Collado Mangueta - C. Blanco - Morra de Juan Alonso - Portillo - Barranco de los Caracoles - Morra de las Moscas - Mangueta

Preciosa ruta circular que inicia y acaba en el aparcamiento del Collado Mangueta, en Sierra Espuña.

Al empezar, en dicho aparcamiento, hemos querido bajar a ver los pozos; concretamente el que está restaurado y al que se puede bajar usando la escalera instalada en su interior. Esta visita ha supuesto casi dos kilómetros extras a la ruta, a modo de calentamiento.

Volvemos al aparcamiento y, ahora sí, iniciamos la ruta propiamente dicha bajando por la carretera hasta el primer camino que hay hacia la izquierda, con una puerta forestal, por el que entramos. Este camino nos lleva hasta los Pozos de Murcia, los cuales dejamos atrás y, donde empieza el pinar, buscamos, en dirección norte, la preciosa PR-MU 57, que nos lleva hasta el Collado Blanco en un suave descenso atravesando un bosquete de pino rodeno y un barranco rocoso moteado de sabinas y matorrales, tan típicas de estos lares. Esta senda no tiene pérdida por sí sola, y además está salpicada de hitos que nos guiarán perfectamente. Dejaremos una ruina atrás y llegaremos al collado.

Una vez llegamos a la pista forestal de Leiva, que a la izquierda baja hasta Fuente Blanca y hacia la derecha baja hacia Casa Leiva, hemos de adentrarnos y subir "monte a través" en dirección a la valla cinegética que se encuentra en dirección de la Morra de Juan Alonso. Parece que subimos campo a través pero la senda está un poco marcada si nos fijamos. Hemos de llegar hasta la valla y buscar por dónde cruzarla (no es nada difícil) y girar hacia la derecha para seguir subiendo por la loma paralelamente a la valla. Buscaremos la puerta y la cruzaremos, siempre en la dirección natural de las Paredes de Leiva. Llegaremos a la Morra de Juan Alonso (1.326 m).

Ahora nos encontramos en el Cejo de Valdecanales, e iremos ascendiendo y recorriendo las demás morras que aquí hay: la Morra de las Bojas (1.298 m), Morra de los Picachos (1.247 m) y la Morra del Portillo (1.245 m). La siguiente, a la que no subiremos, pues bajaremos por el paso del Portillo, es la Morra de las Cucalas (1.226 m), la cual hemos admirado mientras almorzábamos. Todo este paso es magnífico, pues mientras "cresteamos" las Paredes de Leiva, disfrutaremos de increíbles vistas, con el frondoso Valle de Leiva a nuestra derecha y el Valle de Valdelaparra a nuestra izquierda. Es un terreno pedregoso en el que, en su mayor parte, hay que andar con cuidado.

Saciado el apetito y con las pilas cargadas, nos disponemos a descender por el Paso del Portillo por el Paso de los Escaladores que nos lleva hasta la pista forestal de Leiva. Esta bajada es algo complicada, vamos extremando las precauciones. Seguiremos los hitos y buscaremos un tramo en el que hay, en la pared de la derecha una cuerda fija de la que podremos hacer uso para cruzar un paso más fácilmente. Dicho paso se puede hacer más abajo haciendo una pequeña trepada, aunque aconsejo pasar por la cuerda, ya que es más fácil de lo que parece.

Al cruzar al otro lado, ya debajo de las paredes, seguiremos los hitos, que nos hacen ascender un poco, en dirección a las impresionantes paredes, pero nuestro objetivo es entrar en el pequeño pinar que contiene la senda que nos bajará hasta la pista.

Una vez en la pista, giraremos hacia la derecha para ascender por ella hasta la entrada a la Senda de Leiva, que sale a la izquierda, que está marcada en su entrada, en la piedra. Sin recorrerla entera, nos llevará hasta el Barranco de los Caracoles, por el cual entraremos, siendo esta la parte más dura de la ruta. Aunque también es conocido por ser uno de los lugares de Sierra Espuña en donde mejor se pueden apreciar los escasos y preciosos arces de Montpellier. Observación: Especie incluida en el Catalogo Regional de Flora Silvestre Protegida de la Región de Murcia (Decreto 50/2003, BORM núm. 131) en la categoría "En peligro de extinción". Destacaban por sus características hojas tan bonitas y con los colores rojizos y amarillentos, tan faltos en Sierra Espuña. Ha sido un acierto el hacer este recorrido en otoño.

*Aviso: este barranco es un gran pedregal de unos 2,5 km con un desnivel de más de 500 m. Por dicho barranco y por el paso del portillo he calificado la ruta de "difícil", ya que "moderado" lo considero algo justito.

Seguiremos subiendo por el barranco en dirección a la Morra de las Moscas (1.502 m), desde donde podremos disfrutar, una vez más, de unas magníficas vistas. Es nuestra última cumbre antes de descender, siguiendo los hitos una vez más, hacia el camino que nos lleva al Collado Mangueta, lugar donde acabamos esta preciosísima ruta.