COLLADA MOANDE (665)-PICO MOTA DE CETÍN (1.137) (Montes Cea y Cetín) (Parres)

COLLADA MOANDE (665)-PICO MOTA DE CETÍN (1.137) (Montes Cea y Cetín) (Parres)

DATOS TÉCNICOS:

Recorrido: 6,72 kmts.
Altura máxima: 1.137 mts.
Altura mínima: 667 mts.
Ascenso total: 578 mts.
Tiempo en movimiento: 3,05 h
Fecha de realización: Diciembre de 2012.

La COLLADA MOANDE (665) está situada en el kilómetro 12 de la AS-339 entre SEVARES (Piloña) y SELLAÑO (Ponga), coordenadas: N 43º - 16,780´ / O 05º - 13,661´. Se encuadra al sureste del concejo de Piloña en el límite con el de Ponga, entre los PICOS DE FRESNEDO (963) al poniente y la Sierra de Fontecha al este, con el PICO DE LOS CUADRAZALES (1.056) como cota principal. Forma parte del Cordal de Ponga en su tramo final, dividiendo los valles de los ríos Piloña y Ponga. Es una zona de cabañas y pastos para aprovechamiento ganadero y repoblación forestal de roble americano y haya.

A su vez, el pico MOTA DE CETÍN (1.134), techo de PARRES, está integrado junto a otras cumbres de menor entidad en los MONTES CEA Y CETÍN, última estribación del Cordal de Ponga, alineamiento montañoso de sustrato calizo al sur del municipio parragués, que se extiende entre las cuencas de los ríos Sella y Mampodre. Es estratégica balconada frente a los PICOS DE EUROPA y puerta al sur hacia los frondosos valles y cordales ponguetos salpicados de tupidos bosques con abundancia del hayedo. La cumbre del pico es plana, destacando por su ubicación y por su peculiar figura,

Partimos dirección este por pista ganadera jalonada de pinos, pista que abandonaremos en seguida para remontar hasta una loma que da acceso a la COLLADA DE FONTECHA (792). Hemos avistado desde los primeros pasos al mediodía las relevantes cumbres del TIATORDOS (1.951) y PEÑA TARANES (1.681) tras el valle que surca la AS-339, en cuyas cercanías se distinguen estribaciones menores como SIERRA FURACU (1.202), COLLADO TRAS DE SIERRO (802) y PICO EL CARRASCAL (90) al oeste, cubierto de matorral.

Al este aparece ya la mole calcárea de MOTA CETÍN (1.137), más el COLLADO BERROÑA (922) que lo separa de la PEÑA LOS CUADRAZALES (1.056), peña de sustrato calizo que lo diferencia de las camperas aledañas y que marca los límites entre los concejos de Parres, Ponga y Amieva. Al norte se extiende el VALLE DE MAMPODRE en las proximidades y SIERRA DEL SUEVE al fondo.

La campera de Fontecha (792) se extiende de norte a sur, es zona de pastos con manchas de acebos y espineras, donde pace el ganado vacuno y caballar principalmente. Tiene majadas desperdigadas por su entorno y en la zona sur de la Cruz de los Caminos hay restos de una necrópolis megalítica. Ése es el itinerario que seguiremos hasta penetrar en el bosque de los CUADRAZALES, en las estribaciones septentrionales de la Sierra de Fontecha, con predominio de las hayas sin despreciar otras especies como el tejo. El sendero toma rumbo sureste por zona de umbría y terreno embarrado permanentemente.

En un intento de sortear el barro desviamos la ruta a la vuelta por cotas más altas próximas a la base del pico, pero las humedades estaban por doquier. Sígase la vereda marcada y adelante como mejor se pueda. A la salida del bosque emerge desafiante Mota Cetín y remontando una limpia pradería, fuente incluida, desembocamos en el COLLADO BERROÑA (922) con su majada, a los pies del mismo por su cara oeste, con la sorpresa del CORNIÓN (Macizo Occidental de Picos de Europa) al fondo y próximo el PIERZU (1.552), la cumbre más septentrional de Ponga.

Esa majada se prolonga en la vertiente meridional del Mota Cetín por el valle de Berroña perteneciente a la parroquia de Seberga (Amieva), cuyas feraces camperas son aprovechadas por los lugareños de la zona. Tiene una peculiar orografía pues, al igual que los valles colindantes, simula una alargada escalera, en la que cada peldaño es una finca con cuadra y cabaña, más la fuente del Traveséu a mitad de ladera.

La primera impresión que causa desde el collado esa mole del Cetín es de perplejidad, porque no parece tan fácil de subir como la pintan y nos preguntamos por dónde atacarla. Hay dos alternativas y por las dos optamos, una a la ida y otra a la vuelta, aunque ambas convergen en los graderíos finales previos a la cumbre. La primera, reflejada en el “track” a la derecha, implica el ascenso directo sin rodeos, pero ello supone en los tramos intermedios afrontar sucesivos resaltes, separados entre sí por fuertes pendientes, donde abundan hierbas altas, matorral y rocas, que requieren el uso de las manos para remontarlos trepando.

Recomendamos la segunda opción, el “track” de la izquierda. Un sendero rumbo noreste asciende paulatinamente por recuestos herbosos hasta situarnos en un estrecho corredor, pero no agobiante, entre los riscos con desplomes de la masa calcárea, por un lado, y rocas calizas sueltas entremezcladas con hayas por otro, algunas de las cuales parecen adoptar formas antropoides. Ascendemos por la canal dirección sureste hasta alcanzar la altiplanicie, donde la vereda nos conduce, tras enlazar con el “track” más directo y salvar un último espolón, por sucesivos graderíos rumbo norte, entre rocas limpiamente erosionadas, vegetación herbosa y algún tejo milagrosamente enraizado en aquellas oquedades.

Hemos llegado a la cima marcada con hito de piedras y buzón de cumbre. Es el momento de contemplar lo que la generosa naturaleza ofrece. Al norte, la SIERRA DEL SUEVE con el PIENZU (1.159) destacado. Al este-sureste, los PICOS DE EUROPA y satélites inmediatos, CANTU CABRONERO (1.998) y VALDEPINO (1.745). Al sur-suroeste, el PIERZU (1.552) en primer plano con los clásicos ponguetos, TEN (2145), PILEÑES (2.028), ZORRU (1.844), LUENGO (1.785), RECUENCU (1.665), TIATORDOS (1951), TARANES (1.681) y LLAMBRIA (1.752) más lejanos, y las cumbres casinas LOS TORNOS (1.565) y MAOÑO (1.439), rematando al poniente el VÍZCARES (1.421), techo de Piloña.

Manifestamos nuestra sorpresa ante una peña de contornos verticales y abruptos por su cara oeste, que difiere radicalmente de la imagen simétrica a que estamos acostumbrados, vista desde el valle de Piloña o desde la ruta al Valle del Moro, emergiendo entre multitud de montes con su figura característica de paralepípedo ortoedro, “caja de cartón” o “mesa compacta sin patas”.

Ruta corta, sin dificultades técnicas, con desnivel asequible y pendiente más acusada a partir de la base del pico, aunque llevadera si se opta por el “track” de la izquierda a través de corredor marcado, obviando el ascenso directo vía trepada. El tránsito por el sombrío bosque de Cuadrazales puede resultar molesto debido a la persistencia de zonas embarradas. No es una cota de grandes vuelos, pero sí una atalaya singular especialmente de cara a los Picos de Europa y Cordal de Ponga y Caso. Mota Cetín seduce desde la distancia por su forma característica y en la base por su convulso relieve calizo. Su cima, un oasis de paz y sosiego que invita a la contemplación.