Congosto del Ventamillo, Circular PR-HU 50 Club Montisonense

Sendero circular al Congosto del Ventamillo. Una ruta larga pero realmente bonita en todo su recorrido, que en otoño toma un colorido único por la cantidad de robles que hay a lo largo del recorrido.

No podía amanecer peor tiempo esta mañana, pues llovía sin parar aunque fuera una lluvia fina, el resultado fue que algunos del grupo ya no vinieron y marchamos hacia Seira tan solo 14 personas.
Paramos a echar el café en Campo, pensábamos que el Pirineo quedaría fuera de este temporal de levante pero no fue así, antes bien parecía arreciar con más fuerza.
El suelo encharcado, los ánimos muy dubitativos, pero finalmente comenzamos la andada bien ataviados de paraguas, chubasquero y botas.
Cuatro personas se quedaron en Seira asustados por el tiempo pero los otros diez (bien reforzados por gente de alpinismo) comenzamos a andar bajo la lluvia.


DESCRIPCION DE LA RUTA:

Estacionamos en la localidad de Seira el Nuevo, junto a la carretera N-260 en el Km. 393.
Por la carretera que baja a cruzar el río Ésera, nos dirigimos a Seira el Viejo, es decir el núcleo antiguo de la localidad en el que hay casas de piedra bonitas y la iglesia parroquial.

Saldremos de esta localidad por la derecha, sendero señalizado como GR-15.

No era tanto problema como parece, puesto que la senda es muy clara y cómoda, la niebla nos envolvía por momentos, mientras el bosque de coloridos robles parecía un paisaje gallego con tanta agua. Esto es un perfecto entrenamiento para cuando se nos presenten climatologías adversas durante una excursión, así todo el mundo puede constatar qué falta en su mochila.

Pasamos junto a la ermita de la Piedad (muy antigua) pero como llueve y vamos con paraguas la cosa es no parar e ir avanzando.

Alternamos senda con camino, donde es más fácil llevar el paraguas en la mano.
Las dificultades eran mínimas a nivel técnico porque el recorrido es fácil y está limpio de hierbas. Apenas hay barro por el tipo de terreno que atravesamos, y así sin más llegamos a la fuente de Escanarells.
También sobrepasamos el mirador de la Peña del Sol al que no llegamos a asomarnos.

Pero hete aquí que, después de casi dos horas andando, las nubes se apartaron y salió el sol. Nada de viento, tiempo agradable justo cuando dejamos el camino y bajamos por un sendero (señalizado pero no puse el waypoint) algo más empinado hasta El Run.

Este tramo por el que descendemos está lleno de hojarasca y tampoco tiene dificultad específica.

De regalo al llegar a El Run nos encontramos con su preciosa ermita de la Virgen de Gracia, una joya del románico Lombardo de la que pudimos disfrutar como pocas veces, sin lluvia y bien alegres todos. El entorno en el que está situada, una pradera rodeada por el bosque de robles, le da un encanto especial.

Bajamos al pueblo y bebimos en su fuente, nos hicimos una foto y comimos lo que pudimos, para luego antes que el frío se metiera en el cuerpo, cruzar el río por un ancho puente y regresar a Seira por la margen contraria del río Ésera.

Este sendero por la margen contraria tiene un poco de todo, al principio muy buen sendero por el fondo del valle, luego senda empinada para alcanzar la parte media del congosto (Sin llegar al borde superior del acantilado)

Existe un paso sobre roca algo mas "delicado" poco antes de llegar al camino de Gabás (WP10). En principio solamente hay que tener atención por la roca que pueda resbalar, pero nuestro grupo no le vimos mayor problema.

A continuación es todo camino hasta llegar a El Run donde teníamos el coche.

Bonitos paisajes, buenísima compañía y aún mejor la climatología por la tarde, pues a medida que avanzábamos desapareció el frío y la lluvia.


Los acantilados del Ventamillo tan altos y los bosques de variadas especies (abedules, pinos, robles, arces…) alegraron el camino, que tan duro pareció y tan gratificante acabó.