Corga da Fecha, Cabañiña do Curro, Lobios

A Corga da Fecha, una impresionante cascada, se cree que la más alta de Galicia, se encuentra en La Sierra del Xurés muy cerca del balneario de Lobios. Y es allí en el balneario que iniciamos esta ruta que nos llevará a conocer esa maravilla.

Al poco del comienzo nos encontramos los restos de unas termas romanas de nombre Aquis Oríginis. No olvidemos que por estos pagos hace más de dos mil años que transcurría la famosa Vía romana XVIII que unía Braga con Astorga. Los pies del caminante todavía pueden caminar hoy en día sobre la antigua calzada.

Pero eso será después de un primer contacto con El Río Caldo cuyo caudal después de tantos meses de sequía se encontraba bastante mermado, pero nunca exento de belleza. En sus orillas descansa un solitario molino.

No dejéis de acercaros hasta el lugar en donde se atesoran Los Miliarios de A Ponte Nova, de época romana, mudos testigos de épocas pasadas de esplendor.

Continúa el caminante su marcha a través de caminos estrechos que van serpeando montaña arriba y que son una auténtica gozada para la vista y el espíritu.

Tiempo habrá también para la amplitud de miras y espacios abiertos.

Y después de la sorpresa de otro miliario allí en medio de la nada señalándonos la milla XXXV arribaremos a zona de más alta montaña en donde poder contemplar las cumbres del Xurés.

La subida hasta aquí ha sido constante pero gradual lo que hace que casi no nos demos cuenta de que hemos estado subiendo.
Ya en descenso nos vamos fijando en lo que nos rodea encontrando curiosas formaciones rocosas y nuevos elementos arbóreos que añadir a los que ya habíamos encontrado hasta ahora. Que por cierto todavía no los había mencionado. Pues bien, a lo largo de la ruta encontraremos una gran variedad. Desde robles, pinos, laureles hasta madroños. Y también castaños, muérdago y fantásticos ejemplares de alcornoques. Y toda la magia del bosque gallego en otoño si lo hacéis en estos meses.

Os animo a que os dirijáis al lugar en donde se encuentra “A Cabaniña do Curro”. Un refugio de pastor muy parecido a los que se encuentran en el Suído, los famosos chozos. Se encuentra en un paraje idílico que además sirve de mirador de toda la Sierra del Xurés.

A partir de ahí ya comienza el descenso. Y lo hacemos por un sendero bastante escarpado jalonado de mariolas, grupos de piedras que nos señalan el camino a seguir. De vez en cuando tomaros un descansito porque hay que ir con mucha calma debido a lo empinado de la senda.

Desde allí la vista es grandiosa. Se puede contemplar allá abajo los pueblos pequeños como hormigas. Y sobre todo estaremos todo el rato con el ojo puesto en la espectacular corga y sus múltiples pozas que invitan a un refrescante bañito.

A partir de ahí lo que nos queda para el final es un paseo relajante que hacemos acompañando al río Caldo. En sus orillas un nuevo molino. Y en las pozas termales gente aprovechando el soleado domingo de otoño.
La senda en sí se encuentra muy bien cuidada sin nada que estorbe el buen caminar.
También bastante bien señalizada aunque hay momentos y lugares en que confluyen varias rutas por lo que aconsejo el uso del GPS para evitar confusiones.

Nosotros hicimos primero la subida, que se hace muy fácil y luego la bajada.
Hay quien prefiere realizar este tramo subiendo y no bajando, ahí cada uno tiene que ponderar si le gustan más las cuestas o las pendientes. Desde luego reseñar que para realizarlo bajando es necesario mucho cuidado.

Si se decide realizarlo subiendo precisamos el mismo cuidado y también esfuerzo físico. Pero las vistas y la espectacular corga bien merecen el esfuerzo!