Colmenar de la Sierra: al cañón del Jaramilla por Corralejo

Los ríos Jarama y Jaramilla forman una comarca con un paisaje hermoso para unos, espectacular para otros, sobrecogedor e inquietante para algunos. En lo que todos estamos de acuerdo es en que se trata de una zona muy singular que merece ser visitada. Por eso, casi a regañadientes, nos esforzamos en conducir inmerecidamente a nuestros amigos por tortuosas carreteras hasta Colmenar de la Sierra, capital de la región. De este bien conservado pueblo partimos por el viejo camino de Corralejo provistos con antiguos recuerdos de viejas marchas, gastados mapas y el moderno gps cargado con las rutas de PacoT (id=4431454) y una propia (id=2917799).

La citada marcha de PacoT es mucho más completa que la nuestra y es la que deberán elegir los senderistas jóvenes y vigorosos; pero es muy larga. Los mayores tenemos que dividirla en tramos y hacerla por entregas. Otro día iremos a Matallana cruzando el renovado puente sobre el Jarama, que aún no conocemos (suerte que ya no tendremos que cruzarlo sobre dos vigas independientes, deslizando un pie sobre cada una).

Hoy toca llegarnos hasta Corralejo, continuar bajando al espectacular cañón del Jaramilla por la ladera boscosa y completar un poco la visita ascendiendo por la ladera opuesta, la árida. Luego retrocedemos hasta Corralejo evitando en lo posible pisar dos veces el mismo camino; con ello dejamos constancia digital de las varias calzadas de la zona. Porque son calzadas construidas por mano y cabeza humana, que no simples caminos abiertos con el hacha, los pies o las pezuñas; calzadas elevadas sobre el terreno, con pretiles para evitar su desmoronamiento, que zigzaguean convenientemente para reducir las fuertes pendientes y salvar un cañón que se resiste a las nuevas tecnologías. (Los desprendimientos tapan repetidamente la nueva carretera que cruza aguas abajo y humillan a sus irreverentes constructores.) De Corralejo a Colmenar regresamos por el mismo camino de la ida; sin embargo, iluminado de otra manera, nos parece que lo hacemos por otro distinto.

El lugar estrella de la marcha es el puente sobre el Jaramilla, en el fondo del cañón. Es un sencillo puente de madera con todo el encanto de lo que no tiene pretensiones. Allí en lo hondo nos sentimos sobrecogidos por el paisaje más agreste, oscuro de pizarras y encinas, y salvaje que se pueda imaginar. Tratamos vanamente de captarlo con nuestra cámara.

El recorrido total excede de los 13,2 km porque el gps no capta los zigzags, y de los 687 m de desniveles acumulados.