COLLADOS DEL ASÓN - HONDOJÓN (Cantabria)

Ruta realizada el 26/01/2013
Habiéndonos desplazado a la capital cántabra durante el fin de semana para sobreponernos de la actividad laboral semanal, aprovechamos a acercarnos al valle del río Asón para visitar una zona desconocida por nosotros de esta bella región.
Tras deleitarnos con el impresionante salto de agua que forma el nacimiento del Asón, dejamos el vehículo el parking del collado, desde donde comienza la ruta de hoy. Empezamos a caminar siguiendo las indicaciones hacia el sendero de Hondojón por el PR66 que nos llevará en 3/4 de hora hasta el Lago de Brenavinto. Le vadeamos por la derecha pudiendo observar la imponente silueta de Los Campanarios reflejada en sus aguas. Al llegar a una edificación retomamos la senda y comenzamos a encontrarnos con bastante nieve, que irá aumentando de espesor según vayamos ganando altura. En poco más de media hora llegamos a Brenarromán donde encontramos otro lago semihelado, en un paisaje salvajemente invernal. Tras un breve receso comenzamos el ascenso hacia el bosque de Monte Llusias donde la nieve forma un manto uniforme y profundo, y la ausencia de raquetas nos hace hundirnos a cada paso, endureciendo el ritmo de marcha.
Tras un agónico esfuerzo conseguimos alcanzar el collado de la cabaña del Pozo, parando a almorzar junto al refugio del mismo nombre. Una vez repuestas las fuerzas comenzamos el descenso hacia el Hondojón por un bellísimo paraje compuesto por rocas, árboles y nieve, mucha nieve. Cada paso se convierte en un suplicio y tardamos más de una hora en llegar al valle. La nieve ralentiza nuestros pasos y el interior de nuestras botas se haya empapado de agua. Para cuando llegamos al cruce que lleva a Busturejo nuestras piernas ya casi no responden, continuando solas por inercia.
Tras cambiarnos de calcetines solo quedará bajar por otro bosquecillo hasta enfilar el descenso al parking, tras casi 7 horas de durísima ruta. Las agujetas de mañana van a ser de órdago.
La ruta la he catalogado como de dificultad moderada por las circunstancias del momento. En verano es una ruta fácil que no llevaría más de 5 horas y media, y en invierno con raquetas se hace sin ninguna dificultad, pero la torpeza de ir a pelo la pueden llegar a convertir en difícil.