Costa das Rías Baixas. Etapa 28: Carnota. (Praia de Ximprón) ~ (O Pindo)
near Miñarzo, Galicia (España)
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Trail photos
Itinerary description
Una nueva etapa para seguir avanzando y conociendo esta hermosa costa de Galicia. En Carnota amanecía nublado y con algo de nieblas, pero meteogalicia prometió que el sol ganaría la batalla y acertó.
Llevábamos bien calculado el estado de las mareas y el tiempo que tardaríamos en alcanzar a Boca do Río para poder cruzar sin problemas.
Partimos de la praia de Ximprón continuando por el sendero da Solidaridade o Ruta dos Naufraxios, que habíamos dejado en la anterior etapa, también conocida como Senda Azul.
Pequeñas calas como las de Porto do Curro, do Crego e da Barca rodean la enorme piscifactoría que se encuentra en este extremo. La praia da Gavota es la última antes de alcanzar el porto de Portocubelo.
LLegamos a la aldea de Portocubelo, en Lira, con una pequeña playa y resguardada por su puerto, aún se conservan en el lugar algunas casas marineras. Rodeamos su contorno hasta encontrar unas pasarelas de madera que nos llevan hasta el mirador, ubicado en un saliente, y desde el que podemos adivinar entre la suave niebla el inmenso arenal de Carnota.
Esta senda de madera termina al llegar a la praia de Mar de Lira formada por pequeños arenales separados por rocas y cada uno con su nombre: Porto Cabelo, Xaxebre Cons y Mar de Lira..
Alcanzamos la praia de Carnota, el arenal tiene forma de media luna y es un espacio natural de gran belleza y gran interés medioambiental. A lo largo de sus 7 kms se puede observar un conjunto único de dunas y marismas con una laguna interior que sirve de refugio a multitud de especies en sus movimientos migratorios, y a otras que se asientan aquí durante todo el año, es uno de los pocos lugares de Galicia donde anida el frailecillo blanco. (Merece la pena, al rematar la ruta, acercarse en coche por el interior y realizar el paseo por las pasarelas).
El calor de verano nos permitió recorrerla descalzos, nos asombró mucho la calidez de sus aguas y su arena firme, que nos permitió avanzar a buen paso mientras disfrutábamos también del imponente Monte Pindo que teníamos de frente. Conocido popularmente como el “Olimpo Celta”, el Monte Pindo es un macizo granítico cuya mayor altura se encuentra en A Moa, a los 620 metros. Espectacular!
Cuando alcanzamos la desembocadura del río Valdebois, que ofrece un maravilloso espectáculo en la conocida Boca do Río, comprendimos in situ el porqué de tener en cuenta las mareas. Con marea baja apenas nos pasa de los tobillos, pero según nos informaron, con marea alta puede cubrir a una persona además de que está muy sujeto a las fuertes corrientes que lo hacen muy peligroso.
Nos queda atravesar la última parte, las praias de San Mamede y Caldelbarcos, otro rincón precioso de la ruta, al final de Caldelbarcos subimos por las rocas hacia una fuente y continuamos por un sendero que pasa junto a un antiguo muelle ubicado a los pies de lo que fue una fábrica de aceite de ballena.
El sendero continua por veces indefinido lo que nos obliga a ir alternando por las piedras hasta alcanzar la Praia da Insuela.
En los próximos 3 kms aproximadamente el camino se torna completamente indefinido o borrado, nosotros optamos en muchos tramos en ir por las rocas, lo que requiere además de esfuerzo en extremar muchísimo el cuidado en cada paso. Las formaciones de las rocas son espectaculares pero como bien señalo, también pueden resultar muy peligrosas.
Al llegar a la cala señalada como Porto de Negros volvemos a recuperar el estrecho sendero y avanzamos mucho más cómodos, pasamos junto alguna pequeña praia como a do Cabaliño, Portiño de Quilmas, Corna Becerra o a do Pedrullo.
Desde Punta de Quilmas podemos observar las pequeñas illas de Lobeiras, La Chica y La Grande; también el puerto de Quilmas, en el que aún se conservan los restos de las antiguas factorías de salazón.
Con su pequeña playa, Quilmas forma un enclave precioso en el que se adivina un pasado de mucha faena e historia.
A partir de aquí, la costa nos obliga a continuar por las rúas de Quilmas hasta alcanzar la carretera que nos lleva directamente hasta el lugar de O Pindo.
Al llegar a Punta da Cruciña, con el imponente Monte Pindo de frente, vamos por el paseo marítimo que rodea la Praia de San Pedro, dejamos atrás la Iglesia de San Clemente y tras pasar o Rego da Laxe ponemos fin a esta variada y preciosa etapa.
La dificultad de esta etapa es en su mayoría fácil, pero tiene un tramo que se puede calificar como moderado/díficil, que es el que va desde el waypoint Praia de Insuela hasta el de Porto de Negros ya que requiere cierta destreza además de muchísimo cuidado como ya he señalado. Por estas razones la calificamos como moderada.
Importante no olvidarse de controlar la marea, fundamental en esta etapa.
Una etapa con cierta aventura que a nosotros nos ha encantado.
A por la siguiente!!
Llevábamos bien calculado el estado de las mareas y el tiempo que tardaríamos en alcanzar a Boca do Río para poder cruzar sin problemas.
Partimos de la praia de Ximprón continuando por el sendero da Solidaridade o Ruta dos Naufraxios, que habíamos dejado en la anterior etapa, también conocida como Senda Azul.
Pequeñas calas como las de Porto do Curro, do Crego e da Barca rodean la enorme piscifactoría que se encuentra en este extremo. La praia da Gavota es la última antes de alcanzar el porto de Portocubelo.
LLegamos a la aldea de Portocubelo, en Lira, con una pequeña playa y resguardada por su puerto, aún se conservan en el lugar algunas casas marineras. Rodeamos su contorno hasta encontrar unas pasarelas de madera que nos llevan hasta el mirador, ubicado en un saliente, y desde el que podemos adivinar entre la suave niebla el inmenso arenal de Carnota.
Esta senda de madera termina al llegar a la praia de Mar de Lira formada por pequeños arenales separados por rocas y cada uno con su nombre: Porto Cabelo, Xaxebre Cons y Mar de Lira..
Alcanzamos la praia de Carnota, el arenal tiene forma de media luna y es un espacio natural de gran belleza y gran interés medioambiental. A lo largo de sus 7 kms se puede observar un conjunto único de dunas y marismas con una laguna interior que sirve de refugio a multitud de especies en sus movimientos migratorios, y a otras que se asientan aquí durante todo el año, es uno de los pocos lugares de Galicia donde anida el frailecillo blanco. (Merece la pena, al rematar la ruta, acercarse en coche por el interior y realizar el paseo por las pasarelas).
El calor de verano nos permitió recorrerla descalzos, nos asombró mucho la calidez de sus aguas y su arena firme, que nos permitió avanzar a buen paso mientras disfrutábamos también del imponente Monte Pindo que teníamos de frente. Conocido popularmente como el “Olimpo Celta”, el Monte Pindo es un macizo granítico cuya mayor altura se encuentra en A Moa, a los 620 metros. Espectacular!
Cuando alcanzamos la desembocadura del río Valdebois, que ofrece un maravilloso espectáculo en la conocida Boca do Río, comprendimos in situ el porqué de tener en cuenta las mareas. Con marea baja apenas nos pasa de los tobillos, pero según nos informaron, con marea alta puede cubrir a una persona además de que está muy sujeto a las fuertes corrientes que lo hacen muy peligroso.
Nos queda atravesar la última parte, las praias de San Mamede y Caldelbarcos, otro rincón precioso de la ruta, al final de Caldelbarcos subimos por las rocas hacia una fuente y continuamos por un sendero que pasa junto a un antiguo muelle ubicado a los pies de lo que fue una fábrica de aceite de ballena.
El sendero continua por veces indefinido lo que nos obliga a ir alternando por las piedras hasta alcanzar la Praia da Insuela.
En los próximos 3 kms aproximadamente el camino se torna completamente indefinido o borrado, nosotros optamos en muchos tramos en ir por las rocas, lo que requiere además de esfuerzo en extremar muchísimo el cuidado en cada paso. Las formaciones de las rocas son espectaculares pero como bien señalo, también pueden resultar muy peligrosas.
Al llegar a la cala señalada como Porto de Negros volvemos a recuperar el estrecho sendero y avanzamos mucho más cómodos, pasamos junto alguna pequeña praia como a do Cabaliño, Portiño de Quilmas, Corna Becerra o a do Pedrullo.
Desde Punta de Quilmas podemos observar las pequeñas illas de Lobeiras, La Chica y La Grande; también el puerto de Quilmas, en el que aún se conservan los restos de las antiguas factorías de salazón.
Con su pequeña playa, Quilmas forma un enclave precioso en el que se adivina un pasado de mucha faena e historia.
A partir de aquí, la costa nos obliga a continuar por las rúas de Quilmas hasta alcanzar la carretera que nos lleva directamente hasta el lugar de O Pindo.
Al llegar a Punta da Cruciña, con el imponente Monte Pindo de frente, vamos por el paseo marítimo que rodea la Praia de San Pedro, dejamos atrás la Iglesia de San Clemente y tras pasar o Rego da Laxe ponemos fin a esta variada y preciosa etapa.
La dificultad de esta etapa es en su mayoría fácil, pero tiene un tramo que se puede calificar como moderado/díficil, que es el que va desde el waypoint Praia de Insuela hasta el de Porto de Negros ya que requiere cierta destreza además de muchísimo cuidado como ya he señalado. Por estas razones la calificamos como moderada.
Importante no olvidarse de controlar la marea, fundamental en esta etapa.
Una etapa con cierta aventura que a nosotros nos ha encantado.
A por la siguiente!!
Waypoints
Beach
12 ft
Praia do Portiño de Quilmas
Comments (2)
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Gran etapa, impresionante caminar descalzo por la playa de carnota, su arena fina y dura, su agua cristalina y a una temperatura ideal, para repetir.
Pues si, estamos de acuerdo 😉