Columbares a lo bruto

¿Por qué a lo bruto?. Por el hecho de subir dos veces seguidas a Columbares, y por haber hecho un tramo atravesando bosque, como los jabalíes.
En el socorrido (y precioso) libro de Ángel Ortiz, EXCURSIONES POR EL MUNICIPIO DE MURCIA, se habla de cinco formas de subir a Columbares. Si ponemos aparte la menos senderista proveniente del norte, de la Fuente de Columbares (un conocido me comenta que hay problemas con una nueva verja que impide la circulación libre), nos quedan cuatro. Tres de ellas se pueden ver a porrillo en Wikiloc: La este, proveniente del Collado de los Ginovinos; la oeste, desde la carretera de El garruchal (la más "amanosa" para dejar los coches); y la sur, muy conocida y nombrada en los foros por el color con el que alguien señalizó con spray la ruta en su día. Yo me niego a llamarla así, porque me parece que si uno decide señalizar un sendero con un spray, pongamos, naranja, no tiene por qué pasar a la posteridad siendo "premiado" con que se refieran mundialmente a esa ruta por el color de su gamberrada medioambiental.
Bueno, al grano. Sobre la cuarta ruta, no había conseguido hablar con nadie que la hubiera hecho, incluso entre algún veterano (¡). Y en las -a día de ayer- 156 rutas de Wikiloc que contuvieran la palabra COLUMBARES, sólo una (¡) contenía esa ruta (en el libro la denomina Casa de los Munuera-Columbares, y así es). El track es de TASITUKO (gracias desde aquí)y me "lo eché" al smartphone con reservas porque este usuario sólo tiene una ruta en wikiloc y no me cuadra esta ruta para alguien -presumiblemente- inexperto.
Pues nada, la cosa es que dejo el cochecico en el Collado de Los Ginovinos a la sombra de los pinos (ripio cutre, sorry)y voy siguiendo el track, estrenándome con la cara este de Columbares. Por cierto, la segunda vez que ataco esta cima y segunda vez con desagradable viento frío. Sin problemas en el track y la senda, todo clarísimo. Llegada a la cima y en busca de la senda "perdida". Efectivamente, tras pasar el hito que marca el comienzo de la senda sur,hay que echarle un poco de imaginación y buscar la forma de bajar entre el sur y el oeste. No hay marca alguna aún, y hay que improvisar entre los pinos, hasta que vamos viendo que se va vislumbrando una senda no muy pisada. Y ya, según vamos bajando por una pequeña arista de un pequeño barranco (cuya cara opuesta son los cortados laterales de El paso), se va haciendo más agradecida la caminata, y aparecen hitos de piedra con profusión (Muchas gracias. Eso es más trabajoso que la botellica de spray ¿eh?). Creo que no es más difícil que las subidas este y sur, pero ya lo diré cuando vaya en ascenso.
Ya vislumbrando las ruinas de Los Munuera, llegando abajo, veo a mi derecha lo que me parece un sendero empedrado de forma artificial. Sintiéndome con fuerzas, lo tomo a ver si es lo que parece y dónde va a parar. Efectivamente, es un camino de tierra abandonado que llevaría a cultivos o qué sé yo. Apenas está pisado y hay mucho matorral. Cuando acaba el camino, no veo sendero claro pero decido tirar monte a través para enlazar con el sendero oeste de subida. No recomiendo a nadie (y menos si va solo, como he ido yo) este último tramo comentado. No me he agobiado demasiado gracias a que por el GPS del móvil he visto siempre por dónde debía atravesar, pero... menuda subida de matorrales y piedras. Muy mal.
De nuevo en la senda formal (oeste), llego al paso de segundo grado de escalada. Ya me rajé la primera vez que lo intenté, y, como buen cobardica, vuelvo a rajarme hoy.Lo siento, pero esos primeros pasos junto al precipicio son superiores a mí. Como mal menor, descubro que bordear por debajo la peña no es nada dificultoso (¿por qué no lo vi la primera vez?). Llegada sin problemas a la cima, por segunda vez, no sin antes visitar la parte alta del paso y echarle unas maldiciones.
A la bajada por la senda sur, me quedé sin batería y luego he completado la ruta con el Mapsource de Garmin, con lo que hay que añadirle una horica larga más. La fiesta me ha salido en cinco horas, incluida parada a almorzar en la segunda cimada.
Algún comentario extra en las fotografías, como siempre.
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.