Colindres - XVI Marcha corta Ademco 2023

Marcha Popular organizada desde Colindres por la Asociación Deportiva Espeleo y Montaña Colindres (ADEMCO). Destacar la buena organización de la misma, los senderos estaban limpios y la buena señalización del recorrido.

La ruta se desarrolla por Colindres Alto o viejo, atravesando varios de sus barrios y montes.

COLINDRES.
Situado estratégicamente en el contacto entre la desembocadura del río Asón y la costa, Colindres es una importante villa de la costa oriental. Con una superficie de 6,6 km2 y casi 7.000 habitantes, el municipio se encuentra a 48 km de Santander. A pesar de ser uno de los más pequeños de Cantabria en extensión, es sin embargo uno de los que mayor densidad presenta.

Colindres tiene una identidad propia. El paso de la autovía Santander-Bilbao y la carretera nacional hacia Burgos y Logroño, hacen de este municipio una localidad bien comunicada lo que queda reflejado en su dinamismo económico y demográfico.

Los datos más relevantes de la historia de Colindres pueden consultarse en el libro de Javier Ortiz Real (publicado con la colaboración de Baldomero Brígido Gaviola) que en el año 2000 fue editado por el Ayuntamiento de Colindres bajo el título: Historia de Colindres. Épocas Medieval y Moderna

Dentro de este municipio se distinguen dos zonas muy diferentes: la vinculada al mar y más industrial, y el llamado Colindres de arriba, origen de la población y plenamente rural en cuyos barrios se localizan buenos ejemplos de arquitectura civil de los siglos XVI al XVIII. Desde el punto de vista artístico destacan en su término la iglesia parroquial antigua de San Juan Bautista y las casonas del barrio de Puerta, del siglo XVIII y estilo barroco montañés.

El pueblo se divide en dos zonas denominadas Colindres Alto, o viejo, y el Bajo, o nuevo. El primero se divide a su vez en los barrios de Puerta, Cortinas, Santolaja, San Juan, San Roque y Peralada que forman el barrio histórico en el que se concentran las principales manifestaciones de la arquitectura civil con interesantes casonas y palacios blasonados pertenecientes a los siglos XVI, XVII y XVIII.

Dificultad: Fácil, sin ninguna dificultad en el recorrido. El único problema es que hay multitud de caminos entrecruzados, por lo que es fácil equivocarse, así que se recomienda llevar GPS, para no irse por los caminos equivocados.

RECORRIDO:
La marcha comienza en el parque de la Casa de Cultura, frente al Parque de la Alameda de Colindres y del Ayuntamiento. En este parque se pueden contemplar varios ejemplares de hermosas secuoyas.
Justo se sale del recinto a un cruce donde se encontrará la Cruci Mori, en el centro del mismo.
Se trata de un Crucero situado en el antiguo barrio de Mori, que marca simbólicamente el
deslinde entre la zona alta y baja del municipio. Se puede fechar alrededor del siglo XVII,
dentro del período artístico denominado Clasicismo Montañés. Es una cruz muy simple, de arenisca, colocada sobre un pedestal doble. Estos cruceros cumplían una doble función: colocados en las bifurcaciones cristianizaban los caminos y servían de orientación al caminante (el camino principal siempre era el de la izquierda de la cruz). Al pasar junto a ellos el transeúnte o peregrino inclinaba la cabeza o se arrodillaba para encomendarse a la protección divina en su travesía. Debido a este acto de “humillarse” tomaron también el nombre de humilladeros. Tradicionalmente desde esta la Cruz de Mori salían los entierros.
Además, junto a ella, se celebra todos los años a las seis de la mañana, el Rosario de la
Aurora en honor a la Virgen del Carmen, patrona de los marineros.

Se continúa de frente por la calle Puerta, por la que antiguamente corría el Camino del Norte, desde Colindres a Bárcena de Cicero, pasando enseguida por debajo de la autovía.
Se dejará un desvío a la derecha, que va al Camino de la Merced, y un poco más adelante se llega a una calle, que discurre perpendicularmente a la que se trae, cuyo trazado corresponde al antiguo Camino Real de Castilla. Por este camino se realiza la Marcha de Carlos V de Interés Turístico Regional, conmemorando el viaje de Carlos V en el S. XVI desde su desembarco en Laredo hasta su retiro en el Monasterio de Yuste. Todo el recorrido por Colindres de Arriba está jalonado de casonas solariegas, algunas del S. XV o XVI, cuyo origen fueron torres medievales.
A la izquierda de este cruce se encuentra la Casa del Valle. Este edificio correspondía en
origen a una casa-torre del siglo XVI, que, a lo largo del tiempo, se ha visto sometida, a
diferentes modificaciones. La más significativa de éstas fue la realizada por el arquitecto
Gonzalo Bringas Vega, a principios del siglo XX, quien dotó al inmueble de la
monumentalidad que todavía hoy se puede apreciar en algunos de los elementos originales que conserva. En su proyecto derriba la antigua torre de la que sólo se conservan algunos elementos aislados en el sótano y en la fachada oeste, y restaura la primera y segunda planta conservando la mampostería y la distribución de los vanos. Además, añade una nueva planta, una galería en la cara O, e introduce en la fachada principal balcones individuales columnados con ostentosos enrejados y escudos. Algunos de estos elementos desaparecerán en la remodelación llevada a cabo a finales del siglo XX. Entre los elementos destacables de la fachada y que se pueden contemplar se encuentra un escudo de estilo gótico que presenta el campo inclinado posiblemente por influencia germánica. El escudo, de buen porte y perfectamente conservado, representa las armas de los linajes Hoyo, Alvarado y Rozadilla entre otros. En relación con el linaje Hoyo se sabe que la casa perteneció a Pedro del Hoyo, Secretario Real de Felipe II y que, además, entre sus moradores ilustres se encuentra Bárbara Blomberg, madre de Juan de Austria y amante de Carlos V, quien residió en Casa Valle hacia 1582.

La marcha continúa por el ramal derecho de este Camino Real, entre las casas del Barrio de Colindres de Arriba. Al llegar a un desvío a la izquierda, se tomará éste. Se trata del Camino de la Aceruca (el nombre viene dado por el pequeño tamaño de la acera), que sube hacia el Barrio Santolaja. Al poco rato la calle se estrecha y se mete en un callejo, para luego volverse a ensanchar al llegar a la siguiente casa.
En Santolaja destacan varias casonas. La más antigua, la Casa-Torre de Santolaja,
propiedad del Linaje de Puerta. Destaca una torre medieval circular. La fachada de la
vivienda es una reconstrucción en sillería del S. XIX, atribuible al periodo neoclásico. No se llegó a tallar el escudo.
También se encuentran la Casa Puerta, de finales del S. XIX, construida en el solar de una
antigua torre medieval. En ella sí se puede ver el escudo de la familia Puerta. De la misma
época es la Casa Fernández Madrazo, también llamada la Casa Rosa. Así mismo, se pueden contemplar algunos ejemplos de viviendas populares montañesas del Antiguo Régimen.
Siguiendo el camino, se obviarán dos calles que salen a la derecha, hasta llegar a un punto donde el camino se divide en dos, tomando el de la derecha, que es una pista de tierra que se introduce en un bosquete, con una valla de madera a la derecha. Este sendero llanea por un momento, hasta llegar al antiguo lavadero. La Fuente-Lavadero de Santolaja, rehabilitada totalmente en 2002, se encuentra junto al cauce del Regato de Hedino.
Se cruzará dicho regato, donde comienza la antigua calzada medieval empedrada de “El Concejo”. El concejo fue la principal institución de gobierno local durante la Edad Media, constituido por una asamblea de vecinos.
Este tramo es muy bonito, pero tiene cierta pendiente y puede estar resbaladizo, especialmente si ha llovido. Al comienzo, se pasa junto a una modesta cascada, que no siempre tiene agua. Enseguida se llega a una zona de prados con un caserío (68 m) (derecha). Se rodea y continúa por el bosque, junto al vallado.
Se llega al cemento en un cruce, a la llamada “pared blanca”. Justo en el cruce hay una casa y más adelante una vieja cabaña, debajo de unos prados. Se sigue de frente, obviando las salidas a derecha e izquierda. Al llegar a una curva a la derecha, se deja la pista y se entra en el Bosque de La Redonda. Al principio, la pendiente es muy suave, pero al pasar una vaguada, se vuelve mucho más inclinada. Se pasa por un bosquete de castaños y se accede de nuevo a la pista por la que se venía.
Un poco más adelante, se obviará otra pista, que viene por la derecha desde el merendero de San Roque, y después otra a izquierda, que viene de La Tejera. Se continuará hasta llegar al Barrio de Peralada. Aquí se cruzará la carretera que sube de Limpias para Seña y entrar por una pista de tierra a la zona llamada Los Tojos (en el mapa pone Campo de Tojo, sin embargo, en Colindres se conoce con el otro nombre) que, como su nombre indica, está lleno de tojos o árgomas y donde hay plantación de eucaliptus, aunque también se encuentran restos de bosque autóctono.
El primer tramo, hasta la primera bifurcación, es coincidente con el camino de regreso. Se
ignorarán esa desviación a izquierda, otras dos más también a izquierda y una posterior a derecha.
Se seguirá la pista, que, en ocasiones se estrecha hasta ser sólo un sendero, sube haciendo zigzags, para suavizar la pendiente, hasta alcanzar una collada (276 m). El camino, luego, baja poco más de 10 m de desnivel, para volver a subir y alcanzar otra collada (267 m), sita en un claro del bosque.
Se seguirá cogiendo un camino en el extremo SE de este claro, tomando el ramal de la derecha, que va bajando por una vaguada, a la vez que va girando a la izquierda, por lo que se va caminando, primero bajando al S, después llaneando y subiendo suavemente hacia el E y después al NE, hasta alcanzar otro collado (245 m) donde hay un amplio claro en el que se depositan los árboles cortados, cuando hay talas programadas, muy próximo al cruce de la carretera CA-501, de Limpias a Seña, con la pista que sube hacia el Yelso de Hayas.
Desde este claro se tomará la pista de la derecha, por la que se subirá hacia el Alto del Picón (303m) (el de la izquierda baja a Limpias), que es el punto más alto de Colindres, y se encuentra en una punta que entra en el Municipio de Limpias. Sin embargo, no se llegará hasta esa cota, sino que se rodeará.
Aunque se llega a una importante pista, no se seguirá por ella, virando en ese momento a la izquierda (N) bordeando la cavidad de un poljé, que se deja a la derecha. Al terminar este hoyo kárstico, el camino sube a la vez que se empieza a bordear otro poljé, el Hoyo de la Cueva, mucho más profundo que el anterior y con los bordes muy escarpados (casi 80 m de verticalidad).
A partir de este punto el camino desciende hasta alcanzar la pista que se tomó en la collada de 267 m, pero esta vez se irá en el sentido opuesto (N, derecha). Se baja hasta que el camino da una cerrada curva a la izquierda, volviendo a subir suavemente después y continuar por el inmenso eucaliptal llaneando o bajando.
Después de un buen rato y desechando todo camino a izquierda y derecha, se llega de nuevo a Peralada, donde se cruza la pista asfaltada Seña/Limpias y 90 m después se encuentra una bifurcación, donde se dejará el camino de la ida, para tomar el ramal de la derecha. En este momento se interna en el bosque, por el que se recorrerán 1,6 km, desechando toda salida, tanto a izquierda, como a derecha. Se cruzará la pista pedregosa que sube al depósito de Seña, para salir a un claro. Se trata de La Tejera. En este lugar se encontraba la famosa Fuente de La Tejera, hoy en día cerrada. También hay un merendero un poco abandonado.
Se continúa bajando por el bosque, con una pequeña subida que desemboca en un cruce. Se seguirá por la izquierda, por un tramo de bajada, que mojado puede resultar resbaladizo. Finalmente se llega a un vallado con muy buenas vistas a Colindres, destacando la iglesia de San Juan (S. XVI) la Ría de Asón y montes circundantes (Candiano, Alto Asón…). Se pasa a una pista de hormigón, junto a una cabaña, rodeada de prados. A continuación, se cruza un bosquete de castaños y laureles y se llega a otra bifurcación. De frente se bajaría hasta Santolaja. Por ello, se gira a la derecha para
iniciar una pindia bajada, que, se estar mojada, resultaría resbaladiza.
Enseguida se suaviza la bajada, que se realiza entre prados. Llegando a una estabulación y a las primeras casas de Colindres.
La de la derecha es la Casa Cachupín. Su construcción se remonta, al menos, a la primera mitad del s. XVII, figurando en el padrón de hidalguía de 1667. Esta cronología coincide con el tipo de construcción de la casa, que se conoce como casona montañesa y que se atribuye al Clásico Montañés. De planta cuadrada, posee un soportal con arquería frontal doble de medio punto y un largo balcón corrido. En la primera planta, las esquinas y los vanos son de sillería, mientras que la segunda planta, que aparece con
revoco, seguramente fue construida en mampostería. En la zona de entrada destaca una cruz de término o de protección, la Cruz de Mori, situada sobre un pedestal con las armas de la familia Mori, en forma de calavera y tibias cruzadas, en la que reza “cual me ves te verás” y “quien se desvela pensando en la última partida halla en la muerte la vida”. Perteneció a los linajes de Hoyo, Cachupín y Villota, como figura en el escudo de armas de la fachada. Es un escudo español con campo partido, figurando en el cantón derecho las armas de la casa Cachupín y en el izquierdo las de Villota. Debajo el lema de los cachupines: “Primero faltarán lobos y encinas que casas cachupinas”.
De nuevo se llega al Camino Real, que viene de Laredo. Se seguirá a la izquierda y luego a la derecha, bordeando la Casa del Valle, llegando así al camino por el que se salió desde el centro de Colindres, por lo que se seguirá por él hasta el punto de partida.


AVISO: La ruta descrita así como el track y waypoints los he descargado de mi GPS después de hacerla personalmente. Aún así, debéis de considerarlos meramente orientativos. Los tracks no marcan siempre el itinerario exacto, por tanto pueden contener errores, esto es debido a que durante la grabación por GPS la recepción de los satélites puede ser débil especialmente en zonas de barrancos, desfiladeros profundos, zonas de bosque espeso, etc. Queda a la responsabilidad de quien las realice, las medidas de seguridad apropiadas para cada dificultad, que dependerán de las CONDICIONES climatológicas, así como la preparación tanto técnica como física del que las realice.
Siempre recomiendo ir acompañado al monte, dejando aviso a un conocido o familiar de nuestro itinerario y tiempos previstos, llevar el teléfono con carga suficiente, agua, comida y abrigo adecuado a la época y recorrido a realizar.
Deja todo como estaba o mejor para que todos podamos seguir disfrutándolo y que las únicas huellas de tu paso sean las de tus botas.