Collado del Alguacil- Cerro Tamboril- Trincheras Republicanas-Collado de la Gitana- Calar de Güéjar- Trincheras Sublevados.

CÓMO LLEGAR:

Para llegar al Collado del Alguacil (1910m) atravesaremos la localidad granadina de Güéjar Sierra a través de la carretera GR-3200 (al final de la descripción dejamos el track de acceso para tu GPS). Poco después de abandonar Güéjar Sierra encontraremos un cruce en el que tenemos que tomar el desvío a la izquierda, siguiendo las indicaciones al Camping Cortijo Balderas. Si en este mismo cruce siguiéramos rectos, nos dirigiríamos hasta el barranco de San Juan, Río Maitena, y lugar de inicio de la archiconocida Vereda de la Estrella.

Una vez en esta carretera de montaña, algo estrecha, serpenteante y asfaltada, volveremos a tomar la izquierda en una intersección; si tomáramos la derecha nos dirigiríamos a la Loma y Acequia de Papeles, donde comienza la espectacular ruta de los Lavaderos de La Reina. Unos kilómetros después de pasar el antiguo Camping Cortijo Balderas, el impresionante Mirador Puntal de las Majadas, y una Fuente de agua fresquísima habremos llegado al Collado del Alguacil, donde hay una extensa pradera donde aparcar numerosos coches.

DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO:

Desde el COLLADO DEL ALGUACIL tomaremos un sendero que rápidamente se une a la CAÑADA REAL DE QUÉNTAR O DE LA PEZA. Muy cerca encontraremos unas SURGENCIAS que forman un pequeño EMBALSE y algo más abajo u ABREVADERO doble.

Inmediatamente después encontraremos una bifurcación de senderos; tomaremos el de la derecha en la ida y regresaremos por el de la izquierda. Este sendero asciende bruscamente hasta llegar a la primera cima del día; EL CERRO TAMBORIL 1929 m.

En las inmediaciones del Cerro Tamboril veremos los restos de una gran fortificación republicana, LA AVANZADILLA DEL TAMBORIL.

En las cumbres de Sierra Nevada, a casi 2.000 m de altitud y en el entorno cercano al Parque Nacional de este macizo montañoso se encuentra una de las fortificaciones republicanas más importantes de la comarca: El Tamboril. La posición defensiva abarca varias hectáreas de terreno montañoso, en el que podrás descubrir las cuevas que sirvieron de refugio a los soldados, los restos de sus albergues, depósitos y líneas de parapetos que recorren centenares de metros. En definitiva una particular e interesante trama defensiva construida a base de piedra y tierra sin ningún tipo de argamasa.

RESEÑA HISTÓRICA

En los alrededores de Sierra Nevada, al inicio de la guerra civil española 1936-1939, el golpe de estado ha triunfado en Granada capital y en sus pueblos más cercanos, desde Güéjar Sierra hasta Órgiva. En el resto de las Alpujarras y el Marquesado, no triunfa debido a las acciones de milicias provenientes de ciudades limítrofes como Murcia, Málaga y sobre todo, Almería que lo impiden; estas ciudades han permanecido fieles a la república.

Sierra Nevada entra en el mapa de la Guerra Civil desde el mismo estallido de la misma, los primeros días en los pueblos, pero muy poco después, comenzaron las escaramuzas de ambos bandos en la zona alta, aunque cabe decir que no fue un frente muy activo, entre otras razones, por lo penoso del desarrollo de las operaciones en altura.

Durante las primeras semanas, hasta septiembre del 36, se producen acciones de uno y otro bando con avances y retrocesos de cada uno hasta fijar una línea que permanecerá casi intacta durante el resto de la guerra.

En la zona más próxima a Granada capital, hasta febrero del 37, el ejército republicano intenta el avance consiguiendo llegar a las calles de Güéjar Sierra en algún momento (14 de agosto del 36), finalmente días después tiene que retirarse (27 de agosto), perdiendo terreno y tomando el ejército golpista varios lugares, entre ellos, toda la subida por la vertiente izquierda del río San Juan hasta el Veleta y liberando a una escuadra nacional que se había quedado sitiada en la central eléctrica de Maitena.

El 24 de febrero, el Ejército Sublevado, toma el Albergue Universitario quedándose el Ejercito Republicano en el cerro del Tamboril y la Loma de Papeles hasta la finalización del conflicto.

Siguiendo con la ruta, ahora toca el descenso del Tamboril por el pequeño sendero pedregoso que discurre por la cuerda del mismo y que finaliza en una intersección con una pista que vuelve a ser la Calada Real de Quéntar o de la Peza, donde hay un par de carteles informativos sobre distintas direcciones.

Cruzando la pista hallaremos el MIRADOR DEL COLLADO DE LA GITANA. Esta visión de Sierra Nevada tiene un fuerte componente natural, mientras que la personalidad se impone en la primera elevación que nos encontramos a simple vista y en los tramos medios de los valles.

Los espacios fríos de las cumbres, concretamente del Veleta, Mulhacén y Alcazaba se muestran como un gran anfiteatro elevado por encima de los 3000 m. en el que se instalan las cabeceras de los ríos Maitena, Genil y San Juan. Se trata de las cumbres occidentales de Sierra Nevada, donde el relieve fue intensamente excavado por os hielos cuaternarios, creando formas características como los circos glaciares, y donde la acción del hielo ha generado grandes morrenas y densos canchales que tapizan las laderas.

Estas panorámicas muestran el relieve más vigoroso de Sierra Nevada, abriendo escenarios de gran valor escénico y de extraordinaria calidad estética.
Un protagonismo que se acentúa por la desnudez del suelo que resulta característica en las cimas por encima de lo 2900 m. donde apenas se desarrolla un pastizal que matiza el color oscuro de las rocas cuando no está nevado.

En el sector de media montaña se puede apreciar el carácter agroforestal de la zona a causa de la explotación forestal y extensión de las actividades ganaderas y agrícolas, siendo el origen de la alternancia de los espacios de cultivos y pastos junto a amplias zonas de matorral y bosque.

Además, la primera elevación que nos encontramos, conocida popularmente como Loma del Tío Papeles, es una sucesión de espacios soleados y umbríos que dan como resultado la formación de importantes masas arbóreas de robles con fresnos y serbales que conectan con zonas de menor altitud con un conjunto de bancales escalonados donde dominan los cultivos regados de tipo arbóreo como los castaños, nogales y cerezo, de forma que no se interrumpe la sensación de masa boscosa.

Por su parte en las vertientes solanas los pequeños rodales de encinas constituyen una excepción en medio de un extenso pastizal-tomillar que recubre escasamente el suelo y cede el protagonismo en el paisaje a las formas del terreno.

Después vendrá el segundo ascenso; llegados a una nueva bifurcación de senderos volveremos a tomar el de la derecha y a poca distancia encontraremos una pequeña sima a la que se puede acceder a su interior. Siguiendo con el ascenso por el sendero, un poco después, abandonaremos momentáneamente el sendero para hacer la segunda cumbre de la ruta, LA GITANA 1793 m. desde obtendremos una magníficas panorámicas de la Sierra de Huétor y de Sierra Arana, donde se distinguen claramente algunas de sus cimas: Orduña, Peña de la Cruz, Cabeza de Caballo y Jinestral. Mirando hacia atrás el Tamboril, el Collado del Alguacil y el Alto de los Califas. A la izquierda los tresmiles de Sierra Nevada. Y hacia el frente el Calar de Güéjar Sierra, nuestro próximo objetivo.

Retomamos el sendero que vuelve a ascender hasta llegar al ALTO DEL CALAR 1866 m. Nuevo punto donde disfrutar de las vistas. Justo después abandonaremos nuevamente el sendero para dirigirnos al VÉRTICE GEODÉSICO que curiosamente no se encuentra en la propia cima, a la que nos dirigimos tras realizar las fotos de rigor en el vértice.

La cima del CALR DE GÜÉJAR SIERRA se encuentra encumbrada por un hito de piedras en forma de pirámide. Muy cercano a la cima encontramos un otero natural donde se aprecia con gran claridad la urbanización típica morisca de la localidad de Güéjar Sierra y el azul penetrante del Embalse de Quéntar que se encuentra casi lleno.

Proseguiremos con un rectilíneo y pedregoso descenso por un estrecho sendero que se dirige a otro de los enclaves históricos de esta ruta, y volvemos a recordar la inútil contienda librada en las cumbres de Sierra Nevada, una zona donde la orografía y las inclemencias meteorológicas hicieron muy difícil la estancia de los combatientes. Un episodio poco conocido.

Sierra Nevada entra en el mapa de la Guerra Civil desde que prospera el golpe de estado de los fascistas en Granada. Los primeros días en los pueblos, pero muy poco después, comenzaron las escaramuzas en la zona altas cumbres, aunque no fue un frente muy activo, entre otras razones, por lo penoso del desarrollo de las operaciones en altura y las condiciones extremas de los soldados.

Los ataques de uno y otro bando se mantienen de forma esporádica hasta finales de marzo del 1939 cuando el ejército republicano, ya vencido, abandona sus posiciones.

La parte granadina de Sierra Nevada, estuvo partida en dos por la línea del frente de guerra durante esos años; así, el Mulhacén fue enclave republicano los tres años y el Veleta, zona sublevada gran parte del tiempo. Ese hecho provocó la realización de numerosas construcciones como trincheras, parapetos, puestos de mando, puestos de tirador, nidos de ametralladora y refugios.

Actualmente, la mayor parte de ellas se encuentran en estado ruinoso por el paso del tiempo aunque aún así, nos pueden dar una idea de cómo fueron aquellos años en esta zona de alta montaña y de las penalidades que sufrieron aquellos soldados en las duras estaciones de la Sierra, aislados y con las comunicaciones siempre en precario.

Los soldados pasaban largas semanas inactivos, lo que unido a la incertidumbre de un ataque inminente, el recuerdo de las familias y las largas horas de vigilancia, harían insoportable la estancia en las trincheras.

Para combatir el aburrimiento, se jugaba a las cartas, se fumaba, se escribía a los familiares o se releían las cartas que éstos enviaban, también se mataban piojos que en aquel tiempo, eran una especie más de las que habitaban Sierra Nevada.

A lo largo de todo el frente granadino, en poblaciones en poder de ambos bandos, se cuenta cómo los soldados intercambiaban tabaco por papel de fumar, el primero se producía en la Vega de Granada, controlada por los fascistas, y el papel en Alicante, zona republicana. Los niños eran los encargados de realizar el trueque porque se suponía que a nadie se le ocurriría hacerles ningún daño.

Enclavado en el Calar encontramos los restos de la posición militar conocida como Sierra El Calar o Los Parapetos. La posición está orientada hacia el Norte que es dónde se encontraba la línea del frente. Son muchas las estructuras que se conservan y que vamos a poder encontrar sin ningún tipo de problema.

Desde su cima no sólo se vigilan las localidades de Huétor Santillán y Quentar, sino que hay visual de Granada y de su Vega, del macizo montañoso de Sierra Nevada con sus altas cumbres y del valle del río Genil.

La construcción de estas posiciones defensivas correspondió a la 20 compañía de zapadores, la misma que construyó la posición del Maullo en la Sierra de la Alfaguara. Destacan dos grandes nidos de ametralladora situados en la vertiente Noreste colocando entres ambos parapetos y zonas atrincheradas. Encontraremos puesto de mando, bunker contra la artillería, habitaciones para la tropa y otras dependencias. Todo ello con una complejo sistema de comunicación a través de trincheras.

El agua se subía con animales desde Güejar Sierra usando con casi y total seguridad el camino del collado de la gitana. Una vez arriba se almacenaba en unos depósitos subterráneos realizados con cemento y ladrillo. Esta posición desde los inicios de la guerra fue nacional, estando completamente acabada y fortificada a principios del año 1938. Es la posición número 155 y tiene conexión visual directa con la posición El Toril.

Para el regreso evitaremos apartarnos del sendero, evitando ascender al vértice del Calar, a la Gitana y al Tamboril. Una vez que lleguemos al Mirador del Collado de la Gitana tomaremos la pista a la derecha para después desviarnos por un sendero que surge a la izquierda y que asciende radicalmente enlazando con la Cañada Real de Quéntar o la Peza, que seguiremos hasta llegar el punto final e inicio de esta interesantísima y recomendable ruta.


Hay fragmentos de la descripción se nutren del libro Itinerario por la historia reciente de Sierra Nevada, de Antonio J. Ramos Lafuente, y del articulo editado por Rincones de Granada con encanto “Trincheras de la Guerra Civil. Calar o Parapetos. Güejar Sierra”. También nuestros agradecimientos a Bienve Delgado por el Track.


Con esta ruta se pretende crear un espacio para el recuerdo y el homenaje a las víctimas del franquismo. Para que nunca se olvide y para que nunca se repita.