COLL DE CALA FERRERA desde el Port de Sóller

La ruta “Coll de Cala Ferrera desde el Port de Sóller” tiene por objetivo recorrer el camino que va desde el Puerto de Soller hasta el Coll de Cala Ferrera, situado a los pies del Penyal Bernat des Joncar.

El punto de partida de este itinerario lo he situado en la intersección de la calle Bélgica con el Camí de s’Illeta. Llegamos a este lugar por la carretera Ma-11, que une Sóller con su Puerto y nada más pasar la primera rotonda después del túnel tomamos la referida calle Bélgica por nuestra derecha. En la primera curva a la izquierda nace el Camí de s’Illeta, donde dejamos aparcado nuestro vehículo y comenzamos a caminar por este camino al principio asfaltado y en pendiente hacia arriba.

Enseguida alcanzamos el Coll de s’Illa, donde vemos una pared con una barrera metálica y un portillo. Detrás de este portillo sale el camino que conduce hasta la Torre Picada (s. XVII) y también el camino que en descenso lleva hasta sa Punta Llarga y sa Punta Curta. Nosotros seguimos por el nuestro que un poco más adelante deja de estar asfaltado. A medida que avanzamos las vistas son más despejadas. Lo que más nos llama la atención es el puntiagudo y solitario Penyal Bernat o Peñón de la Isleta de 264 m de altitud.

Después de unas curvas observamos un belén montado en el hueco de la pared rocosa que tenemos a nuestra derecha y donde los caminantes van depositando monedas. Un poco más arriba antes de llegar a Can Joan de Ca Sa Dida vemos a nuestra derecha un sendero que lleva hasta el Penyal Bernat. Luego unos metros más adelante pasamos al lado de las casas de Ca Ses Bales en la que se aprecia una gran cisterna que tiene adosada a su costado. Seguimos avanzando y poco después vemos a nuestra derecha una barrera metálica y detrás de ella un camino cementado por el que se va al Pas d’en Barona y al Puig de Balitx. Desde aquí vemos los impresionantes precipicios que configuran esta vertiente del Puig.

Ahora continuamos recto durante un rato y llegamos a la finca S’Illeta donde hay una barrera metálica cerrada con candado. Aquí abandonamos el camino y seguimos por nuestra derecha, donde han habilitado una especie de botador, que tras saltarlo nos devuelve de nuevo al camino por detrás de la barrera. Poco después alcanzamos una bifurcación donde abandonamos el camino principal y giramos levemente a la izquierda en suave descenso. A los pocos metros debemos prestar mucha atención pues debemos dejar este camino para tomar un sendero a nuestra derecha señalado con un hito. Es el Camí del Joncar y del Pas de Na Cordellina, camino de herradura que poco a poco se va configurando.

A medida que avanzamos vemos que este sendero que discurre suspendido en la ladera de la montaña se encuentra, en algunos tramos, bastante maltratado por los desprendimientos y los restos de incendios, por lo que hay que extremar la precaución para evitar imprevistos. No obstante, este camino nos ofrece unas fantásticas vistas tanto de la Illeta de Can Gordo como de los espectaculares acantilados de la costa norte mallorquina.

Unos cuantos metros más adelante llegamos a una zona donde vemos algunos avenc, recorremos el conocido como Crulls de s'Illeta. Poco después alcanzamos un cruce. El sendero de la izquierda, que ignoramos, baja hasta la Font des Joncar, una fonteta que nace a la orilla del mar a tan sólo 4 de altitud. Seguimos recto y enseguida llegamos a otro cruce. El sendero de la derecha, que obviamos, en su parte más alta enlaza con una pista que lleva hasta la finca de s’Illeta, a la altura de la bifurcación que mencioné antes frente a la barrera del camino de s'Illeta.

Proseguimos la caminata y llegamos a un tramo donde hay dos puntos que nos obligan a realizar una corta trepada, empleando las manos, para superar un pequeño resalte. Avanzamos un poco más y alcanzamos la base del Penyal Bernat des Joncar, también de forma puntiaguda. Ahora iniciamos una subida por un terreno resbaladizo y con bastante pendiente hasta llegar en breve a nuestro objetivo de hoy, el Coll de Cala Ferrera.

Este collado, situado a 225 m de altitud, está cerrado con una pared de piedra seca, que se puede saltar por un pequeño derrumbe. Desde este lugar disfrutamos de una impresionante vista de la hondonada del Torrent de Na Mora, con la Torre de Na Seca en lo alto y más lejos el Puig Mayor y el Penyal de Migdia. Detrás de la pared salen dos senderos más. El de la derecha conduce al Pas de s’Heura que lo vemos enfrente y que ya fue objeto de otra ruta. El de la izquierda que lleva, por un lado, al Torrent de Na Mora, y por otro al Pas de Na Cordelina y a la Cova des Pujador.

Una vez que hemos disfrutado de esta bella panorámica iniciamos el regreso por el mismo itinerario empleado en la ida pero en sentido inverso, hasta llegar al punto de partida, dando por finalizada esta interesante y bella excursión.

Los componentes del grupo hemos sido: GRUPO GMMHIIB y yo Juan González Blázquez como guía.

Mas información en mi Blog Caminando por Mallorca