Cortijo del Tejo - Cruz de Pernales - Cerro Del Picayo -Padrón - La Sarga - Los Picarazos

- Cerro de la sepultura (2.4 km)
- Collado de Villaverde (3.0 km)
- Cerro Del Picayo (4.2 km)
- Padrón (6.2 km)
- Pico de la Sarga (7.9 km)
¡¡OJO!! EL NIVEL ES MODERADO PARA SENDERISTAS EXPERIMENTADOS, PERO TIENE UN DESNIVEL ALTO.

Ruta realizada en el macizo segureño en su parte albaceteña. Algunos miembros del Club Deportivo Montañeros de La Loma iniciamos trayecto en el Cortijo del Tejo, sobre Villaverde del Guadalimar. Nuestro primer objetivo es visitar la Cruz de Pernales, bandolero abatido en 1907 junto al Niño de Arahal, en un pequeño promontorio bajo el Cerro del Sepulturero. Se transita por una senda cómoda, y tras llegar al lugar marcado con una cruz y un cartel explicativo ascendemos un pecho bastante vertical que nos va a dejar en el c. de la Sepultura, primer mirador del día. Las vistas sobre valles cubiertos de nubes de algodón, son un anticipo de lo que vendrá después. desde aquí, y pasando por el collado de Villaverde vamos siempre ascendiendo en dirección norte, ahora hacia el Picayo, cumbre áspera que parece no tener salida hacia el norte, pues apenas se ve la repisa bajo la cumbre por la que seguiremos nuestro paseo siempre por el sendero de la Dehesa de Riópar.

Tras el Picayo empieza lo bueno, un ascenso largo hacia el Padrón, cumbre que ya nos va a ofrecer vistas en 360º de aupa. La visual hacia todo el macizo segureño de Jaén, hacia la Sagra de Granada, o a las cumbres de la prebética murciana, presididos por la Almenara, a nuestro lado, son un auténtico lujazo con este día azul de postal.

tras el disfrute nos dirijimos hacia la Sarga, segunda cumbre en altura de Albacete tras la Almenara. también ofrece un mirador sobre el valle tremendo. Atisbamos ya Los Picarazos, próximo hito de la jornada, que alcanzamos en un descenso cómodo y vistoso. Aunque para vistosas, las formaciones rocosas de los Picarazos, moles caprichosamente redondeadas, muy aconsejables de visitar. Ahora tomamos camino de vuelta al Cortijo del Tejo. Un auténtico lujo de jornada con eso sí, un desnivel de cierta exigencia.