Cortijo Linillos - Carialfaquí - P.N. Sierra de Huétor

Fecha de realización: 24/06/2017

Primera ruta veraniega de año por las inmediaciones de la Sierra de Huétor, en torno a los 1.180-1.540 msnm, en su mayor parte por bonitos senderos y con un sol de justicia que ya se empieza a notar desde bien pronto y nos hará buscar la sombra de los pinos en buena parte del recorrido y las encinas de mediano porte también presentes de forma menos significativa. Esta ruta está basada en un 90 % en otra de Antonio Aguilera, al que le mando desde aquí mi agradecimiento por compartir.

Dejamos el coche junto a la carretera que une las Mimbres con La Alfaguara, justo antes de terminar el asfalto y pasar a ser pista de tierra, en el lugar en el que está señalizado el sendero de subida a Majalijar.

Iniciamos la marcha a pie por una pista cerrada al tráfico con cadena, en una ligera subida con la que vamos ganando vistas, para dejarla poco después por un sendero que sale a nuestra derecha y nos obliga a cruzar una acequia, a escasos 200 metros del cortijo Linillos. Tras echar un vistazo al mismo, todavía en pie pero en estado ruinoso, retomamos la marcha para adentrarnos en un fresco sendero entre el pinar.

Poco después, termina la cubierta arbórea y llegamos al Collado de Linillos. Aquí el paisaje se abre y contemplamos los prados que se extienden ante nuestros pies, de un color ya más amarillo que verde y que ascienden hacia la Ceurda de la Gallega ante la que nos dirigimos tras cambiar el sentido de nuestra marcha de NO a NE.

Empezamos a subir por el mismo camino que conduce a Majalijar pero a escasos metros cambiamos nuestra dirección nuevamente a NE y el camino alternará el suave descenso con pequeñas subidas. Durante este tramo caminamos por la ladera, cercanos a la cuerda de la Sierra de Cogollos, en dirección al Peñon de la Mata e iremos disfrutando de vistas al sur, con buena parte de la Sierra de Huétor en la panorámica así como de la mole de Sierra Nevada al sur. Al norte descubrimos la cara sur de Sierra Arana, con el valle del Río Blanco y los campos de cultivo que lo rodean. En este tramo tendremos poca sombra, al margen de alguna encina llegando ya al final del mismo.

Antes de llegar al Peñon de la Mata, y tras toparnos con algún que otro conejo que sale despavorido ante nuestra presencia (los restos de cartuchos de perdigones también se encuentra con bastante frecuencia en esta zona), cambiamos de dirección bruscamente al S y comenzamos un prolongado descenso, hasta que damos con una pista que se dirige hacia el Cortijo de Carialfaquín. A lo largo de la misma podremos atajar alguna que otra vez, buscando además la sombra de lo pinos, que ya a estas horas cercana a medio día es cada vez más difícil de conseguir. Por esta zona encontré más de un pino resinero que se encuentra muy debilitado, como he podido observar en los últimos tiempos en las Sierras de Baza, Filabres e incluso Nevada, a diferencia de otras zonas de la Sierra de Huétor en que el estado del pinar es en general bueno (lo digo en base a la observación sin ser ningún experto en el tema). Y es que los efectos de la sequía y de las altas temperaturas cada vez se notan más en este rincón de la península.

Antes de llegar a Carialfaquín cruzamos el humilde arroyo Bermejo, con poco agua y ya empezamos a contemplar a las vacas y terneros que pueblan el citado cortijo. Nuevo cambio de dirección a E (NO y SE por este orden), primero continuando la pista (con un atemorizado ternero corriendo delante de mí), después por cortafuegos y por último ya por fin, por sendero con bastante sombra que me habrá de llevar en ascenso hasta el Collado de Las Minas. Aquí ya nos encontramos primero con una pista secundaria y después con la pista principal que vertebra el Parque Natural y que dejaremos de evitar tras caminar paralelamente a la misma durante escasos metros.

Seguimos por esta durante 600 metros y la abandonamos a la izquierda para subir nuevamente por sendero junto a la acequia con la que nos topamos al principio, en un tramo inferior de la misma. Al poco llegamos a la pista inicial que asciende a Linillos y por ella bajamos hasta el punto de partida.

Una ruta interesante y bonita, pero que yo recomiendo hacer en primavera o otoño en que el paisaje ganará, más teniendo en cuenta las altas temperaturas que tuvimos ya en junio.