruzar un pontón hecho con grandes piedras, nos separamos del arroyo para encontrarlo más adelante.

Cruzamos una alambrada A partir de este punto el camino se hace más dificultoso, sin sendas claras y por zona de roquedo, tendremos que estar atentos al gps y al cauce para orientarnos, por este motivo la calificamos de moderada.
Cerca de la alambrada nos encontramos el molino de Diego Garrote del que apenas queda un montón de piedras. Unos 500 m más adelante aparece el molino Azuda o de los Melgos, aunque los restos no son abundantes, si nos dan una idea de sus dimensiones y estructura.

Continuando junto al arroyo, tras 400 m se encuentra el tercer molino: Molino Ratón del que no distinguimos más que unos cuantos bloques de piedras.

Muy cerca, 500 m más adelante, aparece la imponente estructura del Molino Ceferina. Es sin duda el molino que conserva más elementos, además del muro ciclópeo de la presa, pudimos ver la mayor parte de las paredes del edificio y dos ruedas de molino en el interior. En el entorno aparecen los caminos y puentes de acceso a la gran construcción.

La edificación impresiona, especialmente si nos imaginamos el enorme esfuerzo que tuvieron que desarrollar para realizar esa estructura, dadas sus dimensiones. En la parte trasera aparece una zona amplia que suponemos sería el lugar para embalsar agua.

Tras este ultimo molino el arroyo forma un amplio valle que recorreremos siguiendo el arroyo aguas abajo. A lo largo de las márgenes han plantado árboles de ribera, sobre todo fresnos. El tramo por el valle es realmente bonito, aunque la senda aparece cubierta por el vegetación en amplios tramos.

Al final del valle, junto a la fuente de las Llagas, cruzamos el puente y por una amplia pista que asciende durante 2 km llegamos a las primera casas del pueblo. Entre calles llegamos junto a la plaza de la iglesia, pero nos desviamos para visitar la ermita de la Mediavilla. Bajo el campanario y labrada en el granito, figura la fecha de construcción del actual templo, 1869. Igualmente es de interés el camerino que sobresale del edificio en el altar mayor y que da cobijo a la estatua de la virgen.

Volvemos a la plaza y damos por terminada la ruta.