Congosto de Entremón

Altas paredes de roca delimitan el congosto del Entremón, un estrecho pasillo fluvial del Viejo Sobrarbe al que los viajeros del siglo XIX temían, pero al que admiraban por su belleza.

El congosto del Entremón, situado donde se une el embalse de El Grado con la presa del pantano de Mediano, era hasta no hace muchas décadas un difícil y peligroso paso de rápidos que debían sortear con habilidad los navateros.
Durante el periodo de deshielo primaveral, aquellos hombres descendían sobre unas balsas hechas de troncos, con el fin transportar la madera desde los altos valles pirenaicos hasta el río Ebro y el Mediterráneo.
Por eso el estrecho de Entremón sigue teniendo esa “fama” de tortuoso y salvaje; aún no existiendo el oficio de navatero y que buena parte del río Cinca se embalsó.

El camino comienza pasado el puente que está en la carretera A138 que une el Mesón de Ligüerre con Palo, y termina en la presa de Mediano. Sobre estas aguas emerge la torre de la iglesia del antiguo pueblo.

Como una azul cicatriz que rasga moles calcáreas, el magnífico desfiladero conocido como Congosto del Entremón, labrado a conciencia por las antaño bravas aguas del Río Cinca, constituye otro de los enclaves singulares que guarda el Pirineo aragonés.

La Presa de Mediano aparece a lo lejos, después de 35 minutos caminando. Tan sólo nos queda recorrer el último tramo del sendero, en suave descenso, hasta llegar al panel que indica "Final Ruta Ornitológica".

Para alcanzar la presa, debemos continuar por el sendero y superar una fuerte y descompuesta pendiente. Al llegar a la carretera, seguimos a la derecha y atravesamos tres túneles excavados. El último de ellos desemboca en la misma Presa de Mediano. Para acceder a la parte superior debemos subir por una escalera metálica.

De las aguas del embalse emerge la torre de la iglesia del pueblo de Mediano.

Cuando el nivel de las aguas desciende lo suficiente, también queda al descubierto su esconjuradero, pequeña construcción de planta cuadrada que se utilizaba con el fin de ahuyentar a las temidas tormentas; sin embargo, de poco sirvió para evitar la inundación del pueblo y el valle.

Como telón de fondo se alza el macizo de Monte Perdido y la Peña Montañesa.



Aparcamiento – Inicio Senda – Mirador Cueva de las Palomas – Paso de la Media Caña – Grapas – Fin Ruta Ornitológica – Carretera de la Presa – Túnel – Presa de Mediano

Dificultad baja, pero se atraviesan varios pasos estrechos y sin barandilla, por lo que existe riesgo de precipitación al vacío.