Complemento a la ruta 'Rodeando la cresta de la sierra de las Cuevezuela.......'

Hace ahora 2 años que realicé la ruta que rodeaba la sierra de las Cuevezuelas -https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/rodeando-la-cresta-de-la-sierra-de-las-cuevezuelas-antiguas-sendas-de-santa-lucia-a-arbuniel-12284068-, un trayecto muy novedoso e interesante en el que se transita por caminos de herradura, veredas, camino forestales, cortafuegos y algo de campo a través. En el tramo final de la misma, una valla que circunda un olivar, nos obligó a abandonar un cómodo camino y, bordeando esta, avanzar en medio de una espesa masa forestal de bosque bajo, que aunque pudimos atravesar, no fue una experiencia demasiado agradable. Desde entonces tengo pendiente buscarle solución a este tramo, o dicho de otra manera, evitarlo.
El resultado de este intento es la presente ruta donde, dejando el vehículo a la espaldas del antiguo restaurante -destinado hoy a otros usos-, justo enfrente de la ermita de Sta Lucia, sigo una acequia elevada fuera de uso y paralela al río hasta una pequeña presa que abastecía a la acequia. Al otro lado se vislumbra una veredita que, sin embargo, a la vista del caudal que baja prefiero virar a la derecha, y tras saltar la valla de acceso de la autovía, pasar por encima del puente evitando el río y, volver a saltar la valla baja que protege la carretera para continuar mi camino a través de un sendero que me introduce en el barranquito, cuyo ascenso es mi objetivo y la posible solución al problema encontrado en la ruta referida.
Las veredas que van surgiendo a mi paso son de animales, pero lo suficientemente buenas para ayudarme a remontar sin mucho problema hasta alcanzar las formaciones rocosas que le dan nombre a la sierra. Desde aquí, unas escaleras naturales nos acercan al camino y desde aquí, y puesto que mi objetivo estaba cumplido, pongo la directa y, a través de sendos orificios en la valla, vuelvo al coche por el camino más cómodo y rápido.
En caso de lluvias recientes es preferible no meterse por aquí, tanto por el agua que seguro rodea la acequia como por lo resbaladizo de la pendiente.