Cornochuelo 1627 m. desde Beleder

En las inmediaciones de la localidad ribagorzana de Campo se encuentra la sierra de Cerbín, que veremos nada mas atravesar el túnel de Campo, cuya punta oeste se encuentra cubierta de antenas de comunicación.

Esta modesta sierra, eclipsada por las grandiosas montañas que la rodean como la Sierra Ferrera, el Cotiella, el Turbón, pico Baciero, sierra de Chía, etc. resulta, como tantas veces, un excepcional mirador precisamente por no ser la mas alta. Es desde ésta donde obtendremos, si el tiempo acompaña, las vistas sobre aquellas.

La ruta podemos comenzarla en un núcleo situado a 1 km. de Campo, la carretera la tomaremos justo pasar éste pueblo a la derecha. Un camino asfaltado nos conduce en poco tiempo hasta la única plaza existente entre las casas, donde podremos aparcar cómodamente si solo llevamos un coche.

Beleder se encuentra habitado y a su alrededor existen varias naves ganaderas, hay ovejas, cabras y también vacas. Entre las casas, justo por donde se sale hacia la sierra, también hay una pequeña ermita.

Esta sierra también la podemos ascender por su cara norte, una pista larga que se toma al poco trecho pasado campo, habrá unos 3 o 4 km.

Partimos pues junto a la ermita, ascendiendo junto a unos comederos del ganado, sin apenas senda o mejor dicho por mil sendas que han hecho las ovejas. Hay que apañárselas para no perder el mejor sendero, a veces encuentras algunos mojones pero hasta la parte alta no se ven marcas de pintura. Parece ser que nadie osa dejar marcas, quizá sea que como cada cual se tiene que buscar la vida, pues no le vamos a dejar hecha la faena al siguiente.

Como digo, ascendiendo por la loma o divisoria, se va dibujando la traza a veces muy clara y otras algo perdida entre matorrales (carrascas, enebros, sabinas, coscoja, etc.) que llegan a dificultar la visión de la sierra.

Se pasa por una pequeña loma o prominencia y se continúa, también hallamos un cartel nuevo que señala hacia Biescas (no el del Serrablo sino el de la ribagorza) y me supongo que habrán limpiado éste sendero que en su día se encontraba abandonado. Luego alcanzamos una pequeña caseta ruinosa donde hubo una antena de comunicaciones ya caída en el suelo.

Conforme avanzamos por la fuerte pendiente, la senda es más clara, hasta llegar a un gran abrevadero. En este punto, debido a la climatología reciente, existe una buena capa de nieve que resulta algo pesada. Debido a ello, abandono la senda que asciende a la loma o divisoria entre el Cervín y el Cornochuelo, para tomar una diagonal hacia éste último entre un auténtico mar de erizones, que como vengo diciendo están completamente cubiertos de nieve.

En este caso fue un acierto ya que la nevada se ha helado ligeramente y se anda bastante bien. Sin senda, voy ganándole a la montaña los últimos y duros metros hasta enlazar con la pista superior, con un buen palmo de nieve.

Los últimos metros hasta la cima de las antenas, es un auténtico espectáculo: la niebla baila entre montañas, ahora tapa y ahora descubre, dejando pasar rayos de sol que alumbran el manto nivoso y embellecen sobremanera los pinos que también se encuentran engalanados de la nieve reciente.

En el pico Cornochuelo (1627 m.) tan solo estoy el tiempo justo para hacer fotografías. Desciendo rápidamente ya que aparte de ir sólo, par la tarde llega un frente y la niebla hace ya demasiado tiempo que ronda por estos lares.

Descenso rápido en el que hay que estar muy atentos a no perder la traza, que se ve mejor al bajar pero también se pierde más fácilmente.