Collado El Baile (Horcadas)

Punto de partida: Horcadas.
Espacio protegido: Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre.
Época recomendada: Todo el año, excepto con nieve.
Elementos de interés: Iglesia de Horcadas, vistas panorámicas del Gilbo y Las Pintas y bosque de robles.
Tipo de camino: Pista de tierra balizada con la PR-LE 52. El itinerario también se puede empezar desde el cementerio de Carande.
Servicios: En Horcadas existen establecimientos que dan comida y ofrecen alojamiento; Riaño proporciona una oferta más completa.

Descripción del itinerario.

Desde la plaza de Horcadas, junto a la fuente, la ruta inicia una subida por las faldas del Gilbo, utilizando para ello la pista de tierra que pasa por detrás de la iglesia del pueblo. Aquí encontraremos el cartel de inicio de la ruta, el cual se encuentra en mal estado (figuras 1, 2, 3 y 4).

Enseguida se alcanza un primer cruce, en el que debemos continuar de frente. En cambio, sí tomaremos el siguiente desvío a la derecha, que se presenta medio kilómetro más adelante y que nos permite ascender cómodamente por el monte de El Raso a un collado situado en la base del cueto Castiello (figuras 5, 6 y 7). Rodeando este montículo salimos a Las Pecinas, una majada provista de una buena fuente y situada en la base del crestón caliza del Gilbo, con unas vistas tremendas de Las Pintas y la compuerta del embalse de Riaño (figuras 8, 9 y 10).

La pista sigue subiendo por encima de esta campera hasta superar una loma y entrar en una mata arbolada, en cuyo seno se encuentra la fuente de Coto Rubio (figuras 11 y 12). Sigue un corto descenso hasta la encrucijada del prado de la Collada, donde se conecta con la variante procedente de Las Viescas y Riaño (figuras 13 y 14). En este punto, la ruta gira a la derecha para comenzar la bajada hacia Carande por el collado El Baile, altozano en el que tendremos que desviarnos por unas roderas insinuadas en el pastizal para bajar directamente hacia un hermoso robledal donde fácilmente se ven ciervos (figuras 15, 16 y 17).

El recorrido por el interior de esta masa forestal resulta apacible y encantador, con un primer tramo de escaso desnivel que deja para final la bajada hasta el pie de la carretera que se dirige a Riaño (figuras 18, 19, 20, 21, 22 y 23). Allí hay que desviarse a la izquierda para salir a un camino agrícola que nos permitirá cruzar la carretera por un túnel y alcanzar rápidamente el punto de partida (figura 24).

Habremos llegado a las afueras de Carande, donde frente al reducido cementerio tomaremos una pista agrícola que se dirige hacia el suroeste entre prados de siega (figuras 25, 26, 27, 28 y 29). Al cabo de algo más de un kilómetro, tras superar una suave loma y pasar bajo la carretera nacional de Cistierna a Riaño, este camino comienza una rápida bajada hacia Horcadas por una valleja de prados y chopos que se abre hacia el soberbio relieve de Las Pintas, donde en sus faldas descansa Horcadas (figuras 30, 31 y 32).

Impresiones.

Itinerario ideal para hacer con niños en una mañana o tarde. No requiere mucho esfuerzo, es circular y el ambiente que rodea el recorrido es inmejorable. Lo mejor de esta ruta son las vistas que tendremos a lo largo de toda ella, especialmente del Gilbo y Las Pintas.