Congost De Mont-Rebei y pasarelas de Montfalcó

El desfiladero de Mont-rebei que forma el río Noguera Ribagorçana al cruzar la sierra del Montsec, separa el Montsec d'Ares del Montsec de l'Estall y constituye el único desfiladero de Cataluña que se mantiene más o menos virgen sin que lo cruce ninguna carretera, ferrocarril o línea eléctrica. Sólo lo cruza un camino de herradura parcialmente excavado en la roca que permite disfrutar de una forma muy espectacular de este lugar. Las paredes del desfiladero llegan a alcanzar más de 500 metros de caída vertical con puntos donde la anchura mínima del desfiladero es de sólo 20 metros.

El acceso en coche se puede hacer, como mucho, hasta la zona de la Masieta (área de aparcamiento).La carretera esta en bastante mal estado que con un coche bajito (honda civic) hemos tocado unas cuantas veces ...

El aliciente principal de esta ruta es el camino que permite cruzar con facilidad la totalidad del Congosto de Mont-rebei. Aunque el camino discurre a más de 50 metros sobre las aguas éste dispone de un pasamanos del que cogerse en los momentos en que la verticalidad más impresiona, facilitando el camino.
En todo momento podemos contemplar las escarpadas paredes del desfiladero incluso desde unos bancos que cumplen una doble función, permitir el descanso y protegernos de una caída .
El camino es visitado por todo tipo de caminantes, hasta es habitual encontrar ciclistas que no dudan en hacer el camino montados en su bicicleta. Los amantes de las aves están de enhorabuena, varias especies anidan las altas paredes del congosto que alojan desde halcones hasta rompehuesos. No olvidéis los prismáticos! También los escaladores son habituales de la región gracias a las míticas zonas de escalada de la pared de Cataluña y Aragón paredones que ponen punto y final al desfiladero en su extremo sur.
Los que tienen vértigo deberán armarse de valor al cruzar el puente colgante del Barranco de Sant Jaume, cuyo suelo metálico permite ver el vacío a lo largo de sus 40 metros.
En el desfiladero la señal del GPS es mala y los tracks tienen algunos rebotes (por esto a mi me ha dado tantos metros de desnivel ,que en realidad son menos...)
Poco después de pasar un pequeño túnel, a nuestra izquierda y a una altura considerable se encuentra la Cova Colomera.
Al final del camino tallado seguimos por una senda que baja y después sube. Esto es un pequeño aperitivo para los sube-bajas que vamos a encontrar en lo que nos queda de ruta. Abandonamos el GR-1 y seguimos hacia la derecha, bajando ahora, hacia el Congost de Siegué, donde se encuentra otro puente colgante. Lo cruzamos y, ya en la parte de Huesca, otra vez a subir, deseosos de alcanzar las pasarelas de madera instaladas en la pared vertical de la montaña. Con algo de esfuerzo y sudor llegamos a las pasarelas que nos dejan impresionados. Las vistas son increíbles y la sensación al caminar sobre el vacío indescriptible. Una pasarela que impone y no apta para gente con vértigo. Una vez abajo seguimos hacia Montfalcó y después de un buen rato subiendo y bajando llegamos a otra pasarela de madera, ésta algo más corta que la anterior, pero que impresiona igual. La bajamos y seguimos por sendero que se va adentrando en la masa forestal. Caminamos a la sombra, aunque seguimos ascendiendo. Una nueva parada en la Fuente de Montfalcó. Nos sentamos en los bancos instalados y nos lavamos la cara con el agua fresca que de allí sale. Cuatro minutos de descanso para afrontar los últimos 15 minutos que nos separan de nuestro objetivo: Montfalcó.