Costa de Villaricos-SL-A 307 Sendero Ruta de las Fundiciones-Cala del Peñón Cortado

En esta ruta recorremos íntegramente el sendero SL-A 307 “Sendero Ruta de las fundiciones”, que con un trazado lineal de 5’9 km recorre el litoral de la villa de Villaricos, perteneciente al municipio de Cuevas del Almanzora, llegando hasta la cala de las Conchas.

Al trazado del SL le hemos añadido el paseo por Villaricos, por lo que la ruta la hemos iniciado en el Playazo de Villaricos y no a las afueras del pueblo, en dirección Este, donde se encuentra el cartel de inicio del SL-A 307. Por otra parte, en la ida hemos hecho algunas incursiones a pie de costa, fuera del trazado del SL, mientras que en el regreso hemos usado exclusivamente el sendero balizado.

El SL es un sendero costero que no tiene ninguna complicación, salvo por el hecho de que no se debe hacer con oleaje fuerte, pues hay un par de puntos, en la zona de la cala de la Invencible, donde se avanza a pie del acantilado y, si hay fuerte viento y mar embravecido, pasar por aquí podría ser peligroso (estos puntos cuentan con grapas y cadenas, los cuales se hacen sin problema con la roca seca).

En cuanto a los avances por la costa, fuera del trazado balizado, solo hay uno algo más comprometido, waypoint “paso deteriorado en la estrecha vereda”. En este lugar la estrecha vereda que llevamos presenta un punto más descompuesto y algo expuesto, siendo imprescindible para acometerlo llevar un calzado de montaña con buena suela y tener agilidad y seguridad en este tipo de pasos. Asegurar bien el agarre en un terreno que fácilmente se erosiona será vital; y siempre, ante la duda, lo mejor será volverse y continuar por el SL.

Esta vereda estrecha nos habrá llevado a la cala que hay bajo el acantilado donde se ubica el antiguo cuartel de la Guardia Civil de Blanquizares. Para salir de esta lo haremos por una pasarela de hormigón. Hacedlo con precaución, pues la parte de la playa donde se asentaba ha sido excavada por el oleaje, teniendo ahora la pasarela un apoyo mínimo.

Este recorrido no solo nos descubre la costa acantilada de Villaricos, si no que supone un viaje al pasado minero de la zona. El recorrido recorre una costa salpicada de restos mineros, donde se suceden las fundiciones, y acaba en la playa de las Conchas, donde estaba el embarcadero Viejo, en el que se podía llegar a embarcar, en un solo día, hasta 30.000 t de mineral.

Este legado minero data del siglo XIX y perduró hasta 1957. En 1838 en la pequeña, árida y agreste Sierra Almagrera se descubrieron unos riquísimos filones de galena argentaria, de la que se extraía plata. En 1898 comienzan los trabajos para instalar un cable aéreo que trasportarse los minerales del Jaroso y aledaños hasta la cala de Las Conchas para su embarque (embarcadero Viejo). En 1914 se construye en esta zona el cargadero mecánico, cambiando el viejo método de carga mediante barcazas y pequeños muelles (todavía hoy en día se puede observar en el mar la gran pila donde se apoyaba el cargadero mecánico). El mineral llegaba a aquí mediante el ferrocarril construido por el ingeniero y arqueólogo Luis Siret, almacenándose hasta en siete tolvas. Usando cintas trasportadoras el mineral llegaba al final del embarcadero.

En cuanto al paisaje costero, lo más destacado, es la recóndita y singular cala del Peñón Cortado. Para poder acceder a esta hay que pasar a través de un arco abierto por el oleaje en el acantilado, siendo este su único acceso por tierra.

Antes de bajar a la cala, en el lado izquierdo del camino, podremos introducirnos en un túnel, que atraviesa la montaña, saliendo al otro lado, con vistas a la costa. Tened cuidado al llegar al final, pues este acaba a una altura considerable del suelo y un despiste aquí puede provocar un accidente grave.


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Tened presente que tanto el track como la descripción de la ruta deben ser tomados solo como una información orientativa. El entorno natural es un entorno cambiante (donde antes había senderos puede con el tiempo no haberlos, donde antes había pasos fáciles, puede que ya no los haya…) y las condiciones climatológicas pueden complicar hasta la ruta más fácil. Por otra parte, la preparación física y técnica de cada cual añadirá o restará dificultad a cualquier ruta. Por todo ello, es responsabilidad de quién decida realizar la ruta, tomar las medidas de seguridad apropiadas para el itinerario (valorar su forma física y su preparación técnica) y llevar bien estudiada la ruta para solventar cualquier imprevisto que pueda surgir, eximiéndose la autora de responsabilidad alguna, ante cualquier percance que pudiera sufrir quién por voluntad propia o inducida realice la ruta.

QUE LA DISFRUTÉIS y, recuerda, LLÉVATE TODA TU BASURA, POR PEQUEÑA QUE ESTA SEA.