Colombres - Llanes

Desde la plaza donde se ubica el Ayuntamiento y la Quinta Guadalupe, mansión que alberga el Archivo de Indianos y fue construida por Iñigo Noriega, nos adentramos en las calles de Colombres para ver varias casas señoriales.
Un camino nos saca de la población y seguimos las indicaciones al llegar al barrio del Peral para pasar al otro lado de la A-8 y N-634.
Progresamos por un camino de tierra hasta llegar a la N-634 por la que tenemos que ir por el arcén un trecho. Hay que estar atentos al tráfico, que es intenso en esta zona.
En La Franca nos desviamos del peligro de la carretera. Pasamos por un tramo arbolado dejando a la izquierda el Cerro Tresgrandas y el monte Trasyandas y cruzamos el río Cabra que pasa por el camping de La Franca y desemboca en la playa del mismo nombre.
El camino discurre por la ladera del monte hasta unirse a la carretera N-634 y llegar a Buelna donde visitamos la iglesia de Santa María.
Posteriormente nos desviamos hacia Campengo y llegamos a Pendueles donde se ve desde lejos la torre de la iglesia de San Acisclo.
Unos pasos más adelante nos conducen al camping de La Paz y el río Novales que desemboca en el Cantábrico.
Continuamos hacia el pico de la Granja y Hoya Ería por caminos muy bien marcados y con buen firme hasta llegar a los bufones de Arenillas donde nos detenemos un buen rato para visitarlos y hacer fotos de los acantilados y de las cabras que no se espantan con nuestra presencia.
Un bufón está formado por roca caliza de montaña que al estar en un acantilado es erosionado por el mar por abajo y el agua de lluvia o de ríos por arriba. La erosión forma cavidades kársticas. Cuando la marea sube llena el hueco producido saliendo al exterior por encima del acantilado lo que provoca un chorro pulverizado de agua de mar acompañada por un sonido característico que es el que le da el nombre de bufón.
Como el Cantábrico estaba en calma, tan solo oímos el batir suave del mar en su oquedad.
Después de esta larga parada retomamos el camino hasta llegar a un mirador e iniciar fuerte descenso para cruzar el río Purón por un precioso puente de madera, con la indicación que no deben de pasar más de 20 personas a la vez.
Con la sombra que nos dan los árboles llegamos en escasos 2 km. a Andrín por el camino terrero que nos hace la marcha muy agradable.
En la población se nos indica un brusco giro para que ascendamos por la carretera hacia el mirador de la playa de la Ballota.
Es un repecho importante con desniveles que llegan al 13% por lo que hay que tomarlo con calma.
Se llega a un aparcamiento y las vistas son impresionantes.
Un sendero sale a la derecha hasta el mirador. Desde allí se ven las playas de Andrín y La Badía y el islote Castro Ballota.
Creo que no se deben escatimar andar estos metros desviándose del Camino pues merece la pena subir al mirador para alucinar con las vistas.
Tuvimos suerte pues el día estaba muy claro sin nubes y el mar en calma.
Descendimos pocos tiempo por la carretera que conduce a LLanes pasando antes por Cué.
A los pocos metros hay un camino que rodea el campo de golf La Cuesta ubicado en la sierra plana de Cué.
Unos ciclistas nos indicaron continuar por esta senda, lo que nos pareció bien, pues comentaban que aunque es algo más corto seguir por la carretera, las vistas son impresionantes.
Por tanto, tomamos el camino sin asfaltar y bordeamos la Sierra Plana.
En todo momento veíamos a la derecha Cué, Llanes y el Cantábrico.
Tras un empinado descenso se llega a la Ermita Del Cristo y se adentra en el asfalto de las calles de los barrios de Llanes.
Tras pasar unas rotondas llegamos a los parques y jardines de la población.
Pasamos por el puente de la reguera Carrocedo y acabamos la etapa en el centro de Llanes.